lunes, 18 de diciembre de 2017

Sólo diez minutos

Todas las mañanas de lunes a viernes, estaciono mi coche en el deportivo de “Villa Olímpica” toda vez que en el corporativo en el que trabajo optaron por reducir los lugares de estacionamiento para los empleados de menor nivel o como yo les digo “los simples mortales”, así que es prácticamente imposible asegurar un lugar, por lo que tenemos que recurrir a otras alternativas.

Así que tengo que caminar unos diez minutos para llegar a la oficina, ustedes pensarán ¿qué tiene de malo un poco de ejercicio matutino?, la verdad es que no hay nada de malo en simplemente caminar, pero he de confesar que me da miedo por lo que al salir de mi auto le marco a la única persona que sé que haría algo al instante si tuviera algún incidente.

¿Miedo? Si miedo, miedo por ser mujer y para colmo aparentar una edad menor de la que en realidad tengo, todos los días tengo que soportar los piropos y miradas de los gentiles caballeros, miedo de caminar sola y que algo llegue a pasarme.

Sólo son diez minutos de hablar por teléfono para sentirme a salvo, pero a veces esos diez minutos pueden cambiarlo todo …

Ellos tuvieron diez minutos para darse cuenta de mi rutina en la mañana, salir del estacionamiento, sacar mi celular y marcar el número de mi mamá, platicar de alguna tontería mientras caminaba apresuradamente.

En menos de diez minutos supe algo no estaba bien, alguien me veía, no supe quien era porque siempre hay alguien observando y murmurando.

Antes de que se cumplieran esos diez minutos de cada mañana, el auto se orillo y ellos descendieron, antes de que pudiera marcar el número, me tomaron por la fuerza y arrastraron al coche.

Fueron diez minutos que lamenté profundamente porque sabía que no me encontrarían fácilmente, me jalonearon y ultrajaron por más de diez minutos hasta que llegamos al destino final en el que solo Dios sabe que me esperaba, ¿y qué pasaría después? Probablemente me sumaría a la lista, esa donde se encontraba Mara Castillo u otras cientos de chicas desaparecidas.

Diez minutos que cambiaron el rumbo de mi vida …

La historia anterior, no es real, afortunadamente nada me ha sucedido, pero lo cierto es que es algo que pienso que me ocurrirá cada mañana, porque vivo en un país donde las mujeres son las culpables de lo que les pasa, simplemente por ser mujeres.

Ni una menos.


Escrito por: Sue FC

miércoles, 1 de noviembre de 2017

DISERTACIONES: ¿IMPERIO TELEVISIVO?

¡Ver para creer o vivir para contar! En días pasados el Director General de Televisa anunció que dejaba el puesto que ostentaba en la cadena de televisión, aunque no la presidencia, toda vez que los tiempos cambiaban y era momento de dejar que nuevas personas se hicieran cargo de ella para renovarse.

Creo que si mi padre viviera no lo podría creer, toda vez que en “sus tiempos” esa cadena de televisión dominaba ese medio de comunicación masiva, eran los dueños de la atención de la mayoría de la audiencia y manipuladores de la información que determinaba la percepción de la opinión pública.

Casi todas las personas mayores de 50 años tuvieron a bien llorar con "La Colorina", enfurecerse con la maldad de los villanos de Cuna de Lobos o alguno de esos súper dramones que se transmitían en el horario estelar de la noche por el canal 2. ¿Quién no sintonizaba a Jacobo Zabludovsky para que nos informara de los que pasaba en el país y en el mundo?

¿Será cierto entonces que todo por servir se acaba o será que los directivos de tan poderosa televisora nunca escucharon el lema “renovarse o morir” o simplemente que el internet “les comió el mandado”? Quizá un poco de todo. Lo que sí es evidente es que la sociedad evolucionó y la cadena de televisión se quedó instalada en el cómodo éxito que tenían sus contenidos "explotadores de la miseria humana".

Imagínense, hace varias décadas una telenovela podía desarrollar en 500 capítulos la historia de una “pobre madre” que había perdido a su hijo y al parecer lo buscaba de casa en casa o preguntando a todos los malvados que se empeñaban por esconder el paradero del susodicho. Ahora con las redes sociales y los nuevos mecanismos de búsqueda de personas extraviadas bastaba que se pusiera una alerta Amber y solicitar a los millones de internautas su colaboración.

O que tal el caso de la mujer sufridora a la que todo le pasaba, desde que la maltratara el marido, la suegra, el tío, el cuñado, el mayordomo y la cocinera, hasta que fuera despojada de sus ahorros encerrada en la soledad de su cuarto. En esos tiempos bastaría que grabara con su celular el trato cruel de que es objeto, para que su marido fuera exhibido en los medios de comunicación como Lord Maltratador, lo que llevaría a una investigación, en primera instancia de las autoridades, luego de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y quizá la víctima fuera considerada para una diputación plurinominal o al menos calmarían su pena dándole una camioneta, un viaje a la playa y un crédito de PYME para que iniciara su propio negocio y dejara de batallar.

¿Cómo esperaba la susodicha televisora continuar con la misma fórmula si la sociedad y los medios de comunicación ya no son los mismos? Ahora los niños ya no son felices si como premio a su esfuerzo les dan una dotación de bubulubus, una mesa de centro de muebles Troncoso y una avalancha. Y menos aún están interesado en ver un concurso que consiste en echarse de una resbaladilla con una pelota en mano e introducirla a un bote. Actualmente los menores exigen retos digitales que impliquen el uso del intelecto.

Por supuesto la televisora hizo algunos cambios en sus formatos y quizá en su forma de comunicación e incorporó algunas herramientas tecnológicas, pero en los contenidos definitivamente no dieron en el clavo. Clara evidencia de que el dinero no sirve de nada si no se tiene creatividad y al parecer no encontraron en sus filas a alguien con un dedo de frente capaz de interesar a la nueva audiencia.

No obstante que yo no soy fiel seguidora de los programas de Televisa, espero que los nuevos directivos cambien sus apuestas hacia programas inteligentes y con una temática actual. Definitivamente el mayor problema de las mujeres en esta época no es como sorprender a su marido a la hora de la comida ni como quitar la mancha de guacamole del uniforme de sus hijos. Y los hombres han diversificado su papel de macho proveedor, ahora participan de manera activa en la logística del hogar, la crianza de los niños y mantener actualizadas sus competencias cognoscitivas para no ser obsoletos en el mercado laboral.





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Siempre hay mejores formas de entretenerse que viendo dramas ajenos, por ejemplo leyendo El Sabor de los Sueños y por cierto, si están interesados en saber un poco más de la autora pueden ver sus entrevistas en   https://www.youtube.com/channel/UCnW1x7Rw5z2X-bqSQQiFp8A, además hay un video del libro que es muy lindo y “emocionantivo”. Si aún no han adquirido El Sabor de los Sueños, les dejo mi correo electrónico, lourdescossio2000@yahoo.com.mx seguimos en la venta de recuperación (ya nos falta menos).


Escrito por LuCo

lunes, 30 de octubre de 2017

El primer paso

Hace no mucho tiempo en mis ratos de ocio en Facebook, un viejo amigo posteo la siguiente pregunta “¿Por qué las mujeres no dan el primer paso?” entre las muchas respuestas que recibió por parte de sus conocidas, una que otra dijo que ellas si lo hacían, pero, hubo una en particular en la que varias coincidieron: “Porque nos llaman zorras”.

Siendo sincera, cuando leí la pregunta, esa respuesta fue la primera que vino a mi mente,  cosa que me dejo pensativa y un tanto molesta por esos malditos roles que datan de la época de las cavernas, donde a alguien no muy brillante (si me lo preguntan), dijo que el hombre tiene que dar el primer paso, ser quien tenga la iniciativa e invite a salir. Y la mujer por su parte se quede sentada a esperar como princesa en castillo, de lo contrario es tachada de fácil, zorra o cualquier otro horrendo adjetivo calificativo que se le parezca.

Durante mis primeros años en la incursión al romance, fui una ingenua y firme creyente de todas las enseñanzas de las películas Hollywoodenses para “tener” al hombre de mis sueños o en todo caso no salir lastimada, puse en práctica los consejos de las protagonistas tales como: hacerme la difícil, no llamarlo aunque muriera por hacerlo, creer que todos son iguales, tratarlos mal y ni hablar de acostarme con ellos porque eso es lo único que les interesaba y después me botarían.

Sin embargo a base de tropiezos, corazones rotos y un sin número de decepciones amorosas, descubrí que todos esos consejos con resultado de felices para siempre sólo funcionan en las películas.

Con ese descubrimiento en mente decidí olvidarme de todas esas tonterías y hacer lo que me diera la gana, es decir, si quería verlo lo invitaba a salir, en la primera cita si moría por darle un beso se lo daba, si quería saber de él o simplemente lo extrañaba le escribía, y así sucesivamente, me prometí a mi misma que no me quedaría con ganas de haber hecho algo que lamentaría después.

¿Con eso evité desilusiones y tener el corazón roto? No, y aunque si disminuyeron (un poco), tengo perfectamente claro que el resultar herida es inevitable, así es el juego de amor, puedes no llamarlo y esperar pacientemente a que tu príncipe azul venga al rescate o bien salir del castillo y tener iniciativa propia.

Si hay algo de verdad en eso del “amor verdadero” o la “media naranja”, estoy segura que esa persona te amará sin importar cuan difícil seas, quizá incluso te sorprenda todo lo que puedes lograr con sólo dar el primer paso.


Escrito por: Sue FC

miércoles, 25 de octubre de 2017

DISERTACIONES: GRITOS, PELLIZCOS Y EMPUJONES

Esta semana circularon por las redes sociales, entre otros millones de videos, las grabaciones de dos sujetos cuya proeza merecedora de ser difundida y conocida por miles de internautas, fue agredir a alguien. ¿Qué opinan? Actualmente basta con comportarse como un cavernícola para llamar la atención de la opinión pública y hasta conseguir un club de fans. Las imágenes por supuesto se replicaron en los noticieros y diversos programas de televisión. ¿Les parce que lo merecen? ¿Es esa la calidad de contenidos que el público necesita? ¿O acaso la audiencia es tan morbosa que únicamente se siente atraída por incidentes tan banales?

En uno de ellos un “actor” o para ser exacta, un protagonista de novelas de Televisa  tuvo a bien bañar de insultos a un reportero que le cuestionaba acerca de su vida personal; de las palabras pasó a las manos y le dio tremendo cachetadón guajolotero, el seudoperiodista entendió el mensaje por lo que dejó de insistir (jajaja), mientras que todos los “personajes” que se encontraban alrededor estaban entre espantados y sumamente divertidos; digamos que ese incidente convirtió esa “alfombra roja” en un evento al que valió la pena asistir, porque el show se puso muy bueno.

El otro video fue de un sujeto que se desempeñaba como “enseñante” en una preparatoria particular (definitivamente el tipejo ese no merece que se le llame maestro, profesor o docente), e insultó a uno de sus alumnos porque es católico, y lo menos que le dijo es que era un hipócrita de “porquería” y que le daba asco. ¿Cómo ven? No obstante que la información no está completa porque nunca nos enteramos de cuál fue el motivo por el que el tipo ese fue poseído por un "Cristero", la conducta agresiva sobrepasa cualquier límite de civilidad.

¿Qué nos pasa? (como dirían en aquel programa ochentero) ¿Por qué a la menor provocación las personas actúan como monstruos? ¿Será que todos tenemos un Señor Hyde dentro que cada día está más activo, en tanto que el Doctor Jekyll desistió de aparecer al no combinar en la sociedad actual que cada vez es más violenta?

Por ahí escuché en una entrevista que dio un experto en seguridad pública, que la violencia e inseguridad que prevalece en el país se debe a la corrupción, el mal gobierno y el nuevo sistema penal? ¿Qué tal? Nunca entenderé porque los especialistas no dicen que nuestra sociedad se está echando a perder desde el momento en que decidimos culpar a otros por nuestras responsabilidades, me asusta pensar que de verdad no lo saben.

No me cabe en la cabeza que cuando mi hija me pida permiso para salir con algún novio, le deba recomendar que pase a la delegación por un policía que la vigile por si en algún momento, su príncipe azul se convierte en carnicero y decide matarla. O que le encargue a mi chiquillo que si sale tarde con sus amigos, le pida a algún comandante de seguridad que vaya con él y se quede a vigilar el coche para que no se lo roben y de paso, modere la velocidad de todos los tarados que decidieron manejar borrachos y andan por ahí chocando y matando gente.

O peor aún, que envíen a millones de policías a la zona del Triángulo Dorado para que chequen a cada habitante y eviten que se les ocurra comprarse un pistolón para  andar por ahí matando a quien los contravenga o a sus enemigos. ¡Obvio!!!! Y de paso que revisen de casa en casa, todos los cajones, por si alguien tiene armas o drogas para recomendarles que nos las vendan ni las consuman. ¡Claro, es toda una solución experta! 

Definitivamente los países más civilizados alcanzaron justamente ese nivel porque la sociedad supo que debían trabajar siendo mejores personas, participar de manera activa en el bienestar de sus familia, su ciudad, su país y su planeta; y justo de entre esa población surgen los gobernantes que tienen un compromiso, en primera instancia, personal y luego social.

¿En qué momento podremos ser un país mejor si no empezamos por aportar todos nosotros nuestro granito de arena para ser una sociedad responsable, positiva, emprendedora e inteligente? O acabaremos robándonos los granitos de otro para construir un muro a nuestro alrededor y que nadie se nos acerque… POR FAVOR ECHÉMOSLE GANAS





Escrito por: Lu Co

lunes, 23 de octubre de 2017

Turista emocional

El otro día por la tarde mientras regresaba a casa del trabajo, estaba escuchando un programa en la radio donde la gente llama para ventilar sus problemas emocionales, cuando un término que utilizó el conductor llamó mi atención: “turista emocional”, dícese de aquella persona que va brincando de relación en relación porque no puede o no quiere estar solo.

Al ponerme a reflexionar sobre este concepto, recordé a las amigas que he hecho a lo largo de mi vida y caí en cuenta que la gran mayoría de ellas son turistas emocionales, les he conocido a diferentes novios de quien juran estar perdidamente enamoradas y poco después terminan porque no eran lo que ellas buscaban, están decididas en tomarse su tiempo para reflexionar lo que quieren en su vida, pero no pasan ni dos minutos cuando se arrojan a los brazos del siguiente hombre que se cruza en su camino.

¿El resultado? Escucharlas por horas y horas quejarse de ese nuevo amor que no acaba por complacerlas, ya sea que no son detallistas, son enojones, celosos, posesivos, malos en la cama, etc. Y claro, como buena amiga que soy dejo que se desahoguen y expresen hasta que el coraje abandona su ser. En ocasiones terminan la relación, se deprimen por unos cuantos días hasta que el siguiente candidato llama a la puerta y volvemos a empezar, empacan sus penas y se mudan al nuevo corazón en cuestión.


Honestamente no acabo de comprender la necedad de mis amigas y el resto de los turistas emocionales, ¿qué ganas de estar con alguien a cómo de lugar? ¿la felicidad individual no es suficiente? ¿el amor propio no les basta? ¿se quieren tan poco que necesitan que alguien más les recuerde lo maravillosos que son?

En mi caso particular, fui criada bajo la premisa de dedicar mi vida a hacer feliz a una persona y enamorarme perdidamente de ella: Yo misma. 
Tengo la plena certeza de que si estoy a gusto conmigo, me amo y respeto, las otras personas lo harán sin que tenga que pedírselos o hacer algo a cambio.

No tengo nada en contra del amor y todas las cosas maravillosas que lo conllevan, pero eso de brincar de brazos en brazos o peor aún de corazón en corazón, no va conmigo. 
Por otro lado, estoy a favor de los viajes experimentales, donde el único objetivo es pasarla bien, conocer nuevos rincones y sensaciones, ¿será que soy una turista exploradora?

Escrito por: Sue FC

miércoles, 18 de octubre de 2017

DISERTACIONES: LA GENERACIÓN MÁS INFORMADA

Todos los días cuando salgo de trabajar, desde que inicio mi muy complicado camino a casa, me hago acompañar de un programa de radio que es bastante malo, uno de los conductores apenas y articula una frase coherente en tiempo, género y número, y el otro es el prototipo del gemelo inconforme de Pitufo Gruñón, por si no saben de qué hablo, les comento que es aquel que está en desacuerdo con todo lo que atente contra su lógica básica estomacal.

Don “Contreras” comenta constantemente de lo nefasto que le parecen “Los  Millennials”, generación de jóvenes que nacieron por ahí de los años 90’s, una de sus características esenciales es que son “nativos digitales” y por tanto su crecimiento se ha acompañado de la revolución tecnológica, por lo cual viven “conectados” a algún dispositivo digital, hecho que es interpretado por el seudo periodista como desinterés e inacción ante la problemática que se vive en el mundo real.

A mí, por el contrario, me parece que son la generación más informada que ha existido, quizá porque me he tomado el tiempo de estudiar una licenciatura en comunicación digital, puedo entender por completo lo que representa el momento histórico en el que estamos viviendo y no dejo de admirar la oportunidad única que nos ofrece la Sociedad de la Información.

Haciendo un poco de historia es importante destacar que en el discurrir de la humanidad, para que germinara la semilla de la renovación y la evolución que conlleva, fue necesario que un grupo de personas inteligentes, se reunieron a analizar y criticar el momento que vivían, y es a partir de los teóricos intelectuales que se han iniciado las revoluciones que han hecho de nuestro mundo un lugar mejor y más justo para vivir.

Ciertamente no todos los millennials son “intelectuales”, pero sí tienen a su alcance un mundo completo de información que les permite visualizar un panorama completo de lo que pasa en todas las latitudes del planeta, y lo que es más importante, es que las nuevas tecnologías de la información son eminentemente interactivas, no solo reciben datos, también sus usuarios tienen la opción de convertirse en emisores y enviar al ciberespacio mensajes que están interesados en dar a conocer.

Posiblemente les haría falta a muchos, realizar un verdadero análisis de la información que comparten y dar un paso adelante desechando lo inútil y no confirmado. No obstante, su perspectiva irónica de las actuaciones de los personajes públicos expresadas en los memes son bastante divertidas y críticas que nos permiten mirar la paja en el ojo ajeno aunque no proponen nada.  

Considero que la oportunidad única que nos brinda el internet podría ser mejor aprovechada para sumar coincidencias y construir un mundo mejor.

La generación de los millennials a diferencia de las anteriores que se caracterizaba por rechazar a sus predecesores es mucho más armónica y pacífica, evitan los enfrentamientos y la violencia; sus intereses están puestos en otra parte. La mayoría de estos jóvenes no están esperando crecer para irse de su casa y liberarse del yugo de sus padres, se encuentran cómodamente instalados en una dinámica familiar que les permite vivir en su cibermundo; han hecho del mundo completo su hogar, no obstante para ellos irse a otro país e incluso a otro continente es como para las generaciones anteriores emigrar a otras ciudades de su patria en busca de mejores oportunidades.

Para ellos la globalización es un hecho y pueden instalarse en cualquier espacio sin anteponer su intolerancia, se adaptan con facilidad a las condiciones que encuentren, interpretándolas como una oportunidad para enriquecerse. Lejos de menospreciar las costumbres del pasado, son capaces de seleccionar las actitudes positivas del ayer y retomarlas como una forma valiosa de vida.

Yo simplemente los admiro, no solamente porque tengo el privilegio de vivir con dos de ellos que me enseñan diariamente a asimilar el mundo, su óptica de la vida y la capacidad que tienen de hacer de lo cotidiano una experiencia memorable, así como la actitud respetuosa que tienen hacia todas las especies y el planeta en sí. Se han convertido en protectores de árboles, vaquitas marinas y cualquier ser cuya existencia éste en peligro con un compromiso real y no solo posturas retóricas.

Algunos los critican por su desinterés en formar sus propias familias y tener hijos, pero creo que en su perspectiva ya hay bastante seres solos que necesitan compañía y cuidado, ¿Para qué traer más al mundo?, ¿Por qué deben anclarse en un solo lugar a cumplir con obligaciones si hay un planeta completo por descubrir lleno de nuevas experiencias?

Mi existencia les agradece su presencia y aunque ustedes no lo crean no es tan difícil comunicarse con ellos porque viven en su ensimismamiento digital. Cuando yo necesito tratar asuntos urgentes y que verdaderamente me importan con mis hijos, les envió un mensaje por whats app o un correo electrónico y ¡listo!, abro un canal de comunicación a su medida que va de acuerdo a sus condiciones y sé estarán atentos. 

Para todos aquellos que no los valoran, les aseguro que son nuestra esperanza para el futuro y sé que harán lo que este en sus manos para construir un mañana que vale la pena vivir.





P.D. Niños míos, acuérdense que en mi retiro espero pasar el resto de mis días viajando, así que no contemplen tanto y trabajen mucho que cuento con su financiamiento. Los quiero.


Escrito por Lu Co

miércoles, 11 de octubre de 2017

DISERTACIONES: TENGO CINCUENTA Y ¿QUÉ?

La semana pasada mi comadre favorita me contaba de un hombre que está muy acongojado porque su salud no es la mejor y el doctor le recetó un montón de pastillas que debe tomar por el resto de su vida, lo que le parece deprimente toda vez que él se veía como un chavalón, aunque haya nacido en los 60’s.

Días después, me acordé de él porque escuché una frase que me pareció bastante ignorante que decía: Después de los 50 todo va para abajo. Quizá mi percepción se deriva a que estoy a tres minutos de llegar a esa edad y aunque no me considero una joven alocada, inocente e inexperta, sí les puedo asegurar que me siento llena de vitalidad, no obstante que el trajinar por esta ciudad a veces me agota.

A ese hombre, muy querido por mis hijos y con quien algún día compartí algo más que buenas películas, me permito asegurarle que no hay motivo para sentirse triste, sino por el contrario, es el mejor momento para ver tanto hacia el pasado como al futuro. Es muy oportuno hacer un recuento de nuestras experiencias analizando tanto los errores como los aciertos, sentirse orgulloso por igual de los fracasos y de los éxitos, sin importar cuales suman más, al final todo aporta.

No obstante que en mi niñez difícilmente pensé que llegaría a ser una mujer mayor, y en algunos momentos de mi vida lo dudé seriamente, hoy me siento tan contenta porque he resuelto casi todos mis conflictos existenciales. Con ayuda de las personas que me rodean y particularmente de mis retoños, disfruto cada día como si fuera el último. He podido conciliar tanto mis buenas como mis malas decisiones del pasado y las he consolidado como una lección que me suma elementos para atender las vicisitudes cotidianas.

¿Y eso de las medicinas permanentes? ¡Qué importa! En mi caso particular desde hace más de diez años me dijeron que necesitaba integrar elementos externos a la química de mi cuerpo porque mi chambón organismo se negaba a producirlos ¿y? Si todos recomiendan que comamos frutas y verduras, qué más da tomarse una, dos o diez pastillitas de colores divertidos que nos traen bienestar y suman a nuestra funcionalidad. El único reto es acordarse de cual tomarse cuando.

Mi hija siempre que la obligo a tomar pastillas para algún malestar o vitaminas, me argumenta que no quiere llenar su cuerpo de químicos y sé que tiene razón, pero no puedo negarme a aceptar que a mi edad necesito que las pildoritas me echen la mano, y debo introducir con gusto a mi existir hábitos de “viejita”  que me permiten tener una mejor calidad de vida. Difícilmente renunciaría al placer que me trae cada mañana nada más por mi necedad de no tomarme las pastillas porque “no son orgánicas” (faltaba más).

Por supuesto que ante las contrariedades que a veces debemos enfrentar las personas mayores, no hay nada mejor que la buena actitud y le memoria histórica, definitivamente no tenemos la salud de un recién nacido, pero contamos con la experiencia que nos ha dejado el tiempo, sobre todo si no nos hemos dedicado a la contemplación y participamos de manera activa en la construcción de nuestro futuro.

Por eso, y a riesgo de sonar soberbia, puedo asegurar que no hay nada como llegar a los 50 (espero... porque aún me faltan 3 minutos), quizá no tenga el físico que tuve hace 30 años, pero sí sé cómo atender a los contratiempos del camino, sin embargo, esto no serviría de nada, si en primer lugar, no fuera capaz de compartir mis frentazos para que alguien lo aproveche y en segundo, si no me sintiera orgullosa de cada tropezón que me di.

Hoy, amigo mío, tienes un presente maravilloso, estás acompañado por las personas que te quieren y una mujer que te valora como eres, contribuiste a formar a dos pequeños que te respetan y haz sembrado la semilla que germinó en un montón de amigos ¿Qué más puedes pedir? La fuente de la eterna juventud hasta el momento nadie la ha encontrado y creo que lo mejor es aceptar las implicaciones e inconvenientes que encontramos en cada etapa de la vida.

Lo único que te podría aconsejar, si me permites,  es hacer a un lado el materialismo y tener presente que para medir el valor y la grandeza de nuestra existencia, no son importantes los objetos que pudimos acumular, sino lo que a base de esfuerzos llegamos a SER.








Escrito por Lu Co




miércoles, 27 de septiembre de 2017

DISERTACIONES: DESINFORMADOS Y ANGUSTIADOS


Los eventos extraordinarios que han ocurrido en las últimas semanas nos tienen a muchos más que asustados, angustiados y casi paranoicos; no obstante que no es para menos porque miles de nuestros compatriotas están padeciendo una verdadera pesadilla y merecen todo nuestro cariño y solidaridad. 
Sin embargo millones más estamos siendo invadidos por datos que no son de utilidad, las redes sociales que ciertamente han aportado información que ayuda, están invadidas por miles de mensajes inútiles que van desde afectaciones falsas, hasta pronósticos de videntes que auguran un desastre mayor en el corto plazo. 

En México tenemos la capacidad de siempre creer en las noticias catastróficas y más aún en todas las acciones que puedan victimizarnos, por lo que no es raro, que además de las afectaciones reales, millones de personas estén sufriendo de más, angustiadas porque a algún ocioso se le ocurrió decir que Madam Gazú o alguna de esas astrólogas consideradas gurús en los medios sociales de comunicación, soñó que se abriría un hoyo gigante que se tragaría todas las casas.

Y en contraste dudan de toda la información oficial respecto a que las necesidades están siendo atendidas oportunamente y hay personas encargadas de resolver la emergencia, asegurando que el gobierno trata de engañarnos y que no quiere que nos enteremos de “lo que sea que se les ocurra”.
En este contexto, algunos líderes de opinión toman ventaja para acarrear agua a su molino asegurando que ellos son los únicos que contribuyen desinteresadamente y que serían capaces de resolver cualquier situación en dos minutos. Además, algunos delincuentes aprovechan para abusar de la buena disposición de las personas para cometer sus fechorías, que van desde meterse a las casas a robar, hasta intentar abusar sexualmente de los moradores que abrieron las puertas de sus viviendas para brindar comida y atención a quien lo necesite.

Ante este panorama, me parece que sería muy oportuno que los ciudadanos activemos nuestra capacidad de selección de datos y no creamos todo lo que se dice por ahí, es importante que sólo tomemos en cuenta las medidas de atención y prevención emanada de los expertos, definitivamente es mejor escuchar a la directora del Instituto Sismológico Nacional a hacer caso al mensaje que nos llegó por whats app que asegura que el mundo se acabará la siguiente semana.

Por otra parte, no creo que sea tan útil saturarnos de informaciones trágicas difundidas por algunos medios de comunicación, que son capaces de transmitir “minuto a minuto” de la niña atrapada bajo los escombros de su escuela o de las decenas de testimonios de víctimas de la desgracia.
Por ejemplo, hace algunos años cuando la información no fluía como el agua como actualmente lo hace, recuerdo que ocurría algún hecho extraordinario como que a un niño de la colonia le habían robado la bicicleta o en la esquina de nuestra casa vivía un borracho que golpeaba a los transeúntes, los miembros de las familias preferían que las mamás y los papás no se enteraran, de entrada para que no se preocuparan de más y porque era muy probable que establecieran un toque de queda y ningún integrante de la familia saldría solo de la vivienda ni siquiera para ir a la tienda y mucho menos para jugar en la calle con sus amigos. 

O que decir de cuando nuestras mamás se juntaban con sus vecinas o comadritas a comentar los últimos acontecimientos y se enteraban que fulanita estaba embarazada porque su “irresponsable madre” la había dejado salir sola con el “patán ese”; con eso bastaba para que todas las doncellas en edad de “querer y poder”, restringieran, por órdenes superiores, los encuentros con su novio a visitas supervisadas por los padres o algún hermano chaperón.

Guardando las dimensiones entre los hechos verdaderamente trágicos y los incidente no relevantes, la moraleja es muy similar, sobre todo entre las personas muy “preocuponas” y los niños, que se llenan de angustia hasta afectar su salud. En el temblor del pasado sábado 23 de septiembre, cuando nos despertó la alerta sísmica, dos mujeres murieron de un infarto ante la angustia de no alcanzar a salir de sus viviendas.

Seguramente estos fenómenos naturales con consecuencias tan lamentables, nos han permitido ver a los mexicanos que somos un pueblo muy solidario, que estamos dispuestos a tender la mano y ayudar como podamos, espero que aprendamos alguna lección como lo hicimos los que vivimos el terremoto del 85 y actuemos de manera más eficiente durante las emergencias y por favor, “si al hablar no han de sumar es mejor callar”, si a tu teléfono o redes sociales te llega alguna información con tintes amarillistas y catastrófica guárdatela, no la transmitas, y si tú la crees, busca fuentes expertas para confirmarlo/descartarlo o sólo consulta “a quien más confianza le tengas”.








Escritos por Lu Co





lunes, 25 de septiembre de 2017

Canta y no llores

Septiembre ha sido un mes difícil para mis paisanos que estuvieron presentes en los terremotos, primero el que sacudió  a Chiapas y Oaxaca, y luego el de Puebla, Morelos y Ciudad de México.

Es cierto que el desastre que dejó no pudo pasar desapercibido por los habitantes que perdieron desde sus hogares hasta sus seres queridos, pero bien dicen que no hay mal que por bien no venga, y con esto me refiero a las acciones que desató en cada uno de mis compatriotas, quienes no dudaron ni un segundo en prestar sus manos para ayudar a los caídos, abrir la cartera para comprar víveres o materiales, pero sobre todo a entregar su corazón al hermano de otra madre que lo necesitaba.

Han pasado seis días de este desastre y no tengo palabras para expresar las emociones que recorren mi cuerpo de pies a cabeza ante las imágenes que se han atravesado en mi camino, creo que nunca en mi vida había llorado tanto, y no precisamente de tristeza, sino de orgullo …

Orgullo de pertenecer a un país que se levanta aunque la naturaleza le ponga el pie más de una vez, que sin pensarlo dos veces le abre la puerta al necesitado, que se niega a descansar porque sabe que alguien sufre debajo de las piedras.

Orgullo de todos aquellos que pusieron al prójimo por delante, sin importar la lluvia, el frío, el calor, el hambre, el sueño. El pueblo se hizo presente, nadie tomó en cuenta la edad, profesión, nivel socioeconómico o preferencia sexual, todos éramos mexicanos y eso es lo único que contaba.

Orgullo de ser parte de una sociedad en la que sin importar cuantas noticias malas nos golpeen, cuantos políticos roben dinero, cuanta gente abuse del buen corazón de los demás, cuantos oportunistas saquen provecho para su propio beneficio, cuantos villanos anden por ahí, a pesar de todo, la cantidad de gente buena es mucho mayor.

Así que gracias, gracias a ti que ayudaste como mejor te pareció, que prestaste tu manos y oídos, que actuaste con el corazón, que le devolviste la fe a este país.

Gracias México porque una vez más demostraste que siempre cantarás al ritmo de los latidos de tu gente.


Escrito por: Sue FC

miércoles, 16 de agosto de 2017

DISERTACIONES: DE TAL PALO… SI COMO NO

Desde que tengo orejas o al menos conciencia, soy fan de las fábulas y los refranes populares, me parece que guardan enseñanzas sobre valores universales exponiéndolos de una manera tan práctica que “no hay más ciego que él no quiere ver”. En este mundo tan revoloteado en que vivimos en donde uno puede perder su patrimonio o hasta la vida en el mercado; ser agredido por osar manejar de su casa al trabajo o que un porcentaje importante de la personas anda por ahí repartiendo culpas y responsabilidades, no creo que este de más tomar algunas lecciones que están a la vista pero pocos quieren ver.

Un refrán que de pequeña me causó angustia fue ese que dice “De tal palo tal astilla”, no sabía con certeza si se trata de una amenaza o debía sentirme tranquila porque tenía muy claro mi futuro. Ya con el tiempo y los libros mi alma se tranquilizó un poco, toda vez que pude entenderlo mejor con la Teoría del Determinismo, que dice que las personas moldean su personalidad y conducta dependiendo los factores familiares, sociales, éticos, políticos, religiosos, etc. en que se desenvuelve.

Sin embargo, el refrán sólo quedó en eso, porque he tenido la muy mala fortuna de toparme con personas cuya intención es sacar ventaja de toda circunstancia o incautó que por mala suerte caiga en sus manos. ¿Entonces debería concluir que los papás de esa “finísima persona” son iguales que él; que el truhan aprendió el arte de la gandallez desde su época de lactante?

Cuando a través de los medios de comunicación nos enteramos de la detención de algún delincuente asesino, ladrón o violador, en muchas ocasiones los familiares de esta “fichita” también son entrevistados, y en la mayoría de las ocasiones o de verdad los parientes cercanos son actores dignos de un premio de la Academia o efectivamente no tenían ni las más pequeña idea de a que se dedicaba el mafioso que forma parte de su círculo cercano.

Particularmente las mamás tenemos la virtud de hacer unos dramas monumentales cuando alguno de nuestros hijos cae en desgracia o peor aún, cuando descubren que sus engendros han sido capaces de dañar a tantas personas. Ahí surge la pregunta de los chorrocientos mil pesos ¿Qué hicimos o dejamos de hacer para que aquel pequeño botijón que andaba colgado de sus enaguas creciera y se convirtiera en el hijo malvado de satanás?

¿Ustedes que creen? En circunstancias menos drásticas como cuando llaman a la mamá de un pequeño que en la escuela le puso un ojo morado a su compañero, le subió la falta a una niña, saqueó el presupuesto para el recreo de sus compañeros o se robó algún objeto ¿Qué hacen las mamás? Hace algunas decenas de años, el pequeño infractor debía enfrentar la humillación del regaño público, toda vez que la tutora se disculpaba y obligaba a su engendro a hacerlo y reparar el daño en la medida de sus posibilidades, al llegar a la casa le daban tremenda tunda que recordaría cada que se le antojara hacer otra maldad.

Actualmente, dice la leyenda urbana, no lo sé con certeza porque mis hijos ya superaron esa etapa escolar, los progenitores de esos delincuentes en potencia llegan a institución académica dispuestos a obligar a la maestra, el director o hasta el secretario de Educación a que se disculpen con su menor porque el pequeño se comporta como “cavernicogargola” porque tiene “conflictos propios de su edad” o desórdenes de conducta que deben ser comprendidos y tratados casi clínicamente.

¿Será entonces que el refrán del palo y la astilla pasó a ser el de la causa-"defecto"? ¿Los casi delincuentes juveniles son hijos de maleantes adultos o sus papás más bien son omisos?

Estoy convencida que México es un país de gente buena, con muchas ganas de salir adelante y dispuesta a ayudar al prójimo, sin embargo vemos cientos de casos de adolescentes-jóvenes capaces de hacer cosas tan atroces que ni a Stephen King se le hubieran ocurrido ¿Qué no está pasado?  Definitivamente son los menos, pero sus conductas cada vez nos generan más impacto. Y por supuesto tampoco es responsabilidad del gobierno criar a las personas.

¿Creen ustedes que ahora eso del palo y la astilla quedó en el pasado y en la actualidad los jóvenes están hechos de Macopan, es decir, de partículas de madera molida y prensada de los distintos trozos que van sobrando? Creo en definitiva que los papás debemos retormar el papel de roble en la vida de nuestros hijos para que ellos sean de BUENA MADERA.

Y en el caso de las personas que no tengan la fortuna de contar con padres o éstos no sean el mejor ejemplo, no deben olvidar que cuentan con libre albedrío y que no deben elegir entre lo bueno y lo malo… sino entre lo bueno y lo mejor, hagan que su persona sume, primero para si mismos y luego para el resto de la sociedad.





P.D. No olviden que EL SABOR DE LOS SUEÑOS ya esta a la venta !!!!! Inviertan alimentando el alma, si ya no pueden esperar a que este en todas las librerías contactenos a lourdescossio2000@yahoo.com.mx 


Escrito por: Lu Co

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miércoles, 9 de agosto de 2017

DISERTACIONES: ¿LEER O NO LEER? ESO NO ES UN DILEMA

Desde el lunes pasado retomé una de las actividades productivas que tenía tiempo no desarrollaba: la promoción y ventas. Ando por ahí ofreciendo a mis amigos, conocidos y vecinos más que sólo un objeto del que puede sacar utilidad práctica. Estoy convencida que a cambio de su dinero, los compradores, además de apoyar a alguien que se ha ganado a pulso el cariño de quienes la conocen, se llevarán a su casa una experiencia, un mejor amigo, una compañía incondicional, una fuente de información, etc… etc…

Seguramente quienes nos hacen favor de seguir este blog, ya se habrán imaginado que es y para los que no les cuento; esta familia completa, no sólo yo, anda en la promo/venta de EL SABOR DE LOS SUEÑOS, el libro de mi comadre. Debo decirles que yo he sido sumamente afortunada y la mayoría de las personas a las que se lo he ofrecido lo han adquirido y dicho sea de paso con mucho entusiasmo.

Sin embargo, el perfil de la gente que me rodea no es el común denominador del mexicano, según me voy enterando por un estudio denominado “Hábitos de lectura” elaborado por la OCDE y la UNESCO, que indica que México se posicionó en el puesto 107 de 108 países en los que se realizó esta encuesta respecto al número de libros que lee una persona al año.

¿Cómo es posible? En pleno siglo XXI y viviendo en la denominada “Sociedad de la información” las personas tienen como medio de comunicación favorito el internet y los medios electrónicos. Especialmente las nuevas generaciones quieren obtener datos de manera inmediata y que alguien se los cuente, no quieren acercarse a las fuentes, necesitan que en pocas palabras les digan que pasa.

Incluso por ahí hay personas que dicen con todo descaró “yo no leo libros”, “para qué si alguien que ya lo leyó me los puede contar… y así no pierdo el tiempo”…En fin, definitivamente hay de todo en la viña del señor, pero yo tengo un manojo de buenos motivos para acercarnos a estos:

Debo decirles antes que nada que los libros no muerden.

Incentivan la imaginación de las personas, así como la creatividad.

Se incrementa el vocabulario e indudablemente se mejora la ortografía (ahora entiendo por que tanto “haiga en el mundo”).

Nos permite conocer puntos de vista diferentes, saber que hay muchas personas con costumbres y filosofías distintas a la nuestra.

Ejercita la memoria y la capacidad de comprensión.

Son una actividad lúdica que siempre resultará una excelente inversión de tiempo, dinero y esfuerzo.

Un solo libro puede ser leído por decenas de personas (para ayudar a la economía familiar).

A diferencia de los medios electrónicos que nos dan todo masticado y digerido, los libros incitan al espíritu a saber más.

Pueden fortalecer los brazos si el libro es muy pesado y ser utilizado como arma de defensa.

Y lo mejor de todo… leer NO ENGORDA.

Yo les pediría a todas las personas que no leen ni en defensa propia, que recuerden lo emocionante que fue cuando aprendieron a juntar las letras, que andaban por el mundo leyendo absolutamente todo lo que cruzaba por su horizonte. Lo grandes que se sentían por poder hacerlo y el orgullo que hicieron sentir a sus padres. Sáquenle jugo a todas esas planas que dejaron una callo en su dedo medio.

Cuando vean un montón de letras juntas, además de recordar la canción de Cri Cri,  no se resistan a enterarse que es lo que “alguien quiso decirles”, es como si un conocido les llamara en voz alta por su nombre y ustedes se voltearán a ver el piso y lo ignoraran ¿verdad que no se verían bonitos? Por favor denle una oportunidad a los libros que lo único que les pueden dejar es enseñanza.

Y no se olviden de leer “EL SABOR DE LOS SUEÑOS” que los dejará con ganas de seguir leyendo…y que por cierto, la editorial decidió bajarle el precio para que esté al alcance de mas personas y ahora cuesta 350 pesos, es decir que ahora por menos de 400 será partícipe del proyecto de mi comadre.






Escrito por LuCo

domingo, 6 de agosto de 2017

Zona de confort

El día jueves pasado, veía un video de una conferencia sobre cómo vencer nuestros miedos y salir de nuestra zona de confort.
El ponente explicaba que todo empezó con un sencillo ejercicio:
Un buen día decidió quitarse todos los pretextos que se generaban en su mente y se atrevió a quedarse tirado durante treinta segundos en la estación de tren. Inmediatamente se dio cuenta que algunos se le quedaban viendo con cara de asombro e incredulidad mientras que otros ni siquiera lo tomaban en cuenta.

Este video me recordó al de un chino que tenía miedo al rechazo, era muy inseguro sobre lo que la gente pudiera pensar de lo que él hiciera o dijera; su técnica fue diferente a la mencionada en el ejemplo anterior, aunque resultó ser igual de efectiva:
Se propuso ser rechazado al día en cinco ocasiones, y para eso hacía las cosas más inverosímiles, desde pedir 20 dólares prestados a un desconocido, dar la bienvenida a la gente en Starbucks e inclusive pedirle a un gerente de Krispy Creame que le diseñara donas conmemorativas de los Juegos Olímpicos. Su mundo cambió cuando el empleado de aquella tienda cumplió con su capricho. Después el chino se hizo famoso y salió en periódicos y revistas, aunque este no era su propósito.

Regresando a la historia del chico del tren, resulta que fundó una organización que ayuda a la gente a salir de su “Zona de Confort” y quitarse sus miedos, lo cual me parece una acción bastante acertada.
En mi caso, me he caracterizado por ser una persona ambigua, déjenme explicarles a qué me refiero:
No tengo miedo a enfrentar retos laborales o profesionales que me impliquen salir de mi área de comodidad. Me fui a Alemania de intercambio y me fui a España a estudiar la maestría, dejando todo atrás para seguir mis sueños y realizarme profesionalmente; no me da miedo pararme a hablar a un montón de gente en público.

Sin embargo, antes me daba pavor llegar a una fiesta y no conocer a nadie porque no sabía cómo actuar de “forma correcta”, pensaba que haría el ridículo al momento de comer y ser salpicado por completo. O podía encontrarme con una chica sumamente atractiva y prefería darme la vuelta antes de terminar haciendo el ridículo.

¡Momento! ¿Y quién me dijo qué haría el ridículo? Tal vez esa chica me seguiría la plática, cuando menos podíamos tener una conversación agradable; pero por mis barreras y prejuicios mentales me perdí muchas oportunidades como esas.

¡Pero ya no más!
Gracias a eso he ido consiguiendo muchas cosas más. Por eso los invito a quitarse aquella voz interior que les dice que no lo hagan, que no exploren lo desconocido… Porque la vida se vive sólo una vez. Generalmente nos arrepentimos más por no hacer aquello que queríamos, qué por intentarlo y fallar.


Escrito por: Jesús Daniel Hernández

lunes, 31 de julio de 2017

La suerte de la fea …

Dicen por ahí que la suerte de la fea la bonita la desea, siempre pensé que se debía a los estereotipos que las mujeres tienen dos opciones: ser fea pero inteligente y divertida, o bien, bonita pero con una nuez por cerebro.

Con los años descubrí que no sólo tenía dos opciones para formarme como ser humano, el que fuera bonita no significaba que iba a ser una persona hueca, siempre fui dedicada a mis estudios (salvo por un pequeño lapso en la preparatoria), me considero a mi misma divertida, sencilla, carismática y alguien con quien puedes pasar un buen rato, por lo que el final de ese refrán (para todas las mujeres como yo) cambió por completo: La suerte de la fea a las bonitas nos vale ma@#!&

Sin embargo en los últimos tres años me he visto en la penosa necesidad de eliminar a varios hombres de mi vida toda vez que mi virtud corre peligro a su lado, por ejemplo, una noche vino de visita un “amigo” de muchos años, todo iba bien hasta el momento de la despedida cuando me besó a la fuerza, no se detuvo ahí y lo intentó unas cuantas veces más. Sobra decir que la amistad se terminó en ese momento por la incomodidad que me causó.

Las siguientes amistades que intenté entablar con el sexo opuesto el resultado fue similar,
platicamos, nos entendemos, planeamos ir a algún lugar el siguiente fin de semana y cuando menos me lo espero ¡zaz! su boca ansiosa y manos indiscretas, intentan sin éxito obtener una respuesta positiva de mi parte, misma que resulta en un adiós definitivo.

Honestamente no estoy segura si tengo mal gusto para las amistades, si es culpa del alcohol que envalentona a los gentiles caballeros, si debería llevar un letrero en la frente que diga “no intentes nada”, si necesito cambiar mi sistema de amigos por amigas o simplemente dejar de ser amable con aquellos que tienen una mirada de “ya me gustaste y quiero todo contigo”.

Es posible que me lo tenga merecido por haber sido muy coqueta durante muchos años, aunque en mi defensa siempre fui clara desde un inicio con el tipo de relación que buscaba, si él quería lo mismo salíamos hasta que el interés de uno o ambos cambiaba. Lo difícil fue cuando creí que podíamos volver a ser amigos porque con dos copas encima todo valía por completo.

Así que después del último fin de semana donde nuevamente creí que podía conocer a alguien sin que él intentara acercarse a mi en un terreno distinto al de la amistad caí en cuenta que las bonitas definitivamente deseamos tener la suerte de las feas.

Quizá suena mal, pero he platicado y me enterado de casos de niñas bonitas que acaban siendo acosadas por el hermano feo de King Kong quien se auto declara como el único pretendiente sin el consentimiento de la chica en cuestión, molestándose cada vez que se entera por algún medio que su novia imaginaria salió con alguien más.

Por lo tanto caballeros, no se sientan ofendidos cuando son friendzoneados, la verdad es que las mujeres bonitas pueden tener muchos pretendientes de los cuales uno será elegido para algo más, pero ese periodo de tiempo podría durar muy poco, en cambio si te quieren sólo como amigo, significa que te quieren en su vida por mucho más tiempo, quieren compartirte sus problemas y su día a día contigo Y la confianza que tienen depositada en ti va más allá de la que el galán podrá obtener en algún punto.


Escrito por: Sue FC

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DISERTACIONES: EL PRECIO DE UNA HISTORIA

¿Cuánto cuesta una historia? ¿Qué precio es el justo para cumplir un sueño? ¿Cuánto vale la autoestima de alguien? ¿Ustedes pueden decirme?

Hoy les quiero compartir con mucho orgullo y felicidad un día especial. Muy temprano en la mañana salieron de su casa antes de que saliera el sol, dos mujeres ansiosas porque el tiempo transcurriera. Y dios sabe que eso es raro, porque entre mis actividades matutinas que van desde despegarme los ojos con thinner hasta emplearme a fondo en la fábrica de los chimoles para preparar bebidas sanas y nutritivas, no hay tiempo que me rinda y siempre tengo sesiones maratónicas contra reloj. 

Tictictictictictictic….por fin!!!!! Las nueve y media…. Tictictictictic… las diez y media…. Mi hija recibe una llamada, ingresa a la librería…tictictictictic… sale con su sueño hecho papel, pum zaz pac boom… ambas desmayadas, abrazadas y casi llorando…No les puedo decir lo que siente, aparentemente no son más que 379 páginas perfectamente empastadas, pero para nosotras es un montón de esfuerzo, un puño de ilusiones, la magia de creer que se puede…

Tras una sesión fotográfica, nos sentamos a intentar entender eso de las negociaciones, que dicho sea de paso fueron un poco alternativas, entre que nos explicaban eso de las presentaciones, las entrevistas, la distribución, etc… etc… salimos de ahí casi dos horas después cargadas de libros. Mi sonrisa creo que será eterna, pero la mi comadre no… 

Y fue justo ahí cuando mi reflexión inició… ¿Cuál es el costo de un sueño? Por supuesto que todos los románticos diremos que no tiene precio, que es muy difícil imponerle valor material a eso que te llena, que te hace sonreír y decir LO LOGRÉ…  pero en la práctica materialmente todo cuesta y mi coautora ahora está chipilita por aquello del financiamiento de su sueño.

En mi particular punto de vista, las metas así no se cumplen en solitario, se necesita recurrir a los cariños que hemos cultivado a lo largo de la vida, siempre hay una mano amiga (necesitamos al menos 279) que te dirá YO CREO EN TI, ¿de a cuánto nos toca? Y en este caso particular no será cuestión de fe, recibirán a cambio 379 páginas que contienen un pedacito del corazón de mi hija.

Podrán ser partícipes del nacimiento de un artista que se atrevió a soñar, qué tocó decenas de puertas hasta que alguien dijo: Sí, ¿que se le ofrece? hagamos que esto suceda… y quizá cuando los años pasen, recuerden llenos de orgullo que ustedes fueron uno de los que creyeron en alguien que necesitaba saber que no estaba sola, que había un montón de románticos soñadores dispuestos a participar en el proyecto en que no muchos creían.

¿Qué les puedo decir yo? He tenido la oportunidad de ser invitada a participar en sueños ajenos, jamás me he arrepentido, soy apasionada de creer en la magia de la gente, y ahora , el depósito del orgullo lo tengo desbordado, les agradezco de antemano todo el apoyo que recibirá mi hija, pero…. (ahí viene el comercial), además de los buenos deseos y felicitaciones, les agradecería aún más que compren (trrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr) EL SABOR DE LOS SUEÑOS, que además de que muy pronto lo encontrarán en su librería favorita, nos ayudaría mucho que se pusieran en contacto con Susana (@suefcossio en Facebook) o conmigo (correo electrónico lourdescossio2000@yahoo.com.mx) y lo adquirieran con nosotros.

Mucha gente aún no lo sabe… de hecho casi nadie, pero estarán adquiriendo un libro que vale lo que pesa en oro. Si no saben que regalar, en lugar de comprar una playera que luego ni se ponen o una bufanda que no usarán porque está haciendo mucho calor, regalen cultura… además ayudarán a calmar las ansiedades de las autoras de este blog… 

¿Cuál es el precio? Es muy importante que lo sepan porque a mí me choca eso de que compre un viaje por el que únicamente pagará 345 mensuales y no nos dicen cuantos meses… y resulta que era a 50 años…el SABOR DE LOS SUEÑOS cuesta 350 pesos, ¡si leyó bien!… por menos de 400 pesos ustedes se sumarán al exclusivo grupo de personas que podrán leer el que será su próximo libro favorito antes de que TODO MÉXICO SE ENTERE… y tendrá una dedicatoria especial para ustedes con el agradecimiento eterno de mi escritora favorita…LA NIÑA DE LAS LETRAS.





Escrito por LuCo (alias la orgullosa madre)

viernes, 28 de julio de 2017

Suicidio

Lo único seguro que tenemos al momento de nacer, es que vamos a morir, puede sonar un poco fatalista pero es así, ya sea que vivamos 100 años o solamente unas horas a la muerte nadie la puede vencer, por eso es importante ocuparse de vivir, disfrutar, atrevernos, equivocarnos una y otra vez e intentarlo una vez más.

El jueves pasado me enteré de una noticia bastante triste:
"Chester Bennignton, vocalista de Linkin Park, se había suicidado en su residencia, tenía solamente 41 años y seis hijos, de dos matrimonios diferentes. El cantante había superado su adicción a las drogas y al alcohol y parecía que había dejado atrás aquellos deseos suicidas que tuvo desde que alguien de su familia abusó de él cuando era un niño"

Leí todo eso ese mismo día, no sabía nada sobre eso y me impactó. Volví a escuchar Linkin Park, mi banda favorita del último año de la primaria y toda la secundaria,  fue como regresar más de una década en el tiempo.

Recuerdo que, cuando estudiaba canto escuchaba ópera, cambié mis gustos por Linkin Park. Soñaba con volverme un cantante de Nu Metal y ser famoso. Nada de eso ocurrió; sin embargo, sus canciones me ayudaron a aprender inglés más rápido… Y seguí escuchándolos aunque cada vez con menos frecuencia. El último álbum que compré de ellos fue uno que sacaron en 2012. El de 2014 y el más reciente, no los he comprado.

Pero a causa de su muerte volví a escucharlo y hasta me dieron ganas de adquirir los discos faltantes de mi colección; no sé si es porque me gustan aún o simplemente porque estoy reviviendo recuerdos.
Sigo sin creer que Chester ya no esté aquí con nosotros, ahora que escucho con detenimiento lo que canta en su último disco, me doy cuenta de que expresaba fuertemente sus ganas de desaparecer de aquí, pareciera que no estaba conforme con su vida.

Y nos podemos preguntar, ¿por qué? Tenía fama, dinero, reconocimiento, trabajaba en lo que quería... Pero tal vez le faltaba algo más, quizá paz interior… Aquella que no tiene precio y que cuando se encuentra, dicen que no se cambia absolutamente por nada.

Me parece importante y fundamental que si nos sentimos tristes, agobiados o en un callejón sin salida, compartamos con nuestros seres más cercanos esa sensación. Ellos no nos abandonarán; y si es necesario, acudamos a buscar ayuda profesional para recibir tratamiento para evitar una tragedia.

Que la muerte de nuestros ídolos nos sirva para reflexionar y saber que todos tenemos nuestros propios demonios internos, todos peleamos nuestras propias batallas…
Por eso hay que ser amables con quien se cruce en nuestro camino o al menos intentarlo, debemos atrevernos a hacer aquello de lo que tengamos ganas en ese momento: Dar un beso, un abrazo, decirles a nuestro círculo cercano lo que sentimos, expresar nuestras inconformidades o lo que queramos. Porque puede que ya no haya después y sea demasiado tarde.

Descansa en paz Chester, y gracias por todo.



Escrito por: Jesús Daniel Hernández

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miércoles, 26 de julio de 2017

DISERTACIONES: EL AMOR DE MI VIDA

Como decía alguien de un pueblo donde viví, las brujas no existen pero de que las hay las hay...

Ayer platicaba con mi comadre, esa que les he contado que vive enamorada del amor y además de estar en estado vulnerable, ese que nos dejan las borracheras “mala onda”, le agarró el mal de amores… dícese cuando sin motivo aparente les entran las tristezas porque tiene incertidumbre o melancolía en al plano emocional, ya sea porque el objeto de su cariño está enojado, ya se fue o peor aún ni ha llegado.

El meollo del asunto es que en esta materia yo no tengo una amplia experiencia y por lo tanto carezco de las palabras correctas para dar ánimo a las personas que pasan por estos transes críticos, en mi caso particular,el amor de mi vida me dejó tirada en el suelo, medio mareada y sumamente adolorida, repitiéndome una y otra vez ¿pero qué necesidad había?

Pero en un afán empático, me puse a reflexionar al respecto y desde luego que la experiencia de encontrar al hombre que sea acreedor a todos nuestros pensamientos, sonrisas, suspiros, buenas intenciones, deseos, etc… le da otro sentido a la vida, sin embargo, la experiencia entre las mujeres enamoradizas como mi comadre y las escépticas como yo, deben ser diametralmente opuestas.

A mí el amor se me personificó en uno de los hombres más guapos que he conocido, con una sonrisa perfecta, un ánimo permanente divertido y un desinterés absoluto en las cosas que me parecían importantes; su alegría por la vida era contrastante con el estado de angustia en que yo permanecía por las decenas de complicaciones que tenía en mi logística vital.

Poco a poco y sin pensarlo (creo que eso es hasta la letra de una canción pero juro por dios que así fue) se posicionó en mi corazón como “el hombre de mi vida”, compartíamos absolutamente todo y las actividades conjuntas eran el pan que me alimentaba el alma en el sentido amoroso, porque por supuesto mis hijos son mi prioridad. Como todo principio tuvo su final (un poco agitado para mi sensibilidad), pero hasta hoy nos seguimos hablando y ambos damos las gracias por representar el uno para el otro “el verdadero amor”.

Sin embargo, cuando veo las experiencias de las mujeres enamoradizas como mi comadre, creo que tenemos diferencias sustantivas. Ellas van por el mundo entusiasmadas queriendo enamorarse, añorando los besos que aún no existen, la posibilidad latente de por fin entregar su corazón al príncipe azul que las ha venido a rescatar de un mundo sin romance; llevan los besos en los labios como un artilugio mágico que les ayudará a identificar a su caballero andante.

He ahí donde la duda me entra ¿Qué tan confiable puede ser su criterio para identificar al amor de su vida, si andan como “chivas locas” sembrando ilusiones en cada inicio de una relación o peor aún se “aparejan” con tan buena disposición que no se dan cuenta de las características reales del sujeto que en muchas ocasiones sólo se deja querer y se instala en una posición cómoda de objeto de cariño.

¿Cómo puede una mujer llegar a aceptar malos tratos, discusiones, gritos y acciones poco caballerosas como algo normal en su relación, nada más porque el sujeto está con ellas y cuando no es violento puede ser detallista y cariñoso?. ¿Qué tal prudente es aceptar lo más por lo menos, si al hablar de ese “menos” vulnera su dignidad?

Muchas de mis conocidas dicen que así son las relaciones, que tienen tiempos buenos y tiempos malos… pero para mí un “mal tiempo” es falta de salud o escasez de dinero, pero no que al hombre se le meta el demonio y violente a su pareja o que ande brincando de cama en cama o le pierda el respeto a la supuesta “mujer de su vida” y la humille o dejé de tratarla como la princesa que es.

Al igual que todo en este mundo, “los amores de la vida”, vienen en muchas presentaciones, las personas buscan, se identifican o asignan  las características que las hacen felices, pero lo cierto es que nadie debe sacrificar el amor propio y la dignidad por otra persona, el amor se trata de otra cosa.

A ti, la más querida de mis comadres, sé que por ahí circula un hombre, que quizá no tenga una apariencia deslumbrante, pero que va a llenar todos los huequitos de tu ansioso corazón, que te admirará y respetará tanto como todos los que estamos cerca de ti y podrán aprender, crecer juntos y cultivar un amor que los hará FELICES POR SIEMPRE.


Escrito por: Lu Co
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lunes, 24 de julio de 2017

Juegos fraudulentos

El viernes en la noche salí con una amiga, entre trago y trago platicábamos sobre experiencias pasadas con galanes, y no podían faltar las anécdotas sobre las aventuras sexuales, si bien creo que he tenido excelentes compañeros dedicados a dejar una gran sonrisa en mi, también están aquellos que prefiero no volver a ver porque como bien dice mi madre no se trata de “cogerse cariño” al aventón y menos dejar que traten a una como cerrojo.

Siempre he estado a favor de realizar dicha actividad de sano esparcimiento sin tener la necesidad de formalizar una relación. En ocasiones mi compañero de juegos permanece en mi vida durante un buen tiempo hasta que los intereses de uno o ambos cambian por completo, nos despedimos gustosos y cada quien continua su camino. Pero también están aquellos con los que mis expectativas no fueron cubiertas y no tengo más remedio que huir esperando que el sujeto encuentre un nuevo objetivo, aunque tengo que reconocer la persistencia en este tipo de personas.

Hace no mucho tiempo me reencontré con un compañero de escuela con quien después de varios tragos acabé compartiendo algo más que el taxi de vuelta a casa, como ya se imaginarán es una de mis malas experiencias, pese a ello mi buen corazón me convenció de darle una segunda oportunidad argumentando que quizá fue culpa del alcohol.

Así pues salimos por segunda ocasión y tristemente mi corazón se vio obligado a pedirme disculpas después de ser participes del conocido juego “entra y sale” por dos minutos, evidentemente cuando el gentil caballero me volvió a buscar, se topó con una pila de excusas que me impedían volver a verlo.

Probablemente debería ser más sincera con estas personas y decirles la verdadera razón por la que ya no quiero volver a jugar con ellos, una pensaría que intentarían mejorar sus jugadas, pero debo decirles que la única ocasión que fui honesta mi compañero se ofendió como si le hubiera dicho algo de su madrecita santa, sentí pena por aquella que  fuera a ser su siguiente conquista y perdimos todo tipo de contacto.

Estoy consiente de las altas probabilidades de encontrarme con este tipo de jugadores nuevamente, especialmente porque muchos de ellos están disfrazados de buenos besadores, así que creo que sólo me queda esperar caer en manos de un buen jugador.

Y ustedes caballeros, por favor no olviden que si van a jugar con alguien procuren que la otra persona también se divierta.  


Escrito por: Sue FC

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viernes, 21 de julio de 2017

ADICTOS… A PENSAR MAL

Los seres humanos somos animales de costumbres. Pensamos, razonamos (o creemos qué lo hacemos) y repetimos los mismos patrones una y otra y otra vez.

A veces acertamos con aquella fórmula que nos lleva al éxito; sin embargo, la mayoría de las ocasiones realizamos cosas no muy buenas que, aunque ya vimos su resultado, las tenemos arraigadas sin podérnoslas quitar.

Muchos tenemos adicciones y algunas de ellas ni siquiera las detectamos como tal…

Están las adicciones “mal vistas”, como al cigarro, alcohol, drogas, juego, etc; O bien aquellas no tan rechazadas socialmente como la comida, ejercicio, compras compulsivas, entre otras.

Dicen que todo en esta vida con medida es bueno, pero cuando se convierte en un exceso pasa a ser algo bastante malo y perjudicial para nuestra vida diaria y la de aquellos que nos rodean.

Reflexionando sobre las muchas cosas que debo mejorar en el día a día me tropecé con este pequeño pensamiento: ¿Y si algunos de nosotros tenemos adicciones internas que nos llevan a tener adicciones y obsesiones externas?

Me di cuenta que no tengo ninguna adicción palpable, pero sí una obsesión muy fuerte con el dinero, la imagen, el reconocimiento y el hambre desmedida de éxito.

¿De dónde saqué todo eso?

Pues resulta que rascando dentro de lo más profundo de mi ser me percaté que soy un adicto…

Soy un adicto a pensar mal de mí mismo y de los qué me rodean.

Me he convertido en aquella persona que piensa qué no logrará nada de lo que se proponga. Qué todo saldrá mal… Y qué todos se alegrarán de las desgracias que me sucedan, y así podré pagarles con la misma moneda.

Grave error.

Me he sumido en un discurso pesimista y fatalista que me ha impedido intentar cosas  nuevas y explotar al máximo mis capacidades. Es más, mis defectos se han hecho más grandes de lo que en realidad son.

Ya había escrito antes que pensar en los otros es perder tiempo que puede ser productivo. Sin embargo, pensar cosas malas de uno mismo es algo aún más grave, ya que eso puede convertirse en una adicción interna que si no se controla a tiempo, podría desarrollar una adicción externa.

Así que hay varios puntos qué rescatar:
1. Soy el centro de mi vida, no del mundo, por lo tanto tengo la obligación de controlar mi cuerpo y mi mente, pero debo saber que no soy tan importante como para intentar influir en todos los que me rodean.
2. Si controlo mi vida seré capaz de no juzgar la de los otros. Al lograrlo, tampoco permitiré que ellos juzguen lo que haga, o mejor dicho, no le daré importancia a sus opiniones.
3. Los pensamientos no son acciones. Todavía no se ven materializados. Sin embargo, si pienso mal, inconscientemente haré lo necesario para que suceda lo que esté pensando
4. En cambio, si soy positivo no quiere decir que todo saldrá bien, pero la actitud  que tendré me será de mayor utilidad al momento de afrontar mis errores y aprenderé de ellos.
5. El cambio no se hace en un día, pero siempre es bueno empezar por el momento que estamos viviendo.


Escrito por: Jesus Daniel Hernández

lunes, 17 de julio de 2017

Callos en el corazón

Hace algún tiempo salí con un amigo, entre plática y sorbos de café salió el tema de nuestra vida amorosa y las expectativas que cada uno tenía de la misma para el futuro, después de que él me contó sobre sus frustraciones pasadas y gratos recuerdos, me sorprendí a mi misma al no tener más planes.

Como les he platicado en artículos anteriores, siempre me consideré a mi misma como alguien que tenía su vida perfectamente calendarizada, desde los estudios hasta la planeación familiar y el romance, pero después de tantos tropezones caí en cuenta que no sólo había acabado con las rodillas adoloridas, sino que también se había formado un callo en mi corazón.

Pensé en mis últimos pretendientes, así como en la disminución de los efectos de las flechas de cupido tales como la emoción de verlos, escribirles, extrañarlos cuando no están conmigo, las mariposas en el estómago, etc. Pero sobre todo en el tiempo que les permito formar parte de mi vida, el cuál cada vez es menor al del anterior.

Honestamente, no sé si se relaciona con el hecho de que he estado soltera por mucho tiempo y eso me convierte en una persona difícil de enamorar, si me he acostumbrado tanto a estar sola, ser independiente y auto-suficiente que mis aspirantes a príncipes azules requieren de algo extraordinario para convencerme de que los necesito en mi vida o simplemente mi corazón generó un antídoto contra los efectos del romance, de  ahí mi teoría sobre los callos en el corazón.

Así como les suele suceder a los escritores y músicos, que se les forman callos en  las manos después de años de práctica para perfeccionar su talento o simplemente realizar su actividad predilecta, a mi me ocurrió con mi órgano vital …

Quizá lo tuve escondido mucho tiempo y olvidó cómo querer, tal vez lo he forzado muchas veces a enamorarse de la gente equivocada o simplemente ambos nos cansamos de esperar, planear, confiar y creer que hemos encontrado al indicado, probablemente esta última sea la más acertada.

He practicado tanto el querer que mi pequeño corazón creó un callo que funciona como armadura, repele las promesas como el raid a las cucarachas y mantiene las emociones prisioneras como un dragón custodiando a una princesa. Se cansó de querer y entregarse, por lo que decidió hibernar como oso en invierno.

Si a ustedes les ocurre algo similar, sólo puedo decirles que no se preocupen, cuando menos lo esperen, el corazón volverá a latir por alguien que valga la pena ….



Escrito por: Sue FC

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miércoles, 12 de julio de 2017

DISERTACIONES: EL DUENDECILLO VALIENTE

Sabes que mi mano y mi corazón siempre estarán a tu alcance…

Cuando lo vi por primera vez me sorprendió su aspecto, su piel era violácea; tenía la cabeza alargada como un cohete con mechones negros, sin embargo lo que más me llamó la atención eran sus ojos, no eran confusos ni sorprendidos, más bien tenía una mirada inteligente.

Gracias a que era el primogénito de su madre, más no de su padre, en sus primeros años de vida fue el centro de atención de alguien y quiero pensar que recibió altas dosis de cariño, sin embargo, la manera particular de existir de su familia lo obligó a tener responsabilidades desde muy pequeño.

En virtud de que yo tenía mis propias actividades lúdicas intentando criar a mis experimentos vitales no le puse tanta atención y ocasionalmente lo veía en las reuniones familiares, esas en donde los adultos discutían por necedades y los niños andaban sueltos como potrillos en campo santo.

Con el paso de los años se fue forjando fama de travieso, grosero y mentiroso, se decía que era capaz de morder a un perro, viajar solo en transporte público desde los 5 años y llevar por el camino del mal a cualquier niño que se juntara con él. Era señalado como responsable o al menos autor intelectual de cualquier incidente que ocurriera, desde golpes, raspadas de algún chiquillo, hasta incendios y la deforestación en casa de los abuelos.

Nuestros caminos se estrecharon cuando se volvió la persona favorita de mi hijo (hasta la fecha lo es), quien era capaz de partir en dos su porción de salchichas y leche, para que las visitas de su mejor amigo se prolongaran más. Ciertamente me preocupaba la influencia que este duende pudiera tener en mi pequeño, pero mi confianza en la crianza que le había dado a mi chiquitín era mayor. No obstante, debo confesar que era verdaderamente habilidoso para crear una realidad alterna de la cual estaba tan convencido que por momentos me hacía dudar.

Con el paso del tiempo su mala reputación, lejos de corregirse aumentó,  sus hazañas eran conocidas más allá del ámbito familiar, primero logró ser identificado en su pueblo natal como borracho y peleonero, después exploró nuevos mundos, en donde además de muchas amistades, derivadas de su personalidad magnética, se buscó serios problemas que le impedían estar por mucho tiempo en el mismo lugar.

No obstante que me alejé de su círculo familiar, he tenido el enorme placer de seguir puntualmente su vida, puedo presumir que cuento con su confianza y cariño, sin embargo, guarda un poco de reserva hacía mi persona, porque a pesar de que tiene mi afecto incondicional,  cuando su conducta es inapropiada y puede traerle consecuencias negativas, no he reparado en darle jalones verbales de orejas .

En mi perspectiva basta mirarle a los ojos para saber que es un ser noble de buen corazón, sin embargo su crianza lo llevó a ser valiente y desafiar las leyes de lo socialmente aceptable. Para él la vida es un reto, basta con que alguien le diga que no haga algo para que desafíe la recomendación; piensa como muchos jóvenes de su edad, que a él no le va a pasar porque es muy inteligente.

Hace pocos días me enteré que nuevamente tuvo que ponerle pausa a su existir porque fue víctima de la justicia divina, espero que me leas para que te enteres que como siempre estamos pendientes de ti, nos entristecen las consecuencias de tus acciones no calculadas pero probablemente muy merecidas.

Me permitiré darte una recomendación, corriendo el riesgo de incomodarte: NADIE ESTA LIBRE DE LA LEY DE GRAVEDAD y para todos aquellos que tienen la fortuna de formar parte de su vida, es muy importante que sepan que no necesita más regaños ni castigos, le urge que lo llenen de confianza en sí mismo y sobre todo, algo que quizá nunca ha recibido de su parte: RESPETO.

Por el planeta circulan un montón de duendecillos valientes que están dispuestos a conquistar el mundo (yo tengo dos), estoy convencida que la diferencia entre que dediquen su esfuerzo a actividades improductivas en detrimento de sí mismos y de la sociedad, y que se vuelvan hombres y mujeres que nos llenen de orgullo, está en orientarlos con las palabras correctas en el momento adecuado, hacerles sentir nuestra confianza e incondicionalidad y enseñarlos a respetarse a sí mismos y al otro.

Y a ti mi duendecillo, échale para delante, y dicen por ahí que entre más oscura la noche mejor se ven las estrellas...



Escrito por: Lu Co


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lunes, 10 de julio de 2017

Con el corazón en la cabeza

El sábado pasado tomé la mala decisión de salir con unos amigos pese a la insistencia de mi mamá de que me quedara en casa porque no estaba en mis mejores condiciones …

Después de todos los inconvenientes que tuvimos que pasar para llegar a nuestro destino final, mi noche terminó como en muchas ocasiones lo hace, volví sola a casa en Uber a la 1:30 am porque uno de ellos no quería regresarse.

En el trayecto a mi casa me puse a pensar sobre las amistades que habitan en mi vida y si realmente puedo considerarlas como tal, pese a que en ese momento debo admitir que me sentí molesta y decepcionada, sabía que la única persona culpable de mi mala noche era yo, no mi amigo que quería quedarse con la esperanza de entablar una conversación con alguna mujer, tampoco de mi mejor amigo que prefirió tampoco volver a su casa argumentando que el otro se enojaría, si quería culpar a alguien sólo podía ser a mi misma por confiar en otras personas y querer salir a como diera lugar.

Si bien me criaron bajo el concepto de actuar con el corazón en la mano y estar siempre dispuesta a ayudar a alguien especialmente si por ese alguien siento algún cariño, no puedo esperar que los otros actúen de la misma manera, pese a que el león crea que todos son de su condición, la realidad es que pocas personas estarán ahí para ti, especialmente si lo que tú requieres se antepone a sus intereses.

Recordé todas esas veces en que algún ser querido me ha llamado diciendo que me necesita e inmediatamente parto en su ayuda sin importar que este ocupada, acompañada o con algo mejor que hacer, voy a su encuentro para ayudarlo, escucharlo, permitirle que se desahogue o lo que necesite, pero cuando yo me he encontrado en alguna situación incómoda en que requiero ayuda, con las únicas personas que he podido contar son con mi mamá o mi hermano.

No les mentiré, en algunas ocasiones he pensado en ser más selectiva con aquellas personas que dejo entrar en mi vida, pero como les dije anteriormente no puedo evitar actuar con el corazón en la mano, confiar en la gente por la que siento algún tipo de cariño y creo que ellas sienten algo por mi.

Probablemente debería ser más independiente y no dejar que mi destino caiga en manos ajenas, o quizá olvidarme de mi vida social y quedarme en casa o mejor aún escuchar a mi mamá cuando me dice que no debo de salir, después de todo las mamás tienen ese sexto sentido que pocas veces escuchamos y para nuestra mala suerte siempre tienen la razón.


Escrito por: Sue FC

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