Quizá el nombre de este artículo es engañoso, toda vez que no trata de la tercera zaga de la famosa trilogía fílmica de la “Guerra de las Galaxias”, pero sí es la continuación de la historia que algún día les compartí en uno de mis escritos, seguramente si leen este blog desde hace algún tiempo la recordarán, es sobre un caballero Jedi.
Pues les cuento… resulta que aquel gentil caballero que algún día iluminó mi vida con su conocimiento sobre las actividades apasionadas, regresó; lejos de llenarme de felicidad me causa extrañamiento, quizá hasta un poco de incomodidad porque me manifestó su urgencia de verme, con lo cual confirmo que soy una mujer de círculos cerrados.
Definitivamente no soy una persona que crea que las segundas partes son buenas, es más considero que no deben de existir al menos en el plano de las relaciones amorosas. ¿Cómo para qué? Conozco muchas personas que pasan sus vidas terminando y regresando con sus parejas en un intento por recuperar la esencia que algún día los unió
En mi perspectiva, esto lejos de enriquecerlos, es un proceso desgastante que cada vez merma más la “relación a salvar”, en cada intento se va perdiendo el respeto y la fe en la otra persona que en los momentos de ruptura muestra lo más oscuro de su ser.
Las relaciones como las buenas películas deben ser historias completas que cuando llegan a su final, ya sea que nos guste o no, o que consideremos que era tiempo o no, se ACABO, no hay nada más después, una vez que se lee FIN o la pantalla se oscurece o terminan los créditos, no existe nada más, los que se casaron, casados están, los que se murieron no van a revivir, los niños crecieron, los vampiros no volverán a ser humanos…
A los apasionados de las buenas historias nos molesta mucho que con el fin de lucrar, los realizadores decidan hacer una segunda parte y nos digan que el muerto por el que lloramos todas nuestras lágrimas no estaba tan muerto y “andaba de parranda” ¿Qué es eso? ¿Por qué echar a perder una hermosa narrativa, que quizá nos dejó tristes o muy satisfechos al final, solo para ganar un poco más?
Me parece que lo mismo sucede con las relaciones, si terminó porque ya no había encariñamiento; hubo un engaño; dejó de haber interés; llegó un tercero en discordia; simplemente así lo decidieron o la situación ya era insostenible ¿cómo para qué retomarla? el reinició implicaría cerca de un 75% de posibilidad de fracasar.
No es práctico intentar pegar un vaso para volverlo a usar… ¿O sí? Una vez reparado sabemos que es más frágil que antes, nunca lo volveremos a usar con la misma confianza porque sabemos que en cualquier momento se despega y acabamos chorreados y jugando a las camisetas mojadas, mejor lo tiramos y usamos otro o compramos uno nuevo en cuanto podamos que nos asegure la funcionalidad que el anterior tenía antes de fracturarse.
No dudo que por ahí exista una relación que como el Ave Fénix resurja de las cenizas, simplemente estoy convencida que no la tomaría. Para mí lo más lindo de las relaciones es justamente la sorpresa inicial del encuentro con el otro, descubrir su olor, su textura, su sabor, como se siente su mano junto a la mía, la emoción de los primeros besos, las mariposas en el estómago cuando se acerca, etc.
En cambio el reencuentro con una relación pasada es como un examen de historia, difícil y aburrido, sólo contiene información que nos servirá para no cometer la mismos errores.
Escrito por: Lu Co
viernes, 18 de diciembre de 2015
martes, 15 de diciembre de 2015
DISERTACIONES: IDENTIDAD FUTBOLERA
Ni en mi peor pesadilla me imaginé escribiendo sobre futbol, me declaro poco conocedora del tema pero sí tengo una idea muy clara de lo que es la solidaridad, el trabajo en equipo y ponerse la camiseta.
Hoy platicaba con mi pequeña y su padrino acerca del juego final del torneo de la Liga Mexicana de Fútbol, todos nosotros Pumas de corazón, disertábamos acerca de la probabilidad que tenía nuestro equipo de ganar la final después de que su desempeño aparentemente fue el óptimo en el “juego de ida”.
Adicionalmente debo comentarles que mi hija nos puso como tarea lúdica ver una serie mexicana de televisión cuya temática gira en torno a un equipo de fútbol llamado Cuervos y las vicisitudes que se suscitan entorno al club deportivo y la cadena de corrupción prevaleciente en el juego mismo, particularmente del dinero que tiene que invertir un deportista para “comprar” la oportunidad de demostrar su capacidad en la cancha.
Sobre el tema, coincidí además con dos futbolistas frustrados que son mis compañeros de oficina a quienes los entrenadores de sus equipos les exigieron cierta cantidad de dinero (fuera de todas sus posibilidades) para dejarlos ascender a una liga profesional, misma situación que vivió uno de los tantos novios de mi hija, lo que me causó verdadera indignación porque no tenía ni la más remota idea de que eso fuera posible.
De igual forma lamentábamos que nuestro equipo haya perdido su esencia. Actualmente su plantilla de jugadores no está integrada por “universitarios”, sino que evolucionó en un conglomerado de futbolistas provenientes de diferentes clubes, incluso extranjeros, que sirven a los intereses de un particular, es decir que se convirtió en un “negocio”, que lejos de estar interesado en darle la oportunidad a estudiantes de la UNAM, sólo quiere lucrar.
¿Dónde quedó el espíritu de los jugadores que participaron en el primer encuentro del equipo en la liga profesional de 1954, extraídos de las facultades de Ingeniería, Arquitectura y Leyes? Quizá su inexperiencia no les permitió ganar y cayeron ante el Monterrey por 3 a 1, pero seguramente en el intento dejaron sangre, sudor y lágrimas defendiendo la camiseta.
Aquellos futbolistas entregaban su esfuerzo por representar dignamente a su Casa de Estudios, jugaban con el alma por delante y el orgullo de ser universitarios, por supuesto sus seguidores eran estudiantes que animaban a su equipo con el corazón, y no un grupo de vándalos que aprovechan los juegos para cometer actos delictivos, convirtiendo a “La Rebel” en la barra más antagónica y violenta del país.
Por ahí se dice que a los mexicanos nos unen y dan identidad la virgen de Guadalupe y el fútbol, omitiré mis comentarios del elemento religioso, pero sobre el deporte más popular del mundo tengo mis dudas, toda vez que hoy en día es solamente un negocio, los deportistas más destacados se convierten en celebridades cuyo móvil es el dinero y la fama y no el compromiso de representar dignamente a su escuadra.
Por supuesto que esto es una tendencia globalizada, el fútbol se ha convertido en un gran negocio mundial en el que se ganan miles de millones de dólares corrupto hasta sus entrañas, recientemente el asunto del mundial confirmó lo que todos especulaban.
Mi pasión por el deporte de las patadas desde luego no llega a quitarme el sueño, es más, creo que ni siquiera me distrae de mis preocupaciones, pero la falta de identidad es cada vez más evidente en las nuevas generaciones que necesitan contar con un sentido de pertenencia que oriente su actuar.
Todos las personas necesitamos creer que nuestras acciones están encaminadas a un bien mayor y sino ¿Qué caso tiene?
Escrito por: Lu Co
Hoy platicaba con mi pequeña y su padrino acerca del juego final del torneo de la Liga Mexicana de Fútbol, todos nosotros Pumas de corazón, disertábamos acerca de la probabilidad que tenía nuestro equipo de ganar la final después de que su desempeño aparentemente fue el óptimo en el “juego de ida”.
Adicionalmente debo comentarles que mi hija nos puso como tarea lúdica ver una serie mexicana de televisión cuya temática gira en torno a un equipo de fútbol llamado Cuervos y las vicisitudes que se suscitan entorno al club deportivo y la cadena de corrupción prevaleciente en el juego mismo, particularmente del dinero que tiene que invertir un deportista para “comprar” la oportunidad de demostrar su capacidad en la cancha.
Sobre el tema, coincidí además con dos futbolistas frustrados que son mis compañeros de oficina a quienes los entrenadores de sus equipos les exigieron cierta cantidad de dinero (fuera de todas sus posibilidades) para dejarlos ascender a una liga profesional, misma situación que vivió uno de los tantos novios de mi hija, lo que me causó verdadera indignación porque no tenía ni la más remota idea de que eso fuera posible.
De igual forma lamentábamos que nuestro equipo haya perdido su esencia. Actualmente su plantilla de jugadores no está integrada por “universitarios”, sino que evolucionó en un conglomerado de futbolistas provenientes de diferentes clubes, incluso extranjeros, que sirven a los intereses de un particular, es decir que se convirtió en un “negocio”, que lejos de estar interesado en darle la oportunidad a estudiantes de la UNAM, sólo quiere lucrar.
¿Dónde quedó el espíritu de los jugadores que participaron en el primer encuentro del equipo en la liga profesional de 1954, extraídos de las facultades de Ingeniería, Arquitectura y Leyes? Quizá su inexperiencia no les permitió ganar y cayeron ante el Monterrey por 3 a 1, pero seguramente en el intento dejaron sangre, sudor y lágrimas defendiendo la camiseta.
Aquellos futbolistas entregaban su esfuerzo por representar dignamente a su Casa de Estudios, jugaban con el alma por delante y el orgullo de ser universitarios, por supuesto sus seguidores eran estudiantes que animaban a su equipo con el corazón, y no un grupo de vándalos que aprovechan los juegos para cometer actos delictivos, convirtiendo a “La Rebel” en la barra más antagónica y violenta del país.
Por ahí se dice que a los mexicanos nos unen y dan identidad la virgen de Guadalupe y el fútbol, omitiré mis comentarios del elemento religioso, pero sobre el deporte más popular del mundo tengo mis dudas, toda vez que hoy en día es solamente un negocio, los deportistas más destacados se convierten en celebridades cuyo móvil es el dinero y la fama y no el compromiso de representar dignamente a su escuadra.
Por supuesto que esto es una tendencia globalizada, el fútbol se ha convertido en un gran negocio mundial en el que se ganan miles de millones de dólares corrupto hasta sus entrañas, recientemente el asunto del mundial confirmó lo que todos especulaban.
Mi pasión por el deporte de las patadas desde luego no llega a quitarme el sueño, es más, creo que ni siquiera me distrae de mis preocupaciones, pero la falta de identidad es cada vez más evidente en las nuevas generaciones que necesitan contar con un sentido de pertenencia que oriente su actuar.
Todos las personas necesitamos creer que nuestras acciones están encaminadas a un bien mayor y sino ¿Qué caso tiene?
Escrito por: Lu Co
viernes, 11 de diciembre de 2015
DISERTACIONES: ¿CASADO O CAZADO?
Hace algunos días platicaba con mi amigo más querido sobre sus complicaciones existenciales. Resulta que el gentil caballero tiene una vida ensombrecida por su falta de actividad sexual. Yo no tuve la fortuna de conocerlo en sus tiempos mozos porque desde que se introdujo a mi vida, ya tenía una esposa y una adorable hija. Pero él me comenta que en su alocada juventud era un hombre hiperactivo en eso de las relaciones sexosas, tenía acción una día sí y otro también, es más, incluso solía asistir a los clubs swingers para completar su dosis semanal.
El meollo del asunto es que una vez que se casó… ZAZ se le acabó el juguetito, porque resulta que a su ilustre esposa nada que le gusta el ejercicio, al menos ese, y mi pobre amigo se está echando a perder, la acción más intensa que tiene en la cama es cuando la “tiende” o mueve de lugar para barrer.
Metiche como soy, opiné que sería muy prudente que hablara con la “bella dama” que tiene por esposa y la convenciera de lo imprescindible que le resulta el ejercicio para desestresarse; andar sonriente todo el día o como “control de peso”, pero al parecer nada, por lo que en ocasiones mi amigo revalora y añora su soltería.
Yo no entiendo muy bien la situación, ni siquiera me parece comprensible ¿Cómo es posible que alguien que le regusta el gusto se tenga que resignar a vivir sin él? ¿Dónde tenía la cabeza cuando eligió a la mujer con la que compartiría su vida? La explicación que me da es que “está casado” y que así son las relaciones, que se trata de ceder… pero entonces su concepto de casado nada tiene que ver con el matrimonio, sino sería más bien con el sustantivo del verbo cazar, el cual implica que el sujeto (cazador) somete a su presa, la priva de la libertad y en ocasiones de la vida.
Cada que escucho esas historias, porque lamentablemente no es la primera que conozco, me convenzo que algunas personas materialmente se dedican a cazar, y no especímenes del reino animal (gracias a Dios), pero sí a incautos a quienes someten a su voluntad y obligan a adaptarse a su manera de vivir.
Definitivamente el problema no es de los cazadores, sino de las personas que se dejan cazar ¿Qué pasa ahí? ¿Será que la soledad les ganó y tienen la necesidad de que alguien les ponga atención? ¿Sufrirán de inseguridad congénita? ¿Querrán cubrir apariencias sociales y satisfacer las expectativas familiares? Cualquiera que sea la razón, me parece que el precio es muy caro.
En ocasiones pasa el tiempo y algunos cazados pierden la seguridad en sí mismos, por lo que están dispuestos a quedarse ahí por los siglos de los siglos o materialmente hasta que la muerte los separé. En el caso de mi amigo, argumenta que es incapaz de conquistar a otra mujer porque su físico no le ayuda, es más, se atreve a decir “y con esta cara”.
Y yo me preguntó ¿Cuándo era joven y se dedicaba a seducir mujeres, tenía otra cara? Si acaso un poco menos gastada, pero esencialmente era la misma y al parecer le funcionaba. ¿Entonces? Igual y tanto “no” que ha recibido de su consorte, mermó su convicción y entusiasmo.
En favor de mi muuuuuuuuy querido amigo debo decirle que es el hombre más dulce con el que he coincidido (y mire que puedo decirle que conozco algunos); es muy divertido, platicador, respetuoso (hasta el punto de poner mi virtud en sus manos, jajajaja), acomedido, simpático, intrépido, audaz, caballeroso, bailador, platicador y muchas otras cosas que terminen en or; por favor no se dé por vencido, merece tener una vida completa.
Estoy convencida de que vida sólo hay una, al menos del modo en que la conocemos, por lo que no está lindo depender de la voluntad de alguien para ser feliz, todos somos seres completos, dueños de nuestro hacer. Por supuesto admiro la generosidad de quienes deciden ceder su voluntad a otro, pero por favor, asegúrense que valió la pena el sacrificio, y si es el caso SIEMPRE SE PUEDE NEGOCIAR.
Escrito por: Lu Co
El meollo del asunto es que una vez que se casó… ZAZ se le acabó el juguetito, porque resulta que a su ilustre esposa nada que le gusta el ejercicio, al menos ese, y mi pobre amigo se está echando a perder, la acción más intensa que tiene en la cama es cuando la “tiende” o mueve de lugar para barrer.
Metiche como soy, opiné que sería muy prudente que hablara con la “bella dama” que tiene por esposa y la convenciera de lo imprescindible que le resulta el ejercicio para desestresarse; andar sonriente todo el día o como “control de peso”, pero al parecer nada, por lo que en ocasiones mi amigo revalora y añora su soltería.
Yo no entiendo muy bien la situación, ni siquiera me parece comprensible ¿Cómo es posible que alguien que le regusta el gusto se tenga que resignar a vivir sin él? ¿Dónde tenía la cabeza cuando eligió a la mujer con la que compartiría su vida? La explicación que me da es que “está casado” y que así son las relaciones, que se trata de ceder… pero entonces su concepto de casado nada tiene que ver con el matrimonio, sino sería más bien con el sustantivo del verbo cazar, el cual implica que el sujeto (cazador) somete a su presa, la priva de la libertad y en ocasiones de la vida.
Cada que escucho esas historias, porque lamentablemente no es la primera que conozco, me convenzo que algunas personas materialmente se dedican a cazar, y no especímenes del reino animal (gracias a Dios), pero sí a incautos a quienes someten a su voluntad y obligan a adaptarse a su manera de vivir.
Definitivamente el problema no es de los cazadores, sino de las personas que se dejan cazar ¿Qué pasa ahí? ¿Será que la soledad les ganó y tienen la necesidad de que alguien les ponga atención? ¿Sufrirán de inseguridad congénita? ¿Querrán cubrir apariencias sociales y satisfacer las expectativas familiares? Cualquiera que sea la razón, me parece que el precio es muy caro.
En ocasiones pasa el tiempo y algunos cazados pierden la seguridad en sí mismos, por lo que están dispuestos a quedarse ahí por los siglos de los siglos o materialmente hasta que la muerte los separé. En el caso de mi amigo, argumenta que es incapaz de conquistar a otra mujer porque su físico no le ayuda, es más, se atreve a decir “y con esta cara”.
Y yo me preguntó ¿Cuándo era joven y se dedicaba a seducir mujeres, tenía otra cara? Si acaso un poco menos gastada, pero esencialmente era la misma y al parecer le funcionaba. ¿Entonces? Igual y tanto “no” que ha recibido de su consorte, mermó su convicción y entusiasmo.
En favor de mi muuuuuuuuy querido amigo debo decirle que es el hombre más dulce con el que he coincidido (y mire que puedo decirle que conozco algunos); es muy divertido, platicador, respetuoso (hasta el punto de poner mi virtud en sus manos, jajajaja), acomedido, simpático, intrépido, audaz, caballeroso, bailador, platicador y muchas otras cosas que terminen en or; por favor no se dé por vencido, merece tener una vida completa.
Estoy convencida de que vida sólo hay una, al menos del modo en que la conocemos, por lo que no está lindo depender de la voluntad de alguien para ser feliz, todos somos seres completos, dueños de nuestro hacer. Por supuesto admiro la generosidad de quienes deciden ceder su voluntad a otro, pero por favor, asegúrense que valió la pena el sacrificio, y si es el caso SIEMPRE SE PUEDE NEGOCIAR.
Escrito por: Lu Co
jueves, 10 de diciembre de 2015
Alguien importante
El jueves de la semana pasada fui a un curso de dos días por parte de la empresa en la que trabajo, que no les alargaré la historia sobre lo que trato y todo lo que ocurrió pero hay algo que si quiero resaltar y lo cuál me da pie para escribir este artículo…
El último día del curso, como dinámica final nos pidieron que nos acercáramos con todos aquellos a quienes quisiéramos darles las gracias por algo que habían hecho por nosotros, dentro de las personas a las que yo me acerqué estaba mi director de área, quien respondió a mi agradecimiento con un “No hay de que corazón, eres alguien importante para el equipo”, la séptima y octava palabra se quedaron (y se quedarán) retumbando en mi cabeza.
Conforme los días pasaron la satisfacción interna que hay dentro de mi seguía brincando de emoción, pero después de meditarlo por muy poco tiempo pensé en todas aquellas personas que alguna vez me han dicho que soy alguien importante para ellos y no pude hacer nada más que sonreír hasta que las preguntas y dudas llegaron a mí, ¿por qué?, ¿por qué nos consideran importantes en sus vidas? ¿Qué diferencia habría si no estuviésemos?
Para responder a esas preguntas tuve que voltearlas, pensé en todos aquellos que son importantes para mí, y en efecto mi vida no sería lo mismo sin ellos, pero más que eso sé que yo no sería como soy, mi mamá siempre ha dicho que me hizo a su semejanza, que tenía muy claro quien quería que fuera, quizá no contempló cientos de errores y defectos que tengo pero finalmente soy quien soy gracias a ella y a todos aquellos que me han ayudado a formarme como hija, amiga, compañera, profesional y persona.
Tengo la plena certeza que mi vida no sólo sería diferente en su ausencia, sería todo un caos, no habría quien me dé un jalón de orejas, un abrazo, unas palabras de aliento, un apapacho, una felicitación, una caricia, un regaño, un premio, un consejo, NADA, al menos no de la misma manera en que esas personas lo hacen.
Y tú que estás leyendo esto, te aseguro que eres alguien importante, puede que en ocasiones no lo veas o las personas que te rodean no lo expresan, pero créeme que no es necesario recibir un diploma o reconocimiento, tienes la mayor prueba cerca de ti, sólo tienes que voltear a tu alrededor y ver cuántas personas están dispuestas a ayudarte y están para ti.
Me siento sumamente afortunada de ser considerada importante para todas esas personas que quiero y que aunque en numerosas ocasiones hemos tenido desacuerdos siguen ahí, así es que si alguien los considera importantes siéntase agradecidos, pero más que eso si hay alguien importante para ustedes díganselo, háganle saber que son indispensables en su vida, quizá ustedes no vean el valor que esas palabras pueden tener, pero así como yo lo viví en el dichoso curso, son palabras que realmente te hacen sentir bien, querido, pero sobre todo importante.
El último día del curso, como dinámica final nos pidieron que nos acercáramos con todos aquellos a quienes quisiéramos darles las gracias por algo que habían hecho por nosotros, dentro de las personas a las que yo me acerqué estaba mi director de área, quien respondió a mi agradecimiento con un “No hay de que corazón, eres alguien importante para el equipo”, la séptima y octava palabra se quedaron (y se quedarán) retumbando en mi cabeza.
Conforme los días pasaron la satisfacción interna que hay dentro de mi seguía brincando de emoción, pero después de meditarlo por muy poco tiempo pensé en todas aquellas personas que alguna vez me han dicho que soy alguien importante para ellos y no pude hacer nada más que sonreír hasta que las preguntas y dudas llegaron a mí, ¿por qué?, ¿por qué nos consideran importantes en sus vidas? ¿Qué diferencia habría si no estuviésemos?
Para responder a esas preguntas tuve que voltearlas, pensé en todos aquellos que son importantes para mí, y en efecto mi vida no sería lo mismo sin ellos, pero más que eso sé que yo no sería como soy, mi mamá siempre ha dicho que me hizo a su semejanza, que tenía muy claro quien quería que fuera, quizá no contempló cientos de errores y defectos que tengo pero finalmente soy quien soy gracias a ella y a todos aquellos que me han ayudado a formarme como hija, amiga, compañera, profesional y persona.
Tengo la plena certeza que mi vida no sólo sería diferente en su ausencia, sería todo un caos, no habría quien me dé un jalón de orejas, un abrazo, unas palabras de aliento, un apapacho, una felicitación, una caricia, un regaño, un premio, un consejo, NADA, al menos no de la misma manera en que esas personas lo hacen.
Y tú que estás leyendo esto, te aseguro que eres alguien importante, puede que en ocasiones no lo veas o las personas que te rodean no lo expresan, pero créeme que no es necesario recibir un diploma o reconocimiento, tienes la mayor prueba cerca de ti, sólo tienes que voltear a tu alrededor y ver cuántas personas están dispuestas a ayudarte y están para ti.
Me siento sumamente afortunada de ser considerada importante para todas esas personas que quiero y que aunque en numerosas ocasiones hemos tenido desacuerdos siguen ahí, así es que si alguien los considera importantes siéntase agradecidos, pero más que eso si hay alguien importante para ustedes díganselo, háganle saber que son indispensables en su vida, quizá ustedes no vean el valor que esas palabras pueden tener, pero así como yo lo viví en el dichoso curso, son palabras que realmente te hacen sentir bien, querido, pero sobre todo importante.
Escrito por: Sue FC ❤
martes, 8 de diciembre de 2015
DISERTACIONES: MI ESCRITORA FAVORITA
Debo confesar que tengo un gusto casi insaciable por la lectura, soy ávida obtenedora de información a través de los medios escritos, pero por más intento recordar no encuentro el punto coyuntural en el que mi gusto por leer se disparó. Recientemente algunas de las personas con las que socializo me han cuestionado al respecto, quizá porque siempre me encuentran sumergida en el mundo de las letras.
Definitivamente hasta hace un par de años no podía determinar con claridad cuál era mi libro favorito o si alguno ha marcado mi vida, es más, quizá si me cuestionaran sobre autores y sus obras, haría el mismo ridículo que nuestro ilustre presidente haciendo una mezcolanza de escritores y obras literarias. Sin embargo, no puedo resistirme a ver un conjunto de letras ordenadas sin que mi curiosidad obligue a mi intelecto a enterarse de lo que dice.
Leo desde los instructivos de las cajas de electrodomésticos, advertencias en las cajas de productos de limpieza y medicinas, hasta obras clásicas de la literatura universal pasando por todo tipo de libros de texto, novelas, periódicos, poesía, epístolas, obras de teatro, etc.
Por algún extraño motivo, los textos escritos por mujeres me causan especial emoción, aunque no siempre me identificó con los puntos de vista, digamos que me gusta la sensibilidad con que plasman sus ideas, he tenido la oportunidad de leer obras de Gabriela Mistral, Sor Juana Inés de la Cruz, Agatha Christie, Virginia Wolf, Rosario Castellanos, Simone de Beavoir, Laura Esquivel, Elena Poniatowska, Isabel Allende, etc. etc. etc. sin embargo hasta hace dos o tres años, encontré a la que es y será por siempre mi escritora favorita.
Cuando cayó su primer libro en mis manos era un borrador, me dio un poco de pesar tener que leerlo, en primera instancia porque debía colaborar a su corrección y estaba llena hasta el tope de trabajo, era muy poco el tiempo libre que tenía para invertir, pero como siempre… la curiosidad ganó.
Tengo que confesar que al principio me costó un poco de esfuerzo iniciar con la tarea, pero después, la historia me atrapó, quería terminar mis obligaciones profesionales laborales en 5 minutos para dedicarme de lleno a saciar mi curiosidad sobre el destino de los personajes de su historia. Y lo peor que me pudo pasar fue querer saber que seguía y… ¡no seguía nada! porque la muy chambona aún no lo había escrito.
En ocasiones, tuve que suplicarle por la vida de algunos protagonistas y manifestar mi inconformidad por la decisión que había tomado sobre su comportamiento y las consecuencias que le acarrearía, puedo afirmar sin temor a equivocarme, que ha sido la lectura que más he disfrutado en la vida. En fin… mi escritora favorita no es una intelectual, con actitud formal y postura de todo lo sé y lo que no… lo invento… y soy tan segura de mí que lo creerás.
Mi escritora favorita es una pequeña con ojos de estrella y sueños de niña; con una imaginación que le consume el tiempo; que sueña despierta y sus personajes la acompañan en el coche y mientras come; ríe hasta llorar y sufre hasta romperme el corazón; su experiencia vital jamás explicará su sabiduría; dice lo que piensa y demuestra lo que siente; no sabe fingir ni ha perdido la capacidad de sorprenderse; solo quiere vivir y seguir contando las historias que su corazón le dicta… Por supuesto que como ya se imaginaran mi escritora favorita es mi hija.
A diferencia de muchos escritores frustrados ante la imposibilidad de compartir sus historias, mi niña está convencida que va a hacerlo, sin embargo el camino es verdaderamente complicado, lo ha intentado más de una vez y al final algo pasa que se frustra la publicación.
Ustedes se preguntarán ¿Cómo puede pasar esto en pleno siglo XXI cuando estamos más comunicados que nunca? Yo tampoco me lo explico, el camino para hacer una publicación relativamente formal está lleno de requisitos, condicionamientos y restricciones, sin embargo espero que la decisión de mi pequeña supere todos los inconvenientes y en el corto plazo puedan conocer a los protagonistas de “El sabor de los sueños”.
Dicen por ahí que no hay sueños imposibles, pero a veces “como cuesta alcanzarlos”, todos tenemos una meta que nos parece lejana pero si dejamos de intentarlo se desvanecerá en el tiempo dejándonos un hoyo negro en el corazón.
Escrito por: Lu Co
Definitivamente hasta hace un par de años no podía determinar con claridad cuál era mi libro favorito o si alguno ha marcado mi vida, es más, quizá si me cuestionaran sobre autores y sus obras, haría el mismo ridículo que nuestro ilustre presidente haciendo una mezcolanza de escritores y obras literarias. Sin embargo, no puedo resistirme a ver un conjunto de letras ordenadas sin que mi curiosidad obligue a mi intelecto a enterarse de lo que dice.
Leo desde los instructivos de las cajas de electrodomésticos, advertencias en las cajas de productos de limpieza y medicinas, hasta obras clásicas de la literatura universal pasando por todo tipo de libros de texto, novelas, periódicos, poesía, epístolas, obras de teatro, etc.
Por algún extraño motivo, los textos escritos por mujeres me causan especial emoción, aunque no siempre me identificó con los puntos de vista, digamos que me gusta la sensibilidad con que plasman sus ideas, he tenido la oportunidad de leer obras de Gabriela Mistral, Sor Juana Inés de la Cruz, Agatha Christie, Virginia Wolf, Rosario Castellanos, Simone de Beavoir, Laura Esquivel, Elena Poniatowska, Isabel Allende, etc. etc. etc. sin embargo hasta hace dos o tres años, encontré a la que es y será por siempre mi escritora favorita.
Cuando cayó su primer libro en mis manos era un borrador, me dio un poco de pesar tener que leerlo, en primera instancia porque debía colaborar a su corrección y estaba llena hasta el tope de trabajo, era muy poco el tiempo libre que tenía para invertir, pero como siempre… la curiosidad ganó.
Tengo que confesar que al principio me costó un poco de esfuerzo iniciar con la tarea, pero después, la historia me atrapó, quería terminar mis obligaciones profesionales laborales en 5 minutos para dedicarme de lleno a saciar mi curiosidad sobre el destino de los personajes de su historia. Y lo peor que me pudo pasar fue querer saber que seguía y… ¡no seguía nada! porque la muy chambona aún no lo había escrito.
En ocasiones, tuve que suplicarle por la vida de algunos protagonistas y manifestar mi inconformidad por la decisión que había tomado sobre su comportamiento y las consecuencias que le acarrearía, puedo afirmar sin temor a equivocarme, que ha sido la lectura que más he disfrutado en la vida. En fin… mi escritora favorita no es una intelectual, con actitud formal y postura de todo lo sé y lo que no… lo invento… y soy tan segura de mí que lo creerás.
Mi escritora favorita es una pequeña con ojos de estrella y sueños de niña; con una imaginación que le consume el tiempo; que sueña despierta y sus personajes la acompañan en el coche y mientras come; ríe hasta llorar y sufre hasta romperme el corazón; su experiencia vital jamás explicará su sabiduría; dice lo que piensa y demuestra lo que siente; no sabe fingir ni ha perdido la capacidad de sorprenderse; solo quiere vivir y seguir contando las historias que su corazón le dicta… Por supuesto que como ya se imaginaran mi escritora favorita es mi hija.
A diferencia de muchos escritores frustrados ante la imposibilidad de compartir sus historias, mi niña está convencida que va a hacerlo, sin embargo el camino es verdaderamente complicado, lo ha intentado más de una vez y al final algo pasa que se frustra la publicación.
Ustedes se preguntarán ¿Cómo puede pasar esto en pleno siglo XXI cuando estamos más comunicados que nunca? Yo tampoco me lo explico, el camino para hacer una publicación relativamente formal está lleno de requisitos, condicionamientos y restricciones, sin embargo espero que la decisión de mi pequeña supere todos los inconvenientes y en el corto plazo puedan conocer a los protagonistas de “El sabor de los sueños”.
Dicen por ahí que no hay sueños imposibles, pero a veces “como cuesta alcanzarlos”, todos tenemos una meta que nos parece lejana pero si dejamos de intentarlo se desvanecerá en el tiempo dejándonos un hoyo negro en el corazón.
TU SIEMPRE PUEDES!!!!
Escrito por: Lu Co
lunes, 7 de diciembre de 2015
Enamórate
Recientemente me hice de una nueva mejor amiga que entre sus múltiples cualidades está el romanticismo y la inocencia, desde que nos conocimos en la escuela hicimos clic al instante, está demás decirles que le tomé mucho cariño en muy poco tiempo, pero últimamente esta pequeña parece que sufre de mal de amores, para ser honesta no sé si pasó por una mala relación, le dio el síntoma del extrañamiento y arrepentimiento o simplemente le gusta escribir frases melancólicas en Facebook.
Dichas acciones las reconocí de inmediato porque aparentemente la mayoría de mis conocidas suelen expresarse públicamente sobre lo su cabeza piensa pero sobre todo lo que su corazón siente, y claro que me incluyo ahí porque he pasado por esos momentos que muchas mujeres (especialmente las solteras) identificamos cuando un buen día despertamos con ganas de abrazar a alguien, pasear de la mano, ser cursis hasta empalagar hasta el más amargado y gritarle al mundo que estamos enamoradas, sin embargo no podemos hacerlo porque ese dichoso príncipe azul no ha llegado a nuestras vidas.
A diferencia de la mayoría de mis amigas quienes no pueden pasar un tiempo estando solteras porque no les gusta o se sienten poco queridas, yo he encontrado la manera de disfrutar la soltería al máximo, ya sea para salir con quien se me pegue la gana sin tener ningún tipo de reclamo ni dar explicaciones, hasta dedicarme todo un fin de semana a apapacharme, echarme en mi cama y dedicarme a ver alguna serie.
Por lo tanto no entiendo qué pasa por la cabeza de todas aquellas que necesitan de alguien para sonreír las 24 horas, y por ende es un tema que me causa más curiosidad de la debida. Viendo las circunstancias en las que vivimos hoy en día donde la mujer es un ser independiente, con planes y metas bien definidas y a largo plazo, no me cabe en la cabeza porque insertan en dicho futuro a alguien, al menos de manera forzosa, claro que no negaré que dentro de mis planes está el compartir mi vida con alguien pero será cuando tenga que pasar sin tener que andar buscando debajo de cada piedra y declarándole mi amor al primero que toqué la puerta.
Quizá mi manera de pensar se deba a que me crio la mujer más independiente del mundo que se aburre fácil, no está dispuesta a aguantar a ningún sujeto y menos aún modificar su vida porque al otro no le parezca. O tal vez se deba a que crecí con la idea que soy hermosa, que estoy para escoger en el momento que consideré necesario (si es que llega) y que mientras tanto deba experimentar, jugar y divertirme.
Todas esas ideas durante mi crecimiento me llevaron a una conclusión que compartiré con todas esas mujeres, ámense primero a ustedes mismas, cada que se miren en el espejo admiren a esa belleza que está reflejada, a ese maravilloso e imperfecto ser que son con todo y los defectos, de ese modo el mundo las verá tal y como son: hermosas y especiales.
Enamórense de ustedes, de la vida y después de quien quieran, y seguramente ese caballero se sentirá el ser más afortunado sobre la faz de la Tierra, porque estará enamorado, no de su media naranja sino de un ser completo.
Dichas acciones las reconocí de inmediato porque aparentemente la mayoría de mis conocidas suelen expresarse públicamente sobre lo su cabeza piensa pero sobre todo lo que su corazón siente, y claro que me incluyo ahí porque he pasado por esos momentos que muchas mujeres (especialmente las solteras) identificamos cuando un buen día despertamos con ganas de abrazar a alguien, pasear de la mano, ser cursis hasta empalagar hasta el más amargado y gritarle al mundo que estamos enamoradas, sin embargo no podemos hacerlo porque ese dichoso príncipe azul no ha llegado a nuestras vidas.
A diferencia de la mayoría de mis amigas quienes no pueden pasar un tiempo estando solteras porque no les gusta o se sienten poco queridas, yo he encontrado la manera de disfrutar la soltería al máximo, ya sea para salir con quien se me pegue la gana sin tener ningún tipo de reclamo ni dar explicaciones, hasta dedicarme todo un fin de semana a apapacharme, echarme en mi cama y dedicarme a ver alguna serie.
Por lo tanto no entiendo qué pasa por la cabeza de todas aquellas que necesitan de alguien para sonreír las 24 horas, y por ende es un tema que me causa más curiosidad de la debida. Viendo las circunstancias en las que vivimos hoy en día donde la mujer es un ser independiente, con planes y metas bien definidas y a largo plazo, no me cabe en la cabeza porque insertan en dicho futuro a alguien, al menos de manera forzosa, claro que no negaré que dentro de mis planes está el compartir mi vida con alguien pero será cuando tenga que pasar sin tener que andar buscando debajo de cada piedra y declarándole mi amor al primero que toqué la puerta.
Quizá mi manera de pensar se deba a que me crio la mujer más independiente del mundo que se aburre fácil, no está dispuesta a aguantar a ningún sujeto y menos aún modificar su vida porque al otro no le parezca. O tal vez se deba a que crecí con la idea que soy hermosa, que estoy para escoger en el momento que consideré necesario (si es que llega) y que mientras tanto deba experimentar, jugar y divertirme.
Todas esas ideas durante mi crecimiento me llevaron a una conclusión que compartiré con todas esas mujeres, ámense primero a ustedes mismas, cada que se miren en el espejo admiren a esa belleza que está reflejada, a ese maravilloso e imperfecto ser que son con todo y los defectos, de ese modo el mundo las verá tal y como son: hermosas y especiales.
Enamórense de ustedes, de la vida y después de quien quieran, y seguramente ese caballero se sentirá el ser más afortunado sobre la faz de la Tierra, porque estará enamorado, no de su media naranja sino de un ser completo.
Escrito por: Sue FC ❤
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