jueves, 27 de agosto de 2015

Perros y cajeros

Hace no mucho encontré una imagen de una mujer y un hombre divididas en dos cuadros junto con una frase, la de la mujer decía “No soy perro, no me silbes” y en el del hombre “No soy cajero automático, no esperes que pague”; después de mirarlas con atención debo confesarles que me causó confusión dicha comparación…

En el caso del hombre / cajero, ¿realmente se sienten ofendidos al pagar una cuenta?, supongo que a eso se refieren ¿no?, ¿les molesta ser ustedes quienes gastan en una cita?, si es así les ofrezco una disculpa en nombre de todas las mujeres, a mi en lo particular nunca me ha gustado que me paguen NADA ni comida, ni cine, ni café, ni nada,  me hacen sentir un tanto inútil e interesada dado que en una salida lo último que espero es que mi galán en turno sea quien pague, siempre me he ofrecido a pagar mi parte aunque creo que nunca o muy pocas veces lo han permitido, sin importar mi resistencia, por supuesto que es un gesto, detalle, atención o como quieran llamarle que se agradece, pero les aseguro que muchas mujeres (porque no dudo que si exista una que otra interesada), que preferimos mil veces una buena plática y dividir la cuenta, que salir con el hombre mal educado del circo pero que absorba todos los gastos.

Ahora veamos el caso de la mujer / perro, en esta situación me parece un poco más lógica la molestia por la acción, en parte porque soy mujer y he sido víctima de un sinfín de silbidos por personas poco educadas cuyo propósito parece ser el de ofender y por supuesto que no falta el comentario incomodo, como el típico “chiquita”, “mamasita”, etc. A diferencia de la inconformidad de los hombres donde su situación puede resolverse por ustedes mismos, las mujeres nos encontramos del otro lado, claro que podríamos decirle al poco hombre que nos faltó al respeto que se calle o algo así, pero ¿realmente creen que funcionaría? Tristemente vivimos en un México donde una no puede vestirse con short, falda o vestido sin arriesgarse a que algún pelafustán diga un comentario fuera de lugar que nadie pidió; realmente no entiendo qué necesidad tienen de que nos enteremos lo que piensan sobre nosotras.


Por supuesto que nosotras también hemos visto cada bombón en la calle que hace que nuestros ojos casi se salgan de sus cavidades, la única diferencia es la prudencia y respeto, él no tiene ninguna necesidad de saber que me resultó atractivo y si se lo grito de una manera vulgar y corriente no hará que él se fije en mí y me invite a salir. Lo que me lleva a pensar ¿qué ganan ellos diciéndonos sus pensamientos? ¿Realmente creen que después de gritar "tsssssss mamasita" vamos a voltear a darles nuestro número telefónico? o ¿que regresaremos a decirle "gracias, tu también estás muy guapo"?

Aclaro que no todos son así, gracias a Dios hay muchos hombres propios y educados que si bien no pueden evitar voltear guardan sus comentarios dentro de su boca, pero creo que la comparación del cajero con el perro es muy dispareja, a cualquier hombre que se sienta así le cambio sin pensarlo la posición, yo pago la cena si él sé vuelve acosado por todo aquel que siente que tiene derecho de hacerlo.

Si alguno de mis lectores masculinos es así, le pido por favor que reflexione dos veces antes de hablar, no ganan nada, pero si nos hacen sentir lo más incomodas del mundo...

PD: Si ves a alguien faltando el respeto a una mujer, no te quedes callado.

Escrito por: Sue FC ❤

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