JUEGO DE MANOS ES DE
VILLANOS, las personas que tenemos algún tiempo en éste mundo, hemos escuchado
muchas veces ésta frase y hasta se la hemos repetido a nuestros hijos, sin
embargo no siempre es utilizada en su correcta acepción, toda vez que pensamos
en un villano, como una persona malvada y el dicho se refiere a un habitante de
una villa o pueblo y juego se refiere
a realizar acciones con un alto componente físico agresivo (breviario cultural).
A mi particularmente
éste dicho me parece muy divertido, específicamente cuando pienso en el juego
de manos, para mi JUEGO DE MANOS NO ES DE VILLANOS, MÁS BIEN DE ARTESANOS, es
decir, de personas que tienen como mejor herramienta de trabajo éstas
extremidades y son capaces de transformar la materia en arte.
Además de la capacidad
creadora, las manos son las encargadas de alimentar el alma mediante el sentido
del tacto y son transmisoras de mensajes emocionales. También nos permiten
comunicarnos mediante el lenguaje de señas, y no hablo precisamente de esas que
expresan la molestia de algunas personas y hacen remembraza de alguna
progenitora.
Un apretón de manos
puede transmitirnos confianza, cariño, seguridad y en ocasiones hasta molestia.
Dar una palmada en la espalda o en el hombro a alguien que pasa por una
situación difícil puede hacer la diferencia en que la persona aligere su carga
o caiga en depresión. Y un apretón firme, pero no violento, en un niño puede
hacerle entender que su conducta no fue la adecuada y que es tiempo de
corregirla.
Algunas mujeres cuando
tenemos la oportunidad de salir con un hombre que nos resulta lindo, tenemos la
expectativa de si sabe o no usar las manos. En algunas ocasiones nos topamos
con sujetos poco delicados, quienes lejos de proporcionar confianza nos hacen
caer en pánico, toda vez que tiene las manos tan sueltas que nos resultan
invasivas. A la menor provocación acciona sus extremidades e intenta tocar todo
lo que puede. Eso no está nada lindo, lejos de ser estimulante alerta nuestro
sentido del peligro y nos alejamos en cuanto podemos para ponernos a salvo ante
el temor que nos lastime o toque algo que no se nos antoja que haga.
En contra parte, están
los hombres que tienen las manos adheridas al cuerpo, son incapaces de
comunicar confianza y cariño con ellas. Y si llegamos a relacionarnos un poco
más con ellos, cuando llegamos al momento romántico, materialmente “no meten
mano”.
A mi particularmente me
gustan las manos de los hombres y espero que estás sean fuertes, seguras y
hábiles. No hay nada mejor que toparse con la sorpresa que el sujeto en
cuestión es un buen “tocador”, que sabe acariciar con tiempos y acentos. Y que
no tiene complejo de veterinario (se los dejo de tarea), y toca a las mujeres
como si fueran vacas.
Por su parte la mayoría
de las mujeres tiene la capacidad innata de usar las manos de la manera
adecuada para demostrar cariño, creo que tenemos un chip que nos hace delicadas
para tocar, sin embargo algunas no tienen la confianza para hacerlo. Quizá nadie
les ha mencionado lo bien que se siente recibir una caricia de su parte o no
han comprobado su capacidad estimuladora.
Creo que es muy
recomendable, que todas las personas, se tomen un tiempo para aprender y
practicar las capacidades manuales, es muy probable que encuentren a algún
acomedido que les permita practicar.
Escrito por: Lu Co
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