viernes, 10 de julio de 2015

DISERTACIONES: LOS NIÑOS Y LOS BORRACHOS SIEMPRE DICEN LA VERDAD

Por ahí dicen eso… ¿Ustedes que opinan?

Nunca he entendido cual es el fundamento de tal premisa, a mi me parece falsa del todo. En primer lugar porque los niños son completamente inocentes… pero viven en su muy particular interpretación del mundo, en ninguna etapa de la existencia los seres humanos tenemos una imaginación tan grande, despierta y pronta como en la niñez.

Ciertamente los menores en muchas ocasiones desmienten los dichos de los adultos, sobre todo cuando la falta de veracidad se refiere a cosas cotidianas, si una mamá miente en algo tan simple como que se le hizo tarde porque el tráfico era muy pesado y el motivo era otro, quizá que se quedó dormida o tardó mucho tiempo en alistarse, el menor sin más lo dirá.

Pero el resto del tiempo viven abstraídos en sus fantasías, quizá la falta de apego a la verdad no implique dolo ni la intención de engañar, pero definitivamente su interpretación del mundo no siempre es la más objetiva. Su argumento es meramente interpretativo, dirán lo que a ellos les parece que es verdad o lo que ellos quisieran que fuera cierto.

La lógica de los borrachos se maneja de manera muy similar, aseguran que su perspectiva es la correcta cuando sus sentido se encuentran “tan relajados”, que difícilmente se percatan de lo que sucede a su alrededor. Generalmente las personas en estado de ebriedad son altamente “sensibles”, pasan de la euforia a la tristeza y a veces a la furia, sin motivo aparente.

Una persona alcoholizada puede decirle a cualquier persona con que tenga contacto que lo ama, aunque apenas lo conozca y puede odiar a otra porque en su perspectiva lo vio feo. Los borrachos, al igual que los niños aseguran como verdadero lo que ellos quisieran que lo fuera. ¿Lo han notado? Entonces me pregunto ¿cómo se atreven a categorizarlos como sinónimo de sinceridad absoluta?

La falta de verdad en los niños y los borrachos de alguna manera me parece justificable, sin embargo creo que por el mundo circulan cientos de personas mitómanas, que tienen la costumbre de faltar a la verdad hasta en las cosas más simples.

En la vida he tenido la mala fortuna de conocer a personas que mienten de manera tan sistemática que acaban por creer su falso discurso e incluso en ocasiones lo hacen con tanta firmeza que me han hecho dudar, no obstante que estén altamente conscientes de que su argumento es falso.

No hay nada que me quite más el encanto y me produzca más desilusión que una persona que tiene el mal hábito de mentir, me parece que es un insulto a la integridad e inteligencia del otro. No entiendo si la motivación es la inconformidad con su ser o se trata de abusar de la buena fe de la gente.

Por ejemplo, en el caso de las infidelidades, yo puedo entender que alguien responda a su naturaleza e instintos y tenga sexo con todo lo que se le antoje, esa acción me parece totalmente justificable, pero estoy convencida que es un insulto que lo niegue e intente ocultarlo cuando se le cuestione. Si el infiel decide probar otros sabores lo menos que debe hacer es responsabilizarse de sus acciones y si no es capaz de hacerlo, que cumpla el compromiso que asumió con su pareja.


Definitivamente mentir no sólo demerita la credibilidad de quien lo hace, sino que reduce su calidad humana y lo convierte en una mala persona. No creo que alguien que tenga la habilidad de engañar se pueda considerar inteligente, más bien siente desprecio por sí mismo y es incapaz de estar orgulloso de su ser y realidad.


Escrito por: Lu Co

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