Hace poco conocí a una persona cuyo nombre no mencionaré (llamemos al sujeto en cuestión Fulanito) a quien le agradezco que me inspirara a escribir la siguiente nota.
Resulta que Fulanito tiene una forma de pensar completamente diferente a la de cualquier otro hombre que he conocido; la primera conversación que tuvimos fue algo así:
- No soy un caballero
- ¿Cómo dices? - pregunté
- Estamos en pleno siglo XXI, no soy de esos que te abren la puerta para eso tienes manos, no te pasaré del lado de la pared cuando caminemos porque yo también corro peligro de ser asaltado, atropellado o atacado, no paso por ti, existen muchos medios de transporte para que transites por la ciudad.
Antes de que pudiera seguir con su al parecer eterna lista de anti-caballerosidad no pude evitar comenzar a carcajearme.
- ¿De qué te ríes? - preguntó un poco molesto pensando que me burlaba de él.
- De todo lo que dices - respondí aún con risas - eres todo lo que una adicta al romance no busca.
- Todo es culpa de ustedes las mujeres, exigen equidad ¿no? pues eso es lo que intento darles.
Y fue justo ese último comentario lo que me hizo pensar ¿por qué cree que la equidad se antepone a la caballerosidad?
(Obviamente no volví a ver a Fulanito debido a que mi regla número 43 dice que si no es un caballero desde la primera cita le diga NEXT)
La equidad de género fue algo por lo que cientos de mujeres lucharon para ser tratadas como un igual; alguna vez leí que Eva fue creada de las costillas de Adán por una razón, no de la cabeza para ser superior, ni de las piernas para ser inferior, sino de un costado para ser igual, debajo del brazo para ser protegida y cerca del corazón para ser amada.
Entonces ¿qué es lo que llevó a Fulanito a pensar de ese modo? ¿Acaso no sabe que si él paga las palomitas ella invita los besos? ¿Por qué decidió deshacerse del caballero que seguramente alguna vez existió en él? ¿Será que las mujeres que salieron previamente con él así lo exigieron?
Quizá no puedo hablar por todas las mujeres, pero por mi parte puedo decirles que aún me ruborizo con los cumplidos, sonrió cuando él abre la puerta del auto, me acerca la silla o me cede el paso, y aunque si estoy a favor de la equidad y no me molesta pagar la cuenta de vez en cuando o cubrir mis gastos en una salida, también soy "pro caballeros", aún creo en el romance (quizá no me interesan las relaciones serias por ahora) pero adoro los lindos detalles, siempre es un placer salir con un hombre caballeroso que en algún momento podría robarme las sonrisas y suspiros que el quisiera con tan solo una llamada.
Así que les pido a todos esos caballeros que aún andan por ahí que nunca dejen de serlo, es un acto que realmente apreciamos aunque no lo parezca.
Escrito por: Sue FC ❤
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