miércoles, 28 de junio de 2017

DISERTACIONES: ESTAFA VIRTUAL O VIRTUALMENTE ESTAFADA (Parte 2)

Y a la mañana siguiente…

Tengo la buena costumbre heredada por mi padre de llegar muy temprano a trabajar,  lo primero que hice fue revisar el estatus en que se encontraba el susodicho envío, y para mi sorpresa este no había cambiado, la página del sitio me indicaba que seguía en tránsito.

Por supuesto que en mi correo ya tenía mi mensaje diario de “amor verdadero”, en el cual el gentil caballero inglés reafirmaba su amor para mi persona y me daba toda una serie de recomendaciones de lo que tenía que hacer con el dinero que contenía el susodicho paquete.

Alrededor de las 7:30 horas me llegó un aviso de la mensajería diciendo que en la aduana mexicana se habían dado cuenta que la caja contenía dinero y que éste había sido retenido, cosa que me pareció evidente porque algún día me dediqué a eso de los envíos y una de las reglas es no incluir ni comida, ni dinero, ni líquidos.

De igual forma en el correo me indicaban que me comunicara al número de un agente para que me orientara sobre lo que se debía hacer para “desatorar” la caja de regalos. En ese momento sentí un poco de alivio, toda vez que ya no tendría que cuidar el dinero de nadie, definitivamente es una labor que no es para mí.

Antes de marcar a la oficina de la mensajería, le llamé al propietario del paquete para hacerle saber que su caja estaba atorada en la aduana, pero el hombre no me contestó. Por lo que le marqué al susodicho agente y me contestó una voz masculina con acento extranjero y me indicó que debía pagar algo así como 2,800 dólares. A lo que yo me negué y le pedí me indicará en qué lugar estaba porque justo yo trabajaba en migración y en ese momento le iba a pedir a varios compañeros que se presentarán a averiguar el procedimiento adecuado.

El hombre enfureció y me dijo que era un profesional y que no era necesario, que él podía arreglar el asunto que lo único que debía hacer era depositar la cantidad solicitada. Me dijo que me llegaría un correo con el número de cuenta y la suma exacta que debía pagar.

Para esa hora de la mañana, mi oficina ya había cobrado vida y solicité a algunos de mis compañeros que laboran en ese puerto aéreo que se presentaran en la aduana y checar el contratiempo. De igual forma el caballero inglés ya se había comunicado conmigo solicitándome que pagara por su envío y que me devolvería el monto en cuanto estuviera en tierra (debo recordarles que se suponía estaba a la mitad del océano canadiense). Le aseguré que no debía preocuparse porque las autoridades de mi país ya habían sido alertadas y todo se resolvería.

El hombre perdió lo caballero y me envío un montón de mensajes presionándome para que pagara, incluso me escribió que debía seguir las instrucciones de “mi futuro marido” y dejar de cuestionar. Para ese momento yo estaba muy clara que era un vil y barato engaño, lo único que el hombrecito y su cómplice querían era que les depositara a una cuenta de Santander 40 mil pesos.

 Llamé al banco para denunciar que sujetos estafaban a las personas y pedían que el dinero se depositara en una cuenta de su banco, lamentablemente me dijeron que ellos no podían hacer nada. Entonces me dirigí a la policía cibernética, que tomaron conocimiento del hecho y se comprometieron a hacer algo al respecto.

Dos días después del penoso incidente un amigo me envío una publicación del diario “Cambio” de Puebla en el cual una mujer narraba una experiencia similar a la mía y mencionaban que al parecer se trataba de un grupo de delincuentes dedicados a la estafa que contacta a sus víctimas en las plataformas sociales.

Reafirmé mi lección, porque ya en otras ocasiones me han intentado timar, JAMÁS DEBEN DEPOSITAR NI UN PESO A NINGÚN DESCONOCIDO, ni aunque les ofrezcan el boleto ganador de la lotería o una promesa de “amor verdadero”.






Escrito por Lu Co

miércoles, 21 de junio de 2017

DISERTACIONES: ESTAFA VIRTUAL O VIRTUALMENTE ESTAFADA

Seguramente si mi madre viviera ya me hubiera regañado o encerrado en el baño por andar socializando en plataformas virtuales con sujetos con sólo dios que mañas, sin entender que trabajar de sol a foco y pasar más de tres horas diarias en el tráfico no me deja otra opción.

Francamente nunca pensé que la selección de amigos por catálogo fuera tan cómoda, sin embargo aún recuerdo que cuando una amiga me contó hace 10 años que andaba en esas, casi la mato por poner en peligro su integridad física saliendo con un hombre que había conocido en una red social, sin tomar en cuenta que podría ser el asesino del cereal.

Hasta hace pocos días mi experiencia en la virtualidad no había sido mala, además de uno que otro desencanto al conocer en vivo a un sujeto que en plataforma se identificaba con B.P. que según por su parecido con el guapo de guapos y al final resultó ser Brayan alias El Pitalla no había tenido ningún tropiezo significativo, sin embargo, en el último mes aprendí una buena lección que quiero contarles para que la compartan con sus sus amigas, hermanas y comadres para que a ellas no les pase.

Cuando revisaba mis mensajes en Badoo, sitio que conocí porque un amigo del viejo continente me agregó como su amiga o algo así, encontré el aviso de un hombre de más de 50 años, residente de Gran Bretaña y que tenía interés por conocer más sobre México. A pesar de que yo no manejo ese perfil de personas porque la mayoría son más cuadrados que un panista de Guanajuato, salió la promotora turística que llevó dentro y le pasé mi correo electrónico, toda vez que a veces no tengo tiempo de ingresar a los sitios de encuentro pero siempre checo mi cuenta de e mail lo que facilitaría la comunicación.

Inicialmente nos escribíamos cada semana y me contaba de su vida, que si era viudo, ingeniero petroquímico, le gustaba el futbol y decenas de cosas que no me importaban pero eso de las relaciones exteriores se me da; de igual manera yo le conté otra ensarta de cosas que seguramente no le incumbían pero atendían a sus preguntas.

No sé en qué momento los correos informativos pasaron a las cartas de “amor verdadero”; por supuesto que a mí eso del enamoramiento no se me da ni en vivo ni virtual, pero las buenas intenciones sí, sumado a que eso de la escritura es lo mío, saqué a la Gabriela Mistral que llevó dentro y le di vuelo a la hilacha. Debo reconocer que todas las mañanas lo primero que hacía era entrar a mi correo y leer sus palabras enmieladas que me dejaban una sonrisa, porque el sujeto no era ni vulgar ni sexoso.

Hace como una semana, el hombrecito me pidió mi número de celular argumentando que tenía la intención de venir a conocer mi patria para checar algunas posibles inversiones en el área turística y por ahí aprovecharía para conocerme y darme unos besos salivones (si me dejaba). Gentil como soy, se lo di y las cartas se convirtieron en muchos mensajes a lo largo del día, hasta que una madrugada recibí una llamada suya.

Entre que eran las cuatro de la mañana y no práctico el inglés más que cuando balbuceo alguna canción (esa de wishu wishu Pepsi que me sale taaan bien), logré comunicarme y me enteré que el hombre era un cristiano de extrema derecha y que tenía intenciones de venir a conocerme y luego nos casaríamos (¡háganme ustedes favor!). A pesar de que le repetí que era una soltera consumada y convencida, fingió no escuchar y quedó de avisarme la fecha de su llegada, que aparentemente sería el siguiente mes.

Al día siguiente, el extranjero británico me comunicó que iría a Canadá porque tenía un contrato para un proyecto de explotación petrolera a la mitad del mar y me pidió mi dirección para hacerme llegar unas “cosas lindas” que había adquirido para mí. Le mandé los datos de mi oficina; por la tarde me enteré que en ese momento salía de viaje y que en un paquete me enviaba, entre otras cosas, un fulgurante anillo de compromiso (¿pueden creerlo?), además que me haría llegar por ese medio dinero (dijo que no tenía mis datos para hacerme un deposito y ante la premura de su viaje decidió incluirlo) y los documentos que requeriría cuando viniera a México.

Desde ese momento, me llené de angustia, tengo muy claro que de alguna manera debía transparentar el dinero que recibiría de lo contrario podrían acusarme de ser la hermana malvada de Kate del Castillo que anda haciendo negocios con hombres dedicados a solo dios que. De igual forma me proporcionó el número de seguimiento del paquete y un link en donde checar el status para saber cuándo estuviera por llegar (dos días a partir de que fue remitido).

Por fin llegó el día en que el susodicho paquete sería entregado y para entonces tenía los nervios alterados, a cada momento el hombre me repetía y repetía que el dinero que me había enviado era para que resolviera cualquier pendiente que tuviera y adquiriera un departamento porque odiaba los hoteles, a lo que me negué argumentando mi falta de tiempo, además de que me visualizaba hecha una traficante de divisas con una caja de cartón llena de euros, por lo que le aseguré su paquete estaría seguro en el fondo de mi cajón de los calcetines, claro que únicamente debía tomar el mencionado aro de oro y sacarme una fotografía con él puesto para qué aquel caballero supiera que lo usaría….

 Mi editora está muy regañona porque escribí un artículo tan largo, así que la próxima semana les acabo de contar, no se pierdan el final de esta fábula dela vida real).




Escrito por Lu Co

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lunes, 19 de junio de 2017

Anestesia para el dolor

El fin de semana pasado, aprovechando mi tiempo libre fui a visitar a mi madrina para que me quitara las caries y después de una rápida revisión me avisó que iba a tener que ponerme anestesia, apenas pronunció dicha palabra mi cuerpo se estremeció como si hubiera visto un fantasma.

Recordé mis visitas al ortodoncista en mi tierna infancia, donde bien pude haber sido la protagonista de “El exorcismo dental”, porque los doctores tenían que agarrarme como si estuviera poseída: pateaba, gritaba e insultaba. El resto de los niños que estaban en la sala de espera, salían corriendo pensando en las peores torturas posibles.

Durante muchos años el dentista fue uno de mis mayores temores, por lo que cuando mi madrina me dio la noticia ya se podrán imaginar mis reacciones corporales, sin embargo como la persona madura que creo ser, me resigne al inevitable dolor y abrí la boca; cual fue mi sorpresa al sentir un dolor mucho menor al esperado, casi nulo. Especialmente si lo comparaba con el que me causaron los tatuajes que me he hecho a lo largo de los años, donde no sólo fue horrible sino que acabé hasta desmayada en una de las ocasiones.

Poco después mientras mi boca despertaba, me puse a pensar en diferentes situaciones, tales como rupturas de corazón, decepciones, frustraciones, etc. Que en su momento fueron como los piquetes para anestesiarme cuando era pequeña: dolorosas y aterradoras.

Lo que me llevó a preguntarme: ¿si volviera a vivirlas, el resultado sería similar al de la anestesia? ¿El dolor me resultaría mínimo? ¿Me daría risa estar asustada por una tontería? ¿Dejaría de evadirlas por miedo?

Para ser honesta no pude escoger entre un “sí” o un “no” como respuesta, si bien he podido superar varias cosas, he madurado, crecido y aprendido como para no querer morirme cuando me rompen el corazón por ejemplo, el dolor por recuerdos pasados siempre va a estar ahí, ¿disminuirá? tal vez, ¿ya no me asustará enamorarme? probablemente no.

Sé que siempre existirá el miedo previo a experimentar, sentir o querer, el chiste es no dejar que el pasado nos frene a intentarlo nuevamente; quizá la próxima vez que me encuentre en el blanco de una jeringa o una flecha de cupido, sabré que sólo necesito respirar hondo mientras entra el piquete, y una vez que la anestesia haga efecto me sentiré bien ya sea que la carie fue tapada o las mariposas en el estómago comienzan a revolotear.



Escrito por: Sue FC

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lunes, 12 de junio de 2017

El tráfico y su lecciones - Segunda parte

Continuando con las lecciones de esta maravillosa ciudad:

Ejemplo 6: “Camina detrás de un lento y verás a los demás avanzar” 

Aplicación en la vida cotidiana: A riesgo de parecer insensible, hay muchos conductores que manejan a menos 10, seguramente no tienen prisa, pero eso no les da el derecho de estorbar en los carriles de alta velocidad; en numerosas ocasiones nos topamos con gente que va despacio por la vida, sin preocupaciones ni agobios, que si nos colocamos detrás de ellos veremos como el resto sigue avanzando mientras nosotros nos estancamos, lo mejor en este caso, es moverse o cambiarse de carril para salir adelante.

Ejemplo 7: “No importa si sales con tiempo siempre habrá un imbécil que lo arruine”

Aplicación en la vida cotidiana: ¿Han planeado algo con tanto cuidado y anticipación que creen que saldrá bien pero por alguna razón se viene abajo por un tercero? Estoy de acuerdo que no podemos controlar todos los factores para garantizar el éxito, pero tras un plan A, probablemente también deberíamos contemplar uno B, C, D y hasta Z.

Ejemplo 8: “Si alguien te deja entrar procura no detenerlo” 

Aplicación en la vida cotidiana: Es la otra cara del ejemplo 3, si alguien te deja entrar a su vida, lo menos que puedes hacer es ser cooperativo y prudente para no afectarlo.

Ejemplo 9: “No porque todos hagan algo significa q está bien”

Aplicación en la vida cotidiana: Entiendo que muchas veces caemos en la desesperación y la impaciencia, pero no somos los únicos habitantes del planeta, aunque no estemos de acuerdo, existen reglas en la vida a las cuales debemos apegarnos para el bien común, pongámoslo en contexto, si llegas al banco y hay una fila que da la vuelta a la cuadra, aunque no te guste te formas como todos los demás y esperas tu turno, ¿no?, si es así, ¿por qué no haces lo mismo para subirte al segundo piso?

Ejemplo 10: “Si no vas a pasar no te quedes atravesado”

Aplicación en la vida cotidiana: ¿Cuántas veces han previsto que no podrán cruzar por completo la avenida, calle, o lo que sea y aun así lo hacen, sin importar que impedirán que los demás transiten cuando les corresponde? Si estuvieras en una oficina platicando con tu comadre en pleno pasillo y otro compañero quisiera pasar, ¿no te moverías? ¿o mejor aun platicarías en otro lado donde no estorbes?

Ejemplo 11: “Encuentra el equilibrio entre ser gandaya y buena onda”

Aplicación en la vida cotidiana: Aunque les puede sonar feo, es cierto, no siempre debemos decir que “sí”, el ser selectivos en cuanto a las personas que queremos en nuestras vidas no es malo, pero no tampoco hago a un lado el hecho de que debemos ser amables con el prójimo y dentro de lo que podamos ayudarles en su diario transcurrir por este camino llamado vida.



Escrito por: Sue FC

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martes, 6 de junio de 2017

DISERTACIONES: LOS TRES FILTROS

Un personaje que ha cautivado mi atención y mi profunda admiración desde el momento que lo conocí es el filósofo Sócrates, quien además de su más popular frase “Sólo sé que no sé nada”, nos dejó múltiples reflexiones acerca del buen existir. Una de mis favoritas es la llamada de los Tres Filtros. Se trata de que antes de transmitir alguna información le apliquemos tres consideraciones: la verdad, la bondad y la necesidad.

Actualmente ante la lluvia de datos de que somos objetos valdría la pena que todos nosotros antes de abrir la boca o darle rienda suelta a nuestros dedos, reflexionáramos en el contenido de nuestras aseveraciones. Particularmente en los medios virtuales en que el emisor se vuelve receptor, el receptor, emisor y hay un intercambio múltiple de mensajes, sería muy prudente que antes de expresar nuestra percepción, sentir y conocimiento, caviláramos sobre las consecuencias que podrían acarrear nuestras palabras tanto a nosotros como a los demás.

En las diferentes plataformas de internet, diariamente son publicados miles de opiniones y videos que evidencian la conducta aparentemente cuestionable o reprobable de alguna persona, quien es sujeta al linchamiento público sin siquiera saber el contexto en que ocurren los hechos y mucho menos tomar en cuenta que el protagonista tiene familia, es hijo, hermano y posiblemente padre o madre de alguien.

¿Cuántos de ustedes se toman la molestia de seguir los casos de personajes que han sido víctimas de un linchamiento en internet? ¿Tienen conocimiento que algunos de ellos han perdido la custodia de sus hijos y otros más, junto con sus familiares hasta de segundo grado, han sido víctimas de violencia física, verbal y bullying? E incluso algunos más frágiles se han quitado la vida al no aguantar la presión social. ¿Eso les parece justo?

En días pasados tuve la oportunidad de observar de cerca un caso con consecuencia no tan graves pero que sí llamó mi atención porque alguien cercano a mi podría haber resultado afectado. Les cuento…

Una pareja de paseantes andaba por ahí maravillándose de lo que hay del otro lado del mundo; generosamente compartieron el momento con quienes los conocen y aprovechando las herramientas tecnológicas y las redes sociales, decidieron tomar fotografías hasta de los insectos que viven en los parques.

El gentil caballero captó la imagen de una mujer que pasaba por ahí vestida con un atuendo de calor (shorts) y la envió al primo del tío de un amigo con la intención mostrar la apariencia de las mujeres de esas tierras lejanas, es decir, para que vieran que por todos lados hay féminas chulas de bonitas. Sin embargo, tuvo a bien ponerla en una plataforma a las que sus amigos y familiares tienen acceso.

Por supuesto cumplió con su objetivo y el destinatario le comentó que ciertamente estaban re chulas… sin embargo, por ahí surgió una voz femenina a la cual se le sumaron algunas otras, expresando que le daba asco que acosara a las mujeres al tomarle fotos a escondidas. ¿Cómo ven? A mí me surgieron muchas dudas y señalamientos.

En primer lugar, me pregunto si no hubiera sido prudente, toda vez que la de la voz incomodada era un familiar, dirigirse de manera personal con el presunto e incipiente acosador y decirle que no era lindo lo que hacía y hacerle ver que a algunas mujeres como ella, les podía incomodar y su moral sentirse afectada. Seguramente hubiera recibido una disculpa, la imagen retirada de la plataforma y el fotógrafo se habría dedicado a paisajista.

¿Era necesario ponerlo en evidencia pública y colgarle un adjetivo ofensivo? ¿Se puede pedir respeto sin ser respetuoso y más tratándose de un miembro de nuestra familia?  ¿Su intención era darle una lección o llamar la atención para que se enteraran que tenía una postura feminista radical? ¿Tomó en cuenta que el susodicho tiene pareja, hija y hermanas y que alguna de ellas podía romperle la boca por expresarse de esa manera de su ser querido o las consecuencias que podría acarrearles? ¿Será que tanto ella como el resto de la turba de linchadoras y sus familias viven en una moral intachable y socialmente aceptable? ¿Le gustaría que alguien exhibiera y opinara por el mismo medio de la conducta de su papá, hermanos o hijos?

Algo es completamente cierto, el hecho de tomarle una fotografía a una persona sin su consentimiento no es considerado acoso si se intenta encuadrar en el marco jurídico, toda vez que esta conducta se caracteriza por el REITERADO hostigamiento y persecución que tiene por objetivo que otra persona acceda a aquello que se le exige. Y otro pequeño detalle es que para que este exista ALGUIEN debe sentirse acosado. ¿Será que la linchadora conocía a la mujer de la imagen y sabe que esta se sintió molesta y se fue corriendo con un ministerio público para denunciar que un paseante le había tomado una fotografía?

De igual forma sería muy importante conocer la intencionalidad del fotógrafo, tema que es altamente subjetivo. Por ahí otra feminista radical opinó que le daba vergüenza que le hubieran tomado una foto a las NALGAS de una mujer. Por supuesto la curiosidad me ganó y pedí que me enseñaran la polémica imagen en espera de ver un primer plano de la parte trasera de la joven, y lejos de eso era una chica que caminaba y se observaba la parte posterior de su cuerpo, pero lo primero que llamó mi atención no fueron sus pompas sino su cabello y después su calzado (no me pareció que combinara). ¿Será entonces que el León cree que todos son de su condición y la mujer que opinó de esa manera es lo primero que ve cuando alguien le da la espalda?

Desde luego que por ser mujer una feminista vive en mí y me ofenden las conductas en detrimento de mis compañeras de género, pero intento no perder la perspectiva, en el planeta viven millones de mujeres y cada cabeza es un mundo, pero hay conductas que sin lugar a dudas me enfuercen y que no dejan lugar a la interpretación. En México más 30 mujeres mueren diariamente a manos de su pareja o familiar y cientos más son víctimas de agresiones que ponen en peligro su vida ¿de verdad debo ocuparme y ofenderme por la imagen de la espalda de una mujer que ni siquiera se percató que fue objetivo del lente de un turista o por casos como el de la joven que exigió una reparación del daño porque le dijeron guapa?

Sería de mucha ayuda que todas las feministas radicales se dieran un baño de pueblo y se acercarán a los grupos de apoyo e invirtieran su energía en asistir a las mujeres, en su mayoría menores de edad, que son víctimas de violencia y exhiban a malditos que con una mano en la cintura violan a sus hijas, hermanas o esposa de manera tan natural como comer, y ellas no se atreven a hablar del tema y mucho menos a denunciarlo.

Por si alguno de ustedes les dio curiosidad la polémica fotografía aquí se las comparto, en caso de que alguna mujer se sienta ofendida, de antemano me disculpo, sin embargo estoy convencida que nadie, ni siquiera las integrantes de la Vela del Perpetuo Socorro, podrán coartar mi libertad de expresión y lo crean  o no, reflexioné acerca de los 3 filtros antes de escribirlo.


PD. Yo creo que este fue un caso de posesión y alguna tía regresó del más allá para expresar su inquisitivo punto de vista.

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lunes, 5 de junio de 2017

El tráfico y su lecciones - Primera parte

A lo largo de mi corta existencia he tenido la posibilidad de vivir en diferentes ciudades de México, en cada una de ellas mi estancia ha sido agradable y he aprendido numerosas lecciones, pero bien dicen que no hay lugar como el hogar, para bien o para mal mi corazón es citadino y le pertenece a la Ciudad de México.

Como en todos lados siempre hay cosas buenas y malas, si bien es cierto que hay una gran cantidad de lugares para pasear, comer, beber, comprar y conocer, también están esos defectos casi que incorregibles que en ocasiones hacen que uno desee jamás salir de casa, si eres un habitante de mi amada ciudad seguro sabes a lo que me refiero, el @%$&/! tráfico.

Sin embargo no hay mal que por bien no venga, como persona optimista que soy inclusive en las peores situaciones, he aprendido a reconocer, aceptar y adaptar a mi vida cotidiana las lecciones que se me presentan, mismas que te describo a continuación con la seguridad que te identificarás con al menos una de ellas …

Ejemplo 1: “Si pones las direccionales el otro conductor hará todo lo que esté en sus manos para impedir que cambies de carril”. 


Aplicación en la vida cotidiana: ¿Cuántas veces les ha pasado que tienen algún plan o proyecto en mente que mueren por contárselo al mundo con la esperanza de escuchar un “bien hecho” ó “suerte”, y de pronto dicha idea se viene abajo por que alguien no quería que salieras adelante? Siempre está una vecina metiche, familiar envidioso, jefe celoso, etc. que hará lo que pueda para ver que tu plan fracase; de ahí se hizo famosa la frase de “mantén tus proyectos en secreto” aunque mi sugerencia es que elijas con quien los compartes.

Ejemplo 2: “Si das la oportunidad a otro conductor de integrarse a las vías primarias, los otros se querrán aprovechar de tu generosidad para hacer lo mismo”

Aplicación en la vida cotidiana: Pese a que mexicano es un ser generoso y cálido con el prójimo, nunca falta el oportunista que quiere aprovecharse de la ayuda ajena para beneficio propio, bien dicta la frase da una mano y te querrán sujetar hasta de los pies.

Ejemplo 3: “Deja meter a un tonto a tu carril y te arruinará el trayecto” 

Aplicación en la vida cotidiana: ¿A cuánta gente hemos dejado entrar en nuestra vida queriendo ser amables sólo para darnos cuenta que fue una equivocación? No digo que debemos cerrar la puerta a nuestro corazón ni nada, pero me parece que si deberíamos de ser más precavidos para que dichas personas no intervengan negativamente en el trayecto hacia la meta.

Ejemplo 4: “Piensa dos veces antes de hacer una imprudencia porque afectaras a todos” 

Aplicación en la vida cotidiana: ¿Les ha pasado que después de estar atorados por horas llega un momento en que este de pronto desaparece apenas pasaron al par de autos chocados? Entiendo que somos seres impulsivos y rara vez pensamos con la cabeza fría, pero bien dice mi mamá que la paciencia es una virtud, nunca sabemos que impacto pueden tener nuestras acciones sobre el resto de la gente a nuestro alrededor.

Ejemplo 5: “No uses el celular”

Aplicación en la vida cotidiana: Creo que es la lección más evidente, independientemente de que no está bien puedes causar un terrible accidente, si lo vemos en nuestra vida diaria, muchas veces estamos más al pendiente de lo que sucede en el teléfono que a nuestro alrededor, no prestamos atención a la gente que nos rodea, perdemos la oportunidad de tener una sana convivencia y aunque no dañemos fisicamente a las personas junto a nosotros si podemos ofenderlas por la falta de atención.



Continuará ...

Escrito por: Sue FC

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