A muchas personas les da seguridad
ser propietario de algo, no importa que sea, un juguete, una televisión, un
coche o una casa. Yo particularmente estoy orientada al SER… pero eso es otra
historia… muy larga.
No me atrevería a cuestionar
a las personas que tienen como meta obtener objetos materiales, pero si me dan
curiosidad aquellas que aspiran considerar como suya a una persona. Es común
escuchar conversaciones que incluyen frases como: “Mi mamá, mis hermanos, mis
amigos, mi novia, mi esposo, etc”.
Tengo entendido que en todos
los países está prohibida la esclavitud “nadie puede ni debe ser dueño de
nadie”, todos los seres humanos somos libres de actuar y decidir lo que más
convenga a nuestros intereses. Sin embargo, en la práctica a veces parece
diferente, particularmente en los vínculos que se establecen entre hombres y
mujeres.
Es muy común saber de
mujeres y hombres que han visto disminuida su libertad paulatinamente por
“recomendaciones” de sus parejas sentimentales, que han dejado de hacer
actividades o frecuentar a personas porque a su “pareja” no les acababa de
complacer y les aconsejaron dejaran de hacerlo porque podrían sentirse
desilusionadas o hasta molestas.
Pueden creerlo? En pleno
siglo XXI, en 2015 cuando la realidad de la película Volver al Futuro II nos
alcanzó, observamos a personas que han cedido su voluntad al albedrío de una
tercera… He tenido la oportunidad de platicar con algunas de ellas que sin ser
cuestionadas siquiera intentan justificar su manera de vivir.
Respetuosa como soy, no considero
prudente pedirles explicaciones, pero no puedo dejar de reflexionar al
respecto, sobre todo porque la libertad es un derecho fundamental protegido
hasta por la Constitución! Definitivamente cada quien es como decide ser (en el
mejor de los casos).
Sin embargo quisiera
hacerles algunas sugerencias:
· La única voluntad que ustedes pueden determinar
y controlar es la suya, es decir que sólo tienen el mando sobre sí mismos (eso
ya es un reto).
· El amor es libre. Si están involucrados
sentimentalmente con alguien, dense el lujo de ser valorados y queridos por lo
que son, no obliguen a esa persona especial a que los quiera por coacciones
físicas, psicológicas o verbales.
· Tampoco permitan que ninguna persona los
presione para cambiar su libre decisión de actuar y decir lo que su conciencia
les dicte.
· Sean generosos si coinciden con una persona
que actúe de manera contraria a lo que parece convenirle, escúchenla y denle
acompañamiento y apoyo, que seguramente la Justicia Divina se los retribuirá.
· Y lo más importante, POR MUCHO QUE SE LES
ANTOJE Y SE LOS OFREZCAN, NO ACEPTEN UN ESCLAVO, NI SOMETAN A NADIE A SU
VOLUNTAD, ¿para qué?.
Escrito por: Lu Co
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