viernes, 5 de junio de 2015

DISERTACIONES: COMO TE VEN TE TRATAN…

¿Qué opinan? Hoy mientras comía con mi pequeño monstruo, que dicho sea de paso tiene una apariencia que a me parece encantadora, pero a algunos otros adultos les podría parecer “pandrosa” y “desarreglada”, platicábamos acerca de su futuro laboral. Recientemente ha estado buscando opciones para hacer su servicio social y hasta el momento no le han puesto ningún pero por su capacidad intelectual pero si ha recibido señalamientos de la manera en que debe vestirse para incorporase a la empresa.

En ese sentido vive casi atormentado porque se niega a modificar su apariencia y sobre todo a desprenderse de su “gorro” que al parecer considera parte fundamental de su ser. No tengo la certeza de porque le resulta indispensable, quizá es de cabeza fría o éste evita una fuga masiva de ideas, para mi es lo de menos, no merma su inteligencia ni su calidad como persona.

Por supuesto yo no tengo ningún argumento convincente para que se desprenda de él. Aunque le expuse parte de la retórica que sustenta el requisito de cumplir con una cierta apariencia para sumarse a la plantilla de una empresa privada o dependencia gubernamental. Sin embargo, su argumento es contundente, en empresas trasnacionales líderes no tienen ese requisito tan absurdo, ahí están centrados en reclutar a personas brillantes, capaces, disciplinadas y emprendedoras, en lo que menos se fijan es si tiene un agujero en los tenis o un tatuaje en medio de los ojos.

¿Entonces yo me pregunto por qué en la mayoría de los sitios (al menos en México) se fijan tanto en ese detalle tan poco significante? No lo entiendo y creo que tampoco lo aceptaré jamás. Yo misma he tenido que escuchar en muchas ocasiones el mismo señalamiento, sin embargo mi esencia se ha negado permanentemente al cambio, y debo confesarles que al final del día, la exposición de mi capacidad ha superado mi apariencia. Todas las personas con las que he tenido el gusto de trabajar acaban por aceptar como me veo.

Por supuesto que no tengo tres ojos, ni un tatuaje que cruce mi cara, sin embargo me niego a usar vestido, falda, tacones, maquillaje o algún otro implemento que me haga sentir incomoda. ¿Cómo para qué?

He tenido la oportunidad de observar a algunas de mis compañeras de trabajo que usan ropa que yo considero casi antinatural, particularmente los zapatos con plataforma de 13 cm. que las hacen caminar de manera extraña y además deforma desde los dedos de los pies hasta el cuello. O faldas y vestidos tan ajustados, que además de provocar la distracción permanente de algunos de mis compañeros, terminan por convertirse en un problema porque limitan su movilidad, tienen que volverla a colocar en su lugar a jalones, cada que éste intenta enrollarse en su cintura.

¿Apariencia o Contenido? ¿Ustedes que elegirían, trabajar con una persona vestida de manera más que adecuada según los estatutos del sitio donde laboran pero con sólo dos neuronas activas o con alguien de apariencia “alternativa y relajada” pero que desempeña sus actividades de manera más que eficiente?

Yo sé que existen puntos medios, es más he tenido el gusto de conocer a más de uno que cumple con ambos requisitos a la vez (aunque hasta el momento no he coincidido con alguien que cuando hace sus actividades cotidianas fuera de su oficina se ponga un traje o vestido y medias), ¿Pero qué pasa si no es así? ¿Qué debe priorizarse para elegir, fondo o forma?

Ahora que están de moda los temas electorales ¿Para elegir a su representante político tomarían en cuenta que fuera “bonito, adecuado y a la moda” o “inteligente, honesto y capaz”? Creo que la respuesta es obvia… ¿o no?

Yo estoy completamente de acuerdo en que las personas no deben ir a la oficina oliendo a chivo de monte correteado, que su apariencia debe ser limpia y de alguna manera agradable a la vista; pero bajo ningún motivo debe ser condicionada a vestirse de alguna manera determinada que presuntamente le da una apariencia “formal”.

¿Qué es eso de formal? Los únicos atributos que se me ocurren al pensar en formal es legal, educado, disciplinado, que cumple su palabra, etc. pero todos ellos son abstractos, ¿Será que usar una falda o un vestido me hacen ser una persona responsable por el sólo hecho de ponérmela? ¿Será que un traje y una corbata pueden quitarle a un hombre lo flojo y lo patán?

Recuerdo a mi papá, a sus amigos, a mis tíos, etc. diciendo la frase COMO TE VEN TE TRATAN, seguramente a ellos se las inculcaron y así sucesivamente. Creo que incluso que ellos podían decidir aceptar o no a una persona dependiendo únicamente de su apariencia, pero también estoy convencida que los modelos de pensamiento han evolucionado y actualmente ese concepto está fuera de lugar sobre todo si nos tomamos el tiempo de racionalizarlo.

Un perro con suéter sigue siendo un perro…



Escrito por: Lu Co 

1 comentario:

  1. Compañera de escuela virtual. Me agrada tu forma de pensar y expresarte, en definitiva comparto tu ver y sentir. Soy actriz y la moda tacones no es lo mío. Tu hijo sin duda es un reflejo de tu ideología lo cuál admiro. Seguiré conociendo tu blog y haciendo comentarios. Saludos cordiales. Katria Rodríguez.

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