jueves, 11 de junio de 2015

El valor de una promesa

Desde que era pequeña he tenido problemas con las promesas y no precisamente las que yo he hecho aunque quizá si exista una que otra, como un “ya me voy a portar bien” o “no volveré a sacar malas calificaciones”, pero los problemas que hasta hoy me aquejan son cuando un tercero me promete algo y por alguna razón no puede ser cumplida.

Recuerdo que mi papá en algún momento, cuando tenía aproximadamente 6 años,  me prometió una bicicleta y por “x” o “y” esa bicicleta no pudo ser mía hasta que cumplí 11, desde esa primera desilusión comprendí el valor de una promesa y lo triste y decepcionado que uno se siente cuando cierta persona no puede cumplir con su palabra. Por supuesto que hay cientos de factores que influyen y muchos de ellos no están bajo nuestro control (sino es que la gran mayoría), que si el trabajo, que si el dinero, que si el jefe, que si las prioridades son otras, que si a Chuchita la bolsearon, etc. Tal vez uno como adulto puede entender cientos de causas (aunque en lo personal me parecen más excusas que otra cosa), pero una niña no, desde ese mal recuerdo de mi primera promesa rota soy algo exigente cuando se trata responder por lo prometido.

Hay una frase por ahí que dice no prometas algo que no vas a cumplir, y a quien quiera que la haya dicho le doy un aplauso sino es que varios, ¿cuál es la necesidad de estar diciendo que uno va a hacer algo cuando no es cierto?, ¿culpa quizá?, ¿compromiso?, ¿por quedar bien?, por ejemplo, te invitan a una fiesta y prometes que vas a ir cuando sabes que no lo harás, ¿por qué? ¿acaso no es más fácil decir la verdad desde un inició y no crear falsas ilusiones?

Tal vez no tengo una lección de niña sobre cumplir promesas, pero si con mentir, desde que tengo memoria mi mamá me enseño que eso no esta padre, puede que las promesas no siempre vayan acompañadas con una mentira o al menos esa no es la intención pero aveces si, no te consta que podrás hacer algo y ahí andas prometiendo en vano, te conoces mejor que nadie y sabes cuando algo está a tu alcance y cuando no. .

Estoy casi segura que hay muchas cosas de las que uno no tiene la certeza, sobre todo las que incluyen un siempre, por ejemplo, siempre te voy a querer o amigos por siempre, dicen por ahí que el siempre nunca se cumple, aunque me queda claro que si existen amistades largas y duraderas pero eso no significa que sean para siempre, es algo relativo ¿no?

Y si a eso le sumas un te prometo, en lo personal creo que la cosa está medio fregada, principalmente porque como les he mencionado antes no he tenido suerte con las promesas, tal vez el problema soy yo, que cuando comentan algo que planean hacer pongo ojitos del gato con botas y se comprometen conmigo, ya sea desde una bicicleta hasta un viaje a Chinconcuac, pero la realidad es que preferiría lidiar con un no puedo  o no aseguro nada, que con un corazón roto por haberme creado falsas ilusiones.


Las reglas puede que estén para romperse pero un pinky promise no debe tomarse a la ligera.


Escrito por: Sue FC 

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