viernes, 8 de mayo de 2015

Disertaciones: De posiciones y posturas

Se dice que la posición es la localización de una partícula en el espacio y la postura se refiere al modo en que un ser vivo, particularmente animal o humano, está colocado en el espacio. También se habla de posiciones y posturas ideológicas que sería un conjunto de conceptos o creencias con que una persona entiende o interpreta un fenómeno.

En esta ocasión me referiré a algo bastante mundano y placentero que tiene que ver con las posiciones sexuales, que para hablar correctamente no serían posiciones sino posturas. Desde que tengo ojos y conciencia, he escuchado un montón de dichos al respecto y con el paso del tiempo, además de entenderlo, me he iluminado en la praxis.

En mis inicios en éstas artes yo me preguntaba ¿cómo es que los hombres, o al menos mis tutores, sabían tanto a pesar de su corta edad? ¿Sería acaso que como parte de su estructura contaban con un chip con información posicional que las mujeres desconocemos? ¿O que su instinto, casi de navegante genovés, les indicaba cómo hacerlo?

Hasta el momento no tengo la respuesta exacta, creo que es un poco de ambas, que se suma a que la curiosidad de los hombres al respecto a los temas sexuales se alerta antes que en las mujeres y por lo tanto se informan a edad más temprana, además de que son ávidos buscadores de datos visuales que complementan su conocimiento.

Como casi toda mujer, inexperta en el arte amatorio, al principio tuve que aguantar las ocurrencias de mi mentor, que en ocasiones se limitaban a lo muy clásico y cualquier variante del muy famoso “chivo al precipicio”. Pero al menos era algo, porque francamente yo no tenía ni la más remota idea, aunque estaba llena de curiosidad y buena disposición.

Con el paso de los años, y en respuesta a mi afanosa búsqueda, me topé con un generoso Jedi del sexo, me costó un poco de trabajo reconocerlo, porque su apariencia no era del todo atractiva, pero como todo caballero galáctico, tenía una súper espada laser, y créanme que ahí entendí que la dimensión no lo es todo sino la habilidad para usarla, además de manejar perfectamente un compendio milenario de conocimientos anatómicos.

Al iniciar mi aprendizaje y con el fin de que el conocimiento fuera sólido, mi Jedi me introdujo desde lo fundamental, debía conocer perfectamente el material con el que trabajaríamos. Para esto, dejé encerrado en el closet todo el pudor que tenía, me volví completamente objetivas y casi apliqué el método científico. Aunque ustedes no lo crean, está parte es fundamental para luego decidir y practicar diferentes posturas.

Mi mentor me enseñó que hay posiciones que favorecen la obtención del placer masculino y otras el femenino, y que aunque en las películas –sobre todo en las pervertidas- se observa que ambos protagonistas se desgañitan en gritos de gusto por dos horas, esto no es del todo cierto. Lo cual me pareció evidente una vez que conocía los puntos divertidos de cada género.

También me demostró su teoría de que los caballeros galácticos, tienen múltiples habilidades y que lo último que emplean para el disfrute femenino, es su espada láser, toda vez que su uso excesivo puede llegar a causar molestia a las damiselas en cuestión. Aunque irremisiblemente para la complacencia de los Jedis deben proveerla de estímulos.

Una vez avanzada en la enseñanza, que me tomó varios meses, practicamos la ubicación espacial, la cual debe realizarse sin postura ideológica, es decir, no necesitamos memorizar el Kamasutra, sino el revés, hacer volar nuestra imaginación y dejar que las sensaciones nos dirijan y luego si queremos saber el nombre científico ubicarlo en la referencia bibliográfica.

Aprendí que hay posturas eficientes y otras de “fantasía”, las primeras nos llevan a alcanzar nuestro objetivo gustoso de manera segura en poco tiempo, y las segundas, son para el entretenimiento de los participantes y requieren más acción, además de concretar nuestras ocurrencias mentales.

Lamentablemente un día mi caballero galáctico tuvo que irse para seguir compartiendo su sabiduría con el resto del universo, para entonces yo había obtenido mi certificado de Jedi o al menos tenía la teoría en la cabeza y muchos buenos recuerdos resultado de la práctica. ADEMÁS SÉ QUE LA FUERZA SIEMPRE ESTARÁ CONMIGO.



Escrito por: Lu Co 

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