miércoles, 25 de mayo de 2016

DISERTACIONES: RESPUESTA EQUIVOCADA

En mi permanente intención de encontrar a un hombre lindo, inteligente y divertido con quien jugar e intercambiar perspectivas de la vida, acudí a mi cita número 2 mil 123. Por supuesto me preparé psicológica y emocionalmente para coincidir;  cargada de ánimo y buena disposición acudí al encuentro, no obstante que el anterior a este fue uno de las peores que he tenido.

Esta vez la vida fue bastante generosa conmigo y encontré frente a mí un hombre educado, de presencia agradable, aparentemente inteligente, dispuesto y muy buen besador ¿Qué más podía pedir? Regresé a mi casa entusiasmada y agradecida porque esta vez la inversión de tiempo había valido la pena. Dispuesta a dar el siguiente paso.

En los últimos años, abusando de la tecnología, mi búsqueda de acompañantes se ha limitado a las páginas de internet en donde uno puede encontrar hombres como por catálogo, una es contactada, le echa ojo al galán, lee sus características y ofrecimientos, en caso de estar de acuerdo escribe sí gracias y listo, a planea la primera cita y ahí se hace una valoración en vivo.

Aunque en esta parte casi siempre me atoro porque se me va el encanto o no tengo muy claro cuál es el siguiente paso; la lógica me indica que el siguiente encuentro debe ser una cita de juegos, que dicho sea de paso debiera ser mi parte más favorita. Sin embargo, me llena de dudas saber si el hombre es tan bueno como se ve, o si mi primera valoración puede fallar.

Mi desconfianza obviamente no surgió de la nada o es una idea implantada por extraterrestres, está basada en toooooooodas las experiencias que he tenido, con el tiempo uno empieza a sufrir de “sospechosismo” y hasta no ver no creer. Parte de mi metodología posterior al primer encuentro consiste en tener más datos antes de arriesgarme a una gran decepción.

Puedo aceptar que un hombre sea menos habilidoso de lo que aseguraba ser, pero no resisto acostarme con patanes. Esos sujetos que buscan sólo darle gusto a su gusto sin importar lo demás. Para mí una de las claves para detectarlos es analizar sus respuestas a preguntas muy específicas como por ejemplo ¿Cuál es tu intención, qué buscas o qué esperas encontrar?

Las respuestas pueden ser desde sexo discreto hasta adrenalina. En mi perspectiva cuando la afirmación está estructurada en singular y encierra un sentido egocéntrico más vale dar las gracias y next… Definitivamente se trata de un hombre cuyo objetivo primero y último es él, seguramente solo utiliza a las mujeres porque un macho vive dentro de él y le indica que debe buscar una presa viviente, de lo contrario cualquier agujero en la pared lo podría hacer feliz.

No obstante que se trata de encuentros casuales, no acepto ser usada sin cumplir mis objetivos y alcanzar mis propias satisfacciones, me gustan los hombres que admiren a las mujeres y reconozcan la magia de que son capaces (hasta en la cama), que las asuma como el sexo lindo, que merecen ser consentidas, apapachadas y no usadas como muñecas inflables… ¡pum, pas clack y ya quedó!!!!

Niñas por favor ¡no permitan que las usen!! Y ustedes gentiles caballeros, aunque nunca más las vuelvan a ver, trátenlas con cariño para que se conviertan en un buen recuerdo. Si me permiten les doy un consejo, cuando les pregunten ¿que buscas?, jamás se atrevan a contestar Diversión, porque si quieren eso, no necesitan a una persona sensible junto a ustedes, seguramente su objetivo se cumplirá de mejor manera jugando turista, billar, X Box o alguno de esos jueguitos, o mejor aún, píquense el ombligo o cómanse los mocos.


P.D. Todos tenemos o tuvimos al menos una mujer en nuestra vida.

Escrito por: Lu Co 

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miércoles, 18 de mayo de 2016

DISERTACIONES: REMEDOS DE LA HISTORIA

Tengo una comadre muy sabia que utiliza mucho una frase que me encanta y recién la entendí en todo su esplendor: No sé si pasó, lo creí o estoy pensando…

A mi edad, poco a poco he perdido la claridad del pasado, y aunque hay muchos estudios neurológicos que demuestran que cuando la memoria de las personas se va diluyendo, los recuerdos antiguos son los que se tienen más claros, es decir que nuestra cabecita loca no archiva lo reciente pero lo que ya tiene mucho tiempo que ocurrió ya está guardado y a salvo, hasta que las arcas del recuerdo se vacíen por completo (gracias a dios no a todos les pasa).

¿Y que tiene que ver esto con el precio del Pan Bimbo? Pues absolutamente nada. En mi caso hay eventos que tengo archivados con tanta claridad que parece que fue ayer sobre todo de los que he aprendido lecciones de conducta, sin embargo he conocido ¡cada caso! les contaré…

Había una vez una señora por ahí que no era lo que se dice precisamente santa y tenía el dedo índice de fuego más largo y fulgurante que he conocido, pero su acción y discurso no eran nada coherentes, pasó el tiempo y su salud se vino a menos cada día, hasta que llegó el momento de estar muy descompuesta y posteriormente perdió la razón por completo.

Pero años antes de su terrible desenlace, se dedicaba a agonizar por semanas, y justo cuando todos pensábamos que estaba por “chupar faros” nadaaaaaaa, como el ave fénix resurgía de las cenizas y a comenzar de nuevo, pero su vida estaba llena de mucho dolor y angustia.

En alguna ocasión que platicábamos, ella me aseguraba que por amor de dios ya se quería morir, y yo acomedida, mística e imprudente como soy, le recomendaba pedir perdón a todos los que había fastidiado en la vida, y ella muy segura de sí, me aseveraba que durante su existencia había sido casi una santa y que jamás causó daño a nadie. Yo no podía creer su nivel de inconsciencia o su doble moral hasta el final de su existencia.

Además de ella, recientemente he platicado con algunas personas de quienes conozco su historia de vida y no son para nada santos, sin embargo cuando llegamos a pasajes borrascosos y que les causan incomodidad, fingen que nunca pasaron o cuentan una versión subsanada de la historia en la que ellos son casi los héroes e incluso se ponen en el papel de las víctimas.

La experiencia universal nos indica que quien no conoce la historia está condenado a repetirla, entonces ¿será que quien borra su pasado oscuro cometerá los mismos errores y continuará fastidiando a los demás hasta su último suspiro? ¿Cómo es que hay gente en este planeta que con un tachón discursivo niegan todo lo que son?

En mi perspectiva no hay nada mejor para evolucionar en los temas espirituales que reconocer cuando nos equivocamos y en la medida de lo posible subsanarlo, al menos pedir perdón y jamás volver a comportarnos como salvajes insensibles. De verdad no nos quita nada y cuando tengamos que abandonar este planeta para reencarnar en otra cosa, con suerte podamos ser mariposas y no gusanos.



PD. NENA PERDÓN, TE PROMETO QUE NUNCA MÁS LO VUELVO A HACER.

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martes, 10 de mayo de 2016

DISERTACIONES: ¿TESTIGOS O CÓMPLICES?

Hace algunos días tuve el gusto de saludar a un ex sobrino muy querido que se dedica a eso de la comunicación y me cuestionó acerca de mi afición a las “redes sociales”, tuve que confesarle que me dan alergia toda vez que no estoy ni un poco de acuerdo al uso generalizado que se les ha dado.

Mi ignorancia no es tan absoluta al respecto y gracias a las clases de la universidad estoy muy enterada que actualmente son, quizá, la herramienta más importante por la que fluye la información y nos permite estar enterados, al momento, de lo que sucede del otro lado del planeta, así como de eventos que no son difundidos por los medios “formales” de comunicación.

Sin embargo, desde su uso generalizado han derivado en un instrumento para el escarnio social que va desde el ciberbullying hasta la difusión de información “confidencial” sobre las actividades de los personajes públicos, teorías de la conspiración y cualquier ocurrencia de un ocioso que tiene a bien compartir y pasa de ser un absurdo a una verdad universal.

¿De cuántos casos nos hemos enterado de menores que se suicidan al no soportar la presión de ser exhibidos en la red? Francamente no me explicó que hay en las cabecitas de esos pequeños para alcanzar tales niveles de angustia. Es tan fácil como sentarse a reflexionar y de preferencia compartirlo con algún adulto de su confianza, para ver que no es tan grave.

Por ejemplo, quizá mi hija en un arranque de locura y pasión se toma fotografías desnuda y se las envía a su príncipe azul, quien lejos de ser discreto, las comparte por ahí… y al siguiente día todos en la escuela ya conocen a mi pequeña mejor que su pediatra… ¿y? ¿Le van a decir encuerada? ¿gorda? ¿zorra? o ¿qué?, las palabras esos son, palabras, golpes de sonido que salen de la boca sin mayor fuerza que lastimar el oído. Sin ningún problema yo me presentaría al siguiente día en la escuela a hablar con quien fuera necesario únicamente vestida con una gabardina y así comprobarían que en mi familia somos ligeras de ropa.

Sin embargo, lo que más me revuelve el estómago de los videos que se publican por ahí y que llegan a los medios masivos de comunicación, es cuando el camarógrafo improvisado capta imágenes de abusos contra inocentes que andan circulando por el mundo y lejos de intervenir para evitar que ocurran se limita a grabarlo para luego compartirlo.

¿Qué es eso? Por ahí circuló un video que se hizo muy popular y llegó a convertirse en una investigación ministerial, de un adulto manoseando a una niña, las imágenes duraron más de un minuto y se observa como la menor es aparentemente abusada por el pervertido. Yo me pregunto ¿quién tiene la sangre tan aguada para ver que le están fastidiando la existencia a una pequeña y no se acerca a darle tres cachetas y decirle un rosario de insultos al maldito puerco, y se conforma con observar?

O esas personas que cómodamente graban las agresiones de que son víctimas algunos inocentes por estar en el lugar equivocado a la hora equivocada. En mi perspectiva conformarse con observar es ser cómplice pasivo, lo menos que esperaría es que se pusieran a gritar como locos para llamar la atención de más personas e inhibir que se siga cometiendo esa acción. ¡Pero no!, esperan a que termine y luego lucran con las imágenes.

Y peor aún, cuando los videos son publicados en la sección de comentarios hay “n” mil personas que dicen, que bueno que se supo… ¿Y las lesiones que sufrieron o el daño permanente que les causaron a las víctimas se arreglan con que los demás se enteren? Si en alguna ocasión yo fuera agredida sexualmente por un sujeto, por favor no me graben, mejor ayúdenme porque de lo contrario, seguramente le guardaría tanto rencor al que lo hizo como al idiota que se conformó con observar.

Por ahí dicen… Tanto peca el que mata la vaca como el que le levanta la pata…



Escrito por: Lu Co 

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