Para este artículo dejé a un lado la corta definición que el diccionario da (mujer casada con un príncipe o hija de un rey) y opté por preguntarle a la pequeña que vive en mí, lo primero que me dijo fue que es una persona aparentemente débil pero por dentro es más fuerte de lo que creen, lucha por sus sueños y defiende sus creencias, son seres románticos y también dramáticos, además de que reaccionan por arte de magia a los besos.
Después de escuchar a mi niña no pude evitar sonreír ante su
ilusa descripción, pero, ¿qué esperaba de alguien que ha visto cientos de veces
los clásicos de Disney? Quizá mi pequeña tiene toda la razón si lo vemos en el
contexto de las películas, pero, ¿cómo es una princesa en el mundo real y
actual?
Una princesa es alguien educada, inteligente, con principios
y valores, bella (especialmente por dentro), bien hablada, culta prudente,
conquistadora, justiciera, proactiva, asertiva, humilde, intrépida, audaz,
valiente, y ¿por qué no? Romántica. Después de pensar en numerosas conocidas me
di cuenta que casi no hay princesas en nuestros días, ¿cuándo sustituyeron las
groserías por el buen lenguaje?, ¿en qué momento prefirieron embriagarse hasta
perder la conciencia en lugar de leer? ¿quién les dijo que es más sexy perrear que sonreir? Y para colmo se
quejan ante la ausencia de los príncipes novelescos cuando ellas no están ni un
poco cerca de ser una princesa.
Una de las películas que más vi durante mi tierna infancia
fue “La princesita”, recuerdo que una
de mis frases favoritas era “TODAS LAS NIÑAS SON PRINCESAS”, ¡cuán decepcionada
estaría la protagonista si viera en lo que se convirtieron todas esas niñas!
Pasaron de ser princesas a mujeres de poca calidad y ¿a cambio de qué? ¿Verse
“modernas” quizá? ¿Aceptación por el género masculino?
Aunque claro que no todo está perdido, aún existen unas
cuantas por ahí, que saben comportarse a la altura de las circunstancias, son
dinámicas y actuales sin caer en la vulgaridad, puede que lleguen a ser
criticadas por sentirse “hechas a mano”, pero tienen toda la razón de sentirse
de ese modo, claro que hacen dramas pero porque sienten las emociones en su
máxima expresión, sin embargo les aseguro que son seres nobles de corazón,
siempre dispuestas a dar una mano y hasta un pie de ser necesario.
¿Cómo reconocerla? Es posible que cuando comiences a
tratarla te des cuenta de lo especial que es y ella querrá salir huyendo como
la Cenicienta, ante el miedo de entregarle su corazón a alguien que no sabe si
podrá cuidarlo; mi consejo es que si realmente la quieres vayas tras ella,
seguramente caerá ante la magia de un beso si este es de amor verdadero.
Así que mis queridos príncipes si llegan a conocer a una
cuídenla y protéjanla porque estamos en peligro de extinción…
Escrito por: Sue FC ❤
Creo que todas las niñas llevan a una princesa dentro de sí pero hay que ser lo suficientemente capaz de ser el príncipe que ellas necesitan para despertarla.
ResponderEliminarSi, posiblemente todas tengamos una princesa dentro, algunas mas escondidas que otras
EliminarCreo que todas las niñas llevan a una princesa dentro de sí pero hay que ser lo suficientemente capaz de ser el príncipe que ellas necesitan para despertarla.
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