Esta vez la vida fue bastante generosa conmigo y encontré frente a mí un hombre educado, de presencia agradable, aparentemente inteligente, dispuesto y muy buen besador ¿Qué más podía pedir? Regresé a mi casa entusiasmada y agradecida porque esta vez la inversión de tiempo había valido la pena. Dispuesta a dar el siguiente paso.
En los últimos años, abusando de la tecnología, mi búsqueda de acompañantes se ha limitado a las páginas de internet en donde uno puede encontrar hombres como por catálogo, una es contactada, le echa ojo al galán, lee sus características y ofrecimientos, en caso de estar de acuerdo escribe sí gracias y listo, a planea la primera cita y ahí se hace una valoración en vivo.
Aunque en esta parte casi siempre me atoro porque se me va el encanto o no tengo muy claro cuál es el siguiente paso; la lógica me indica que el siguiente encuentro debe ser una cita de juegos, que dicho sea de paso debiera ser mi parte más favorita. Sin embargo, me llena de dudas saber si el hombre es tan bueno como se ve, o si mi primera valoración puede fallar.
Mi desconfianza obviamente no surgió de la nada o es una idea implantada por extraterrestres, está basada en toooooooodas las experiencias que he tenido, con el tiempo uno empieza a sufrir de “sospechosismo” y hasta no ver no creer. Parte de mi metodología posterior al primer encuentro consiste en tener más datos antes de arriesgarme a una gran decepción.
Puedo aceptar que un hombre sea menos habilidoso de lo que aseguraba ser, pero no resisto acostarme con patanes. Esos sujetos que buscan sólo darle gusto a su gusto sin importar lo demás. Para mí una de las claves para detectarlos es analizar sus respuestas a preguntas muy específicas como por ejemplo ¿Cuál es tu intención, qué buscas o qué esperas encontrar?
Las respuestas pueden ser desde sexo discreto hasta adrenalina. En mi perspectiva cuando la afirmación está estructurada en singular y encierra un sentido egocéntrico más vale dar las gracias y next… Definitivamente se trata de un hombre cuyo objetivo primero y último es él, seguramente solo utiliza a las mujeres porque un macho vive dentro de él y le indica que debe buscar una presa viviente, de lo contrario cualquier agujero en la pared lo podría hacer feliz.
No obstante que se trata de encuentros casuales, no acepto ser usada sin cumplir mis objetivos y alcanzar mis propias satisfacciones, me gustan los hombres que admiren a las mujeres y reconozcan la magia de que son capaces (hasta en la cama), que las asuma como el sexo lindo, que merecen ser consentidas, apapachadas y no usadas como muñecas inflables… ¡pum, pas clack y ya quedó!!!!
Niñas por favor ¡no permitan que las usen!! Y ustedes gentiles caballeros, aunque nunca más las vuelvan a ver, trátenlas con cariño para que se conviertan en un buen recuerdo. Si me permiten les doy un consejo, cuando les pregunten ¿que buscas?, jamás se atrevan a contestar Diversión, porque si quieren eso, no necesitan a una persona sensible junto a ustedes, seguramente su objetivo se cumplirá de mejor manera jugando turista, billar, X Box o alguno de esos jueguitos, o mejor aún, píquense el ombligo o cómanse los mocos.
P.D. Todos tenemos o tuvimos al menos una mujer en nuestra vida.
Escrito por: Lu Co
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