martes, 28 de julio de 2015

DISERTACIONES: DROGAS Y MULETAS

Hoy cuando veía una película llegó a mi oído una frase que me hizo reflexionar respecto a un tema que ya tengo bastante claro, sin embargo me pareció oportuna compartirla. “Entiendo que tomes drogas para divertirte pero no para olvidar los problemas, porque cuando pasen el efectos, los problemas seguirán ahí”.

En primera instancia me parece importante definir que es una droga en el término más amplio. Mi amiga Wikipedia dice que es una sustancia que se utiliza con la intención de actuar sobre el sistema nervioso con el fin de potenciar el desarrollo físico o intelectual, de alterar el estado de ánimo o de experimentar nuevas sensaciones y cuyo consumo reiterado puede crear dependencia o tener efectos secundarios indeseados.

Bajo ninguna circunstancia me parece oportuno recomendar a alguien el consumo de alguna droga, el porqué es muy sencillo, más allá de cualquier prejuicio moral y posible daño a la salud, no debemos olvidar que son substancias prohibidas, su consumo atenta contra el marco jurídico y hacerlo puede derivar en que nos hagamos acreedores a una sanción que pone en riesgo el valor más preciado para mí: La libertad.

Por supuesto que hay múltiples foros de discusión respecto a la legalización de las drogas, cuyos participantes tienen argumentos válidos para defender su postura, pero mientras se legalizan o no, por el sólo hecho de estar restringidas por la ley pueden acarrear múltiples consecuencias negativas para el consumidor e incluso afectar a su familia.


En otro orden de ideas, más allá de la legalidad, creo que la curiosidad es el principal móvil que lleva a las personas a probarlas, hecho que personalmente no me parece condenable, sino por el contrario bastante normal en la naturaleza humana. Me han contado (jajaja), que la experiencia es muy aleccionadora, toda vez que la estimulación sensorial que nos provoca solo se puede comprender si se experimenta, la manera de percibir las cosas es otra, que bien puede convertirse en una experiencia positiva o negativa dependiendo de la personalidad y contenido del individuo.

Sin embargo, como cualquier otra adicción, su consumo puede convertirse en un problema cuando el usuario lo toma como prioridad en su vida y deja de cumplir con sus responsabilidades o cuando estar bajo los efectos del estimulante es la única forma de convivir armónicamente con su realidad. En este caso se convierte en una “muleta” que le hace soportable su existencia.

En mi vida he tenido la oportunidad de convivir con muchos consumidores de drogas de todas las edades y condiciones sociales, la mayoría de ellos debo confesarles son de mi completo agrado y lo menos que merecen es respeto al final del día “cada quien sus vicios”, pero es indispensable que no intenten inducir u obligar a nadie a que comparta sus gustos por su estimulante favorito, que a ellos seguramente les resulta un placer pero que para otros puede convertirse en un problema.

Y tras reflexionar en la frase de la película, estoy casi de acuerdo, si el consumo de alguna droga es por vivir la experiencia y aprender de ella en mi perspectiva es válido hacerlo siempre y cuando no se tome como oficio; pero usarlo como muleta para evadir los problemas que debemos resolver, solo consiguen postergarlos, pero no lo podrán hacer indefinidamente, así que lo mejor es armarse de valor y enfrentar las situaciones adversas.

PD: Recuerdo que en mi tierna infancia, además de correr de los dinosaurios, las personas mayores nos advertían que debíamos alejarnos de los “mariguanos”, porque eran casi sinónimo del diablo, seres sub humanos de ojos rojos y malas intenciones, hoy cuando pienso en un “mariguano”, vienen a mi mente desde mi mejor amigo, mi comadre o un pintor renombrado… ninguno de ellos me causa temor.

Escrito por: Lu Co

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