Quizá el nombre de este artículo es engañoso, toda vez que no trata de la tercera zaga de la famosa trilogía fílmica de la “Guerra de las Galaxias”, pero sí es la continuación de la historia que algún día les compartí en uno de mis escritos, seguramente si leen este blog desde hace algún tiempo la recordarán, es sobre un caballero Jedi.
Pues les cuento… resulta que aquel gentil caballero que algún día iluminó mi vida con su conocimiento sobre las actividades apasionadas, regresó; lejos de llenarme de felicidad me causa extrañamiento, quizá hasta un poco de incomodidad porque me manifestó su urgencia de verme, con lo cual confirmo que soy una mujer de círculos cerrados.
Definitivamente no soy una persona que crea que las segundas partes son buenas, es más considero que no deben de existir al menos en el plano de las relaciones amorosas. ¿Cómo para qué? Conozco muchas personas que pasan sus vidas terminando y regresando con sus parejas en un intento por recuperar la esencia que algún día los unió
En mi perspectiva, esto lejos de enriquecerlos, es un proceso desgastante que cada vez merma más la “relación a salvar”, en cada intento se va perdiendo el respeto y la fe en la otra persona que en los momentos de ruptura muestra lo más oscuro de su ser.
Las relaciones como las buenas películas deben ser historias completas que cuando llegan a su final, ya sea que nos guste o no, o que consideremos que era tiempo o no, se ACABO, no hay nada más después, una vez que se lee FIN o la pantalla se oscurece o terminan los créditos, no existe nada más, los que se casaron, casados están, los que se murieron no van a revivir, los niños crecieron, los vampiros no volverán a ser humanos…
A los apasionados de las buenas historias nos molesta mucho que con el fin de lucrar, los realizadores decidan hacer una segunda parte y nos digan que el muerto por el que lloramos todas nuestras lágrimas no estaba tan muerto y “andaba de parranda” ¿Qué es eso? ¿Por qué echar a perder una hermosa narrativa, que quizá nos dejó tristes o muy satisfechos al final, solo para ganar un poco más?
Me parece que lo mismo sucede con las relaciones, si terminó porque ya no había encariñamiento; hubo un engaño; dejó de haber interés; llegó un tercero en discordia; simplemente así lo decidieron o la situación ya era insostenible ¿cómo para qué retomarla? el reinició implicaría cerca de un 75% de posibilidad de fracasar.
No es práctico intentar pegar un vaso para volverlo a usar… ¿O sí? Una vez reparado sabemos que es más frágil que antes, nunca lo volveremos a usar con la misma confianza porque sabemos que en cualquier momento se despega y acabamos chorreados y jugando a las camisetas mojadas, mejor lo tiramos y usamos otro o compramos uno nuevo en cuanto podamos que nos asegure la funcionalidad que el anterior tenía antes de fracturarse.
No dudo que por ahí exista una relación que como el Ave Fénix resurja de las cenizas, simplemente estoy convencida que no la tomaría. Para mí lo más lindo de las relaciones es justamente la sorpresa inicial del encuentro con el otro, descubrir su olor, su textura, su sabor, como se siente su mano junto a la mía, la emoción de los primeros besos, las mariposas en el estómago cuando se acerca, etc.
En cambio el reencuentro con una relación pasada es como un examen de historia, difícil y aburrido, sólo contiene información que nos servirá para no cometer la mismos errores.
Escrito por: Lu Co
Hey que paso con las publicaciones??? ya pasaron mas de 15 días y nada siguen de fiesta????
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