jueves, 16 de julio de 2015

Gustos por lo ajeno

Ayer encontré una imagen que decía “no te gusta hasta que lo ves con otra” y por azares del destino el capítulo de los Simpsons de ese día fue cuando Milhouse tiene novia y Lisa no puede evitar sentir celos hasta que ve dicha la relación terminada, no pude evitar preguntarme ¿será cierto que no quieres a alguien pero tampoco lo quieres ver con nadie?

Si lo vemos de ese modo suena muy egoísta y un tanto cruel ¿no?, digo, si tu no vas a hacer feliz a una persona ¿Qué ganas con verla miserable? Después de pensarlo un poco, me parece que esas acciones son propias de personas inseguras que necesitan tener a alguien detrás que les diga una y otra vez lo bellos y maravillosos que son, puede que cada mañana cuando se ven en el espejo no se ven a si mismos de ese modo, por ello desean escucharlo de bocas ajenas, entonces ¿qué pasa cuando ese ferviente admirador se va a decirle cosas lindas a alguien más? El inseguro se siente abandonado, ya no tiene a su piropeador personal y es justo en ese momento cuando lo extraña y ansía tenerlo de vuelta, pero no porque lo quiera o le guste sino porque lo necesita para sentirse bien consigo mismo, en caso de que el otro volviera le daría su papel de admirador eterno de vuelta mientras sale con otras personas y su ego volvería a estar al tope.


 Por otro lado también está el caso de los mejores amigos, se conocen perfectamente y jamás pensaron en la opción de que algo ocurriese entre ellos hasta que alguno de los dos tiene una pareja con la que desborda amor, el amigo que sigue soltero puede llegar a sentir una punzada en su interior que por lo general son celos por perder a su BFF pero puede confundirse con amor, de pronto siente que siempre ha estado enamorado de su amiga como es el caso de Patrick Dempsey en la película de “Quiero robarme a la novia”, por supuesto que hay casos así en la realidad (aunque no tan exagerados), por eso dice que las mejores relaciones se dan entre amigos, pero muchas veces solamente son los celos quienes hablan y el miedo de perder a alguien que ha estado presente desde siempre.

Y finalmente están los “ex”, personas a las quisiste muchísimo, les entregaste el corazón y compartiste cientos de momentos mágicos, en algún momento esa magia terminó y por el bien de ambos decidieron terminar la relación, el tiempo pasó y de pronto lo ves con alguien más, feliz y nuevamente enamorado, entonces recuerdas todo lo que alguna vez compartieron y ¡zaz! Sientes que fue un error acabar con la relación, te das cuenta que era el indicado, lo extrañas y quieres volver a esos tiempos, pero al igual que con los casos anteriores solamente son los celos o la inseguridad quienes hablan, incluso puede ser el miedo a la soledad y apego al pasado pero si esa magia se extinguió lo más sano debería ser dejar las cosas como están, que ambos continúen con sus vidas y dejen que el otro sea feliz.


Debemos recordar que las cosas pasan por algo y que si no funcionan con los admiradores, amigos o ex novios es por algo, somos seres maravillosos y no necesitamos de una media naranja para ser felices ni de piropos ajenos, así que mi consejo es que antes de subirnos en el tren del egoísmo y los celos pensemos un poco más en el otro, apartemos las nubes de la cabeza y escuchemos a esa vocecita interior que seguramente nos orientara en la dirección correcta.

Escrito por: Sue FC 

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