Recientemente en la oficina llegó un nuevo jefe quien nos solicitó que les hiciéramos un mapa de las actividades, productos documentales, inventario, etc. pero lo prioritario era entregar propuestas de trabajo que OBVIAMENTE incluyeran procesos y metodología, así como una prospectiva de alcances.
Muchos de mis compañeros casi se colgaron de la lámpara, sin embargo para otros que tenemos un montón de tiempo echando “talacha” en esto del servicio público, no nos representó un esfuerzo extraordinario, toda vez que para desempeñarse en el gobierno, es indispensable mantenerse al día, analizando los escenarios que se configuran de manera cotidiana y diseñar políticas de prevención y atención a los cientos de coyunturas que surgen.
Es por esto que no me imagino que pasaría si en respuesta a nuestros superiores les remitiéramos un listado de proyectos, pero sin detallar los procesos para su desarrollo, por ejemplo, que en mi propuesta solo mencionara que desde abril de siguiente año vamos a disminuir en 90% el paso de migrantes irregulares a nuestro país o desde mañana duplicaremos el personal en los puntos de internación, así nada más porque se me ocurrió.
¿No les parece que es totalmente absurdo? Creo que de ahí se deriva mi actual malestar permanente con la época de campañas electorales… por tercera ocasión me he tenido que “chutar” la retórica discursiva de “ya saben quién” y lo peor del caso es que el contenido de sus propuestas no cambia, sigue con su montón de propuestas carentes de viabilidad.
A todas luces sería lógico que en virtud a su “expertes” en el papel de candidato ya hubiera aprendido de sus errores, sin embargo sus “propuestas” siguen siendo las mismas, no acabo de entender si le apuesta a que el cambio de resultados se dé por el perfil de los electorados ¿Será que espera que los nuevos votantes sean más inocentes que los de las dos ocasiones anteriores? ¿O aprovechar la actual inconformidad social para ser la opción de los desesperanzados?
Aunque debo reconocer que lamentablemente tampoco los otros candidatos han hecho propuestas taaaaan sólidas, o quizá si lo han hecho pero los medios de comunicación están muy orientados únicamente a difundir las denostaciones entre unos y otros, está bien que la audiencia mexicana ha estado hipnotizada por años con los “culebrones” de Televisa, pero creo que ya es tiempo de darle algo más y dejar de insultar nuestra inteligencia intentando atraer nuestra atención únicamente con “hechos amarillos” (y no precisamente porque sean de los Simpson).
Todas las personas que no hemos tenido la oportunidad de acudir a los actos de campaña de los candidatos estamos realmente desinformados, yo no sé en qué consisten sus plataformas políticas, pero estoy muy enterada de su vida personal, de sus hijos, sus esposas, sus colegas y basta con que uno habrá la boca para que por una semana sea el tema de toooooooooooodos los medios masivos de comunicación; por ejemplo, bastó con que “ya saben quién” dijera que no va a permitir la construcción del nuevo aeropuerto, para que los medios hicieran a un lado al resto de los actores políticos y se centraran en el tema como si mañana ya empezaran a demoler los avances y destruir los contratos. ¿Qué tal si no gana o si cambia de opinión como acostumbra o luego finge no acordarse? Nos tuvimos que enterar hasta de que opina Carmen Salinas al respecto.
¿No creen que sería prudente y responsable que los seudo periodistas mexicanos dejaran a un lado la difusión de “dramas baratos” y fueran foros para la difusión de propuestas y proyectos de los candidatos? Definitivamente sería una excelente herramienta si integraran texto o cuadros comparativos por tópico de las plataformas políticas de los aspirantes a la presidencia.
¿Por qué los mexicanos debemos únicamente de enterarnos del contenido de los estómagos de nuestros políticos y que para colmo unos tienen hasta ese órgano digestivo en la cabeza y de su boca solo salen sus frustraciones? ¿Así como podemos elegir con fundamentos inteligentes?
Recién escuché que el expresidente de nuestro vecino país del norte dijo que los días de campaña son “días tontos” en donde el enfrentamiento es sólo de egos y no de propuestas, no votamos por quien tenga la mejor plataforma para el desarrollo integral de nuestro país, la disyuntiva es o votamos por el que salió menos sucio de la guerra de lodo o porque el que nos dio más lástima porque le dieron “hasta con la cubeta” y ni las manos metió.
A mí al igual que a millones de mexicanos me preocupa el futuro de mi país y de quienes tenemos el placer de vivir aquí, definitivamente en las próximas elecciones no hay candidatos por complacencia, debemos elegir entre las opciones que hay, pero no implica que caigamos en pánico y sufraguemos sin razonar o peor aún dejemos que los demás decidan por nosotros.
Sería muy oportuno que los nuevos votantes hicieran un acto de análisis y reflexión antes de elegir a algún candidato; que no permitan que la falta de opciones a su medida los hagan ser omisos de su responsabilidad ciudadana, aunque sean pocas las propuestas que se difunden en los medios de comunicación, escarben entre la “basura informativa” que nos ofrecen y elijan para que al rato no se pregunten “quien invitó a ese necio a la fiesta”.