¿Alguna vez se han preguntado qué clase de persona son? El panorama es bastante amplio, en las entrevistas para ingresar a un trabajo o estudio superior nos hacen siempre ese cuestionamiento o nos piden que nos describamos o definamos. Los solicitantes suelen decir que son: responsables, optimistas, alegres, dedicadas, trabajadoras, activas, etc. o hacen un listados de todas las cualidades que se les puedan ocurrir en ese momento.
En el ámbito de la seguridad pública eso se pone aún más difícil porque uno de los exámenes de ingreso que nos aplican consiste en hacernos toda una serie de preguntas por horas y horas; la leyenda urbana dice que para aprobarlo debemos de decir la verdad, ser honestos, no importa que uno diga que es ansioso, o irresponsable si eso es cierto. Y para muchos es casi un reto superar la evaluación, porque además de ser muy tediosa no saben si deben contestar la verdad o lo socialmente correcto.
¿Se imaginan que su vida dependiera de definirse correcta y honestamente? Cuando era muy pequeña recibí una buena dosis de tortura psicológica disfrazada de lecciones morales y religiosas con argumentos que iban desde que un ser alado estaba junto a mí y que se ponía triste si me portaba mal, hasta que cuando me muriera iba a ser juzgada por alguien que todo lo veía y sabía de mis acciones más ocultas y pensamientos más oscuros. ¿Pueden ustedes creer que una niña de 6 años hiciera cosas tan terribles para merecer la tortura eterna?
Quiero pensar que la intención de todas esas personas que me torturaron con esos dichos tan absurdos era convertirme en una buena persona, en esa clase de ser humano que ellos esperaban que fuera, lamentablemente debo reconocer que no funcionó, incumplí con todas las expectativas de mis mentores ¿Eso me convierte en una mala persona?
Por ahí circulan una gran cantidad de prototipos de la clase de persona que debemos ser, casi siempre dependiendo del rol. Por ejemplo ¿Cuántas veces hemos escuchado que una persona del sexo femenino es calificada como “buena mujer”? Al menos yo varias decenas de veces y me he tomado el tiempo de analizar sus características, que van desde ser muy prudente, aguantadora, con manos mágicas para la cocinada y las labores domésticas, fiel y sacrificada.
Sin embargo, yo me pregunto ¿qué haría esta “buena mujer” siendo una madre proveedora, trabajando más de 12 horas al día y realizando análisis matemáticos o defendiendo un caso ante una corte internacional? Me parece que por muy bien que cocinara o dejará las camisas sin ninguna arruga no podría superar el reto.
Entonces no me parece tan válido definir a una persona de acuerdo a que tan eficiente es cumpliendo un rol… quizá debería ser algo más místico que tuviera que ver con valores éticos. Pero aun así cuando analizamos la praxis se complica el asunto. Por ejemplo, en el cine y en la vida real vemos a un hombre cuyas características es ser rudo, fanfarrón, violento, dispuesto a golpear a cualquier ser humano que no le resulte de su entera satisfacción, en un primer momento nos parecería de esa clase de personas de las que preferiríamos mantenernos alejados, y en caso de que se trate de un filme, lo odiaremos cada vez que haga de las suyas.
Sin embargo ¿qué pasa si este mismo sujeto por azares del destino coincide con una chica que siempre ha sido víctima de todos, ha recibido toda clase de abusos y burlas de sus semejantes y el brabucón la toma bajo su protección y golpea a todos aquellos que la fastidian constantemente? ¿Se convierte en un héroe? Aparentemente sí.
Definitivamente es muy difícil autodefinir la clase de persona que somos y más aún, etiquetar a los demás, creo que los seres humanos estamos hechos de cientos de partes, pensamientos y sentimientos, acciones y motivaciones, después de analizarme por varias decenas de años, lo único que pude concluir es que soy una persona de clase HPJ.
Escrito por: Lu Co
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