Entonces solo tenemos de dos sopas, o adquirimos esos hermosos zapatos en color fucsia y convenzo a mi imaginario que combinan perfectamente con el vestido verde para el cual andaba buscando calzado que hiciera juego o en un ánimo conciliador, los compro y los combino aunque sea con el pantalón rosa que me heredó la tía de mi madrina y adquiero un look retro.
Este escenario se vuelve aún más divertido cuando nos inscribimos en una página para encontrar relaciones ya sea de amistad, amor o sexo y revisamos el catálogo de humanos que ahí se oferta, en donde podemos encontrarnos ante tantos contextos.
Al menos en mi caso, siempre reviso las imágenes con buen ánimo y con una dosis de fe, esperando que efectivamente sea quien se anuncia, pero de pronto veo la fotografía de un hombre musculoso, con abundante cabellera enfundado en ropa deportiva y casi cargando un piano, ofreciendo ser mi amigo; cuando uno inicia con en estas plataformas, inmediatamente hacemos click para conocer al caballero de presencia tan atractiva.
Sin embargo, ya con un poco de maña, antes de hacer click sabemos que es importante revisar el perfil, dícese de las características del producto ofertado, y ZAZ, nos damos cuenta que el gentil hombre tiene 63 años y entonces, al menos a mí, me entra una curiosidad por saber si es el hermano joven de Dorian Gray o estoy frente a un timo.
Entró en contacto con el producto que me da curiosidad y le pregunto de cuando es la fotografía que tiene en su perfil (en caso de que solo tenga sólo una, he encontrado personas que ponen más de 50 que van desde su primer foto de caritas, hasta su primera comunión; los XV años de la prima Marú; su foto del equipo de fut de la prepa, la imagen de cómo quedó después de su primera rasurada y todos los viajes que ha hecho por Pénjamo y Texcoco) y el gentil caballero me dice que es de hace 5 años… ajaaaaaa.
Ya en un afán de descubrir la verdad, intercambiamos número telefónicos para ver su perfil de whatsapp o le pido que se tome una fotografía de ese momento… y de nuevo ZAZ, en la imagen observo al papá o el abuelito del que aparece en la plataforma de encuentros.
Como todo consumidor engañado, cuestiono acerca de la mentira y he encontrado respuestas tan cínicas como “de veras es de hace 5 años” pero a partir de ahí ha tenido una vida intensa y le cayeron 20 años encima, hasta una carcajada diciendo que sólo intentaba mostrar una buena cara… que más bien, sería vernos la cara a las inocentes criatura del señor como yo que podemos ser víctimas de embaucadores como él (aja).
Sin embargo no entiendo el para qué de la mentira; no es como que compre una plancha de vapor guiándome por el anuncio y cuando llegué a mi casa, saque las blusas de algodón que tengo al fondo del cajón e intente desarrugarlas y descubra que aunque yo no lo creía posible, la susodicha plancha solo las remojó y quedaron aún más arrugadas. Los sujetos deberían saber que en la primera cita, cuando lo tenga enfrente y vea que no es quien debería ser, al menos en apariencia, le voy a dar las gracias, y me retiraré a hacer cosas más importantes, como ver el techo de mi casa.
¿Por qué mentir respecto a nuestra apariencia, si es tan fácil ser desmentido? O peor aún, ¿Porque intentar convencer con la imagen cuando estamos en el siglo de conquistar con nuestro ser? ¿Será entonces que ciertamente los hombres sólo buscan comprar físico y “el león cree que todos es de su condición”?
Amigos, no mientan, esta bien que las mujeres somos seres de fe, ¡pero no abusen! y si ya tuvieron la oportunidad de vivir 20, 30, 40 0 50 años presuman la experiencia, es cierto en alguna medida que todas quisiéramos un príncipe azul pero no se vale que a la primera lavada se ponga café con puntos amarillos. Al final del día, todas sabemos que no encontraremos en el catálogo a Brad Pitt y tendremos elegir entre LO QUE HAY.
Escrito por: LuCo
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Pero sin duda en esa búsqueda como se divierte jajajajajajajajaja
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