La responsabilidad es en el
sentido más amplio un valor de la conciencia que nos permite considerar,
reflexionar y valorar las consecuencias de nuestros actos, o al menos esos nos
dice Wilkipedia.
Entonces… yo puedo concluir
que la responsabilidad vital es asumir nuestra vida no sólo como un cúmulo de
anécdotas que nos hacen actuar y forjar una perspectiva de nuestra experiencia
existencial, sino como un acto de alimentar el alma, orientado a que nuestras
acciones sumen elementos positivos en nuestro diario devenir, y mejor aún en el
de los demás?
Suena complicado, verdad?
Pero es más simple de lo que parece…Desde que yo tengo conciencia escuché un
dicho muy sabio que reza: Trata a los demás como quieres que te traten. Esa
frase ha dado vueltas y vueltas en mi cabeza por varias decenas de años y ha
determinado mi ser, sumada a una frase que tuve la fortuna de conocer en la
escuela, acuñada por el Benemérito de las Américas que dice: El respeto al
derecho ajeno es la paz.
Analizando y asociando ambas,
he intentado relacionarme con las personas con el cariño y el respeto que me
tengo a mí misma y a veces las experiencias al toparme con personas que carecen
de éste sentimiento de civilidad y cortesía ha sido verdaderamente aleccionador:
“no me vería linda siendo así” y “estoy segura, segura que no quiero ser así”.
No debo permitir que nadie me robe la sonrisa ni la ilusión que despierta
conmigo cada día.
También me he encontrado con
personas bien intencionadas que quieren hacer un mundo mejor para todos, sin
embargo, su método impositivo e intolerante lejos de sumar replicadores los
alejan, un ejemplo claro son las personas que exigen a la mamá de un niño que
deje de jalonearlo y regañarlo en la calle, gritándole cualquier clase de
improperios y amenazándola con someterla a un trato similar… qué es eso?
Al final del día sé que no
puedo obligar a nadie a actuar de manera distinta a lo que su conciencia le
dicta, aunque sospeche que ésta se fue de vacaciones a Acapulco y cuando
intentó regresar le tocó un bloqueo magisterial y desistió de volver.
Pero sí debo responder con
una sonrisa a cada persona que interactúe conmigo; cuando manejo debo ceder el
paso a otros vehículos y principalmente a los peatones que en ocasiones me regalan
una sonrisa y en la carretera disminuir la velocidad cuando alguien intenta
rebasar para no poner en riesgo su seguridad y la de sus acompañantes, etc.
Para mí es importante no
emitir un juicio de valor (está bien o está mal) respecto a las acciones o
argumentos de los demás particularmente cuando no obtuvieron resultados
positivos, toda vez que con su consecuencia “tienen” para que todavía deban ser
sometidos al escrutinio de los demás y a sus índices de fuego que se regocijan
señalando los errores ajenos sin considerar los propios, creo que un poco de
actitud solidaria y silencio es mejor.
En todo caso podríamos hacer
junto con el “presunto responsable” un análisis constructivo del procedimiento
e intentar reorientarlo o perfeccionarlo para que no se vuelva a repetir la
equivocación, esto siempre y cuando sea a solicitud del interesado.
Me parece que convivir con
nosotros mismos debe ser un gusto e interactuar con los demás un verdadero
placer sin importar las similitudes o diferencias. Al parecer de manera natural
y consiente buscamos personas similares a nosotros para cultivar amistades, sin
embargo yo tengo gran aliciente en asociarme con personas distintas a mí que
comparten su perspectiva de la vida y me señalan ópticas que no sabía que
existían.
Escrito por: Lu Co
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